En la coyuntura que recién termina, la contra revolución venezolana ha sido derrotada. Ni las guarimbas, el diálogo, los acuerdos con la oligarquía, el peligro de magnicidio y el giro hacia la derecha de algunos dirigentes fueron capaces de torcer el rumbo de la revolución.
Con esta derrota, se van también los desilusionados con el socialismo y crecen los que lo defienden. Unos desde el terreno intelectual, otros desde la militancia política.
¡A la mierda pastores que la pascua se acabó! Decía Waldo un marinero que se izó a la mar y ya no lo volví a ver.
Ahora, hay un nuevo período que arranca con los nuevos negocios petroleros con el imperialismo, la visita de Jahua a Rusia, los enfoques críticos a la política económica del Estado y la noticia de los que dejan de escribir en aporrea. Todo esto se está convirtiendo en nuevo material para las noticias que ya empezaron a circular en los medios.
Sin embargo, entre las noticias y la realidad hay un trecho que se llena con las acciones políticas y la práctica revolucionaria de los pueblos y sus dirigentes. Hechos que definen el rumbo de los acontecimientos y las apreciaciones. Esto es el epicentro de los debates en torno al socialismo y al compromiso con Chávez.
¿Qué hacen las masas?
¿Qué hace el gobierno?
¿Qué hacen los revolucionarios?
¿Qué hace el partido?
Para que no se detenga la revolución y continúe siendo socialista.
Cuando digo que no se ha torcido el rumbo de la revolución, quiero significar que el gobierno ha puesto gran cuidado en activar pastizales y predios baldíos y los campesinos han tomado el control de algunas haciendas para lograr mayor productividad agrícola. Introducción de nuevas cosechas (flores, café, carne, leche, etc) ojalá se continúe conquistando la tierra que en manos de terratenientes-feudales está fuera de la actividad económica. (Profundizar la reforma agraria).
Simultáneamente se ha continuado con la explotación del petróleo y de materias primas (cuarzo, coltán, mármol, litio, gas natural) que han abierto nuevos mercados y fortalecidos los ya existentes. El capital aumentó en volumen, la fluidez tiene algunos problemas, el sistema bancario nacionalizado ha comenzado su papel. Se han derogado los impedimentos jurídicos (Constitución maltrecha y leyes exclusivas) sobre la revolución. El papel activo del Estado en los negocios se tiene que fortalecer.
Cambios paralelos tuvieron lugar en la estructura social de la población. El descenso de la mortalidad infantil y el consecuente aumento de la población muestran que la costumbre de abusar del hambre y la enfermedad que ha costado muchas vidas a la población se ha disminuido. (Con las misiones). Los caseríos se han convertido en populosos centros urbanos con habitaciones dignas, las comunicaciones y el tránsito terrestre con locomotoras (metro-trolebus) se han ampliado y aquellas pobres calles propias del capitalismo subdesarrollado, se han ampliado.
En otras áreas como la cultura, el deporte, la ciencia, la tecnología, la defensa militar del país ha habido grandes avances.
¿Se han revertido esos avances?
¡No! Pero, se tienen que profundizar. Parece ser que se está estancando el avance del proceso. No es un par de individuos que van hacer torcer la ruta de la revolución, ni todo el aparataje de la derecha y el imperialismo pudieron detener el rumbo de la revolución,
Ahora que la revolución está más consciente de su papel. Porque se nota en las apreciaciones de intelectuales como Samán, Aponte, Valderrama, Silva y los políticos Maduro, Diosdado Cabello, Rangel y muchos más. Hay más confianza en que se puede mantener el rumbo socialista y el espíritu de Chávez en la revolución venezolana.
De esta coyuntura, la revolución ha salido más fortalecido. Se trata ahora de hacer las respectivas traducciones políticas.