Existe una ceguera voluntaria de parte del movimiento opositor venezolano y, es el arte de mentir. Para, llamar al magnicidio de un presidente. Tremenda actitud refleja un mapa de acción que se refleja en un conjunto de divagaciones enmarcada en una sola voz, su protagonista es una ex diputada que se ha encargado de difamar a Venezuela en diferentes regiones del mundo, me refiero a la representante ocasional de Panamá ante organismos internacionales, como lo es María Corina Machado.
El gobierno viene articulando lineas estratégicas para neutralizar el disfrute intimo de algunos dirigentes opositores en ver al presidente electo Nicolás Maduro Moros en un ataúd o viajando hacia el exterior, luego de renunciar al cargo que le otorgó el pueblo venezolano mediante el sufragio. Esta mujer ha perdido la sonrisa, llenándose de odio, siempre acompañada por unas ONG, busca enfrentarse con el poder del mismo Estado.
Su pelo con gran volumen y, esa frialdad que le caracteriza, busca el respaldo estudiantil y de un grupo de mercenarios- terroristas para negociar pactos con dólares provenientes de corporaciones. Ya, van varias veces que ha sacado esa vajilla imperial para engañar a grupos civiles y de estudiantes. En vez, de crear un gran movimiento opositor y unitario en la MUD y hacer campaña ideológica desde las zonas populares, como lo viene haciendo el joven Manuel Román en Carabobo.
La jugada política es expulsar del Palacio de Miraflores, todo lo que huela a Simón Bolívar, el Libertador de América, con una decoración de títeres que va desde Leopoldo Lopéz hasta Antonio Ledezma, un traidor de Primero Justicia, el otro de Acción Democrática, ambos traidores del país por sus conductas, al tratar de romper el hilo constitucional y no respaldar al pueblo que voto por ellos.
Es una historia larga de los criterios históricos venezolanos, todos idiotas, alumbrando con documentos falsos la defensa del país, y son representantes de una oligarquía que no desea desvanecerse. Cuando su único interés es darle disolución a la asamblea nacional y regresar al pasado.
Quemar autobuses, gandolas con gasolina y comestibles, sin olvidar universidades como jardines de infancia es su misión darle a conocer al mundo que son gente de Paz. Que ellos tienen la razón. Todo es un ensayo para lograr una capitulación, todo un golpe de castigo para un grupo de trabajadores que cada día lucha por un jornal, ya estos venezolanos no desean estas cretinadas de la Machado.
Es una ceguera voluntaria con una divagación histórica, visto lo visto, debe ser expulsada o sancionada por las leyes republicanas, pone en juego la credibilidad del pueblo, ya nadie desea vivir en ignorancia.
