La malcriadez, la soberbia, el chantaje demostrado en el trato a las críticas de Giordani y Navarro, y a las adhesiones que ellas produjeron, son camino que perjudica gravemente a la Revolución y al gobierno. Veamos.
Cuando el gobierno responde de esa manera, como si de una pelea de comadres se tratara, lanzando improperios, amenazando con sacar los trapitos al sol, cuando la crítica es asimilada a la traición, a la deslealtad, está condenando a la Revolución a la parálisis que produce el miedo, le está haciendo un daño inmenso.
Además, están lanzando a la Revolución por un despeñadero que en el fondo tiene al fascismo más cruel, ya altos funcionarios insinúan fusilamientos para los "desleales", y otros acusan de complicidad con el magnicidio a los criticadores. No cabe duda: el camino que hoy transitamos, lejos de ser revolucionario, se parece más al fascismo, a la persecución infame.
Mal servicio hacen al gobierno los aduladores incondicionales, de esta manera lo están privando de verse reflejado en la realidad, lo engañan. La Revolución se relaciona con la realidad a través de la crítica, la crítica debe considerase como un instrumento valiosísimo.
Ahora bien, ¿cuándo es el momento de la crítica? Algunos aducen que cuando la Revolución no esté bajo fuego enemigo. Es decir, nunca. La crítica debe hacerse con más énfasis cuando el peligro acecha, cuando el enemigo de la Revolución ataca la crítica debe ser más fuerte, "porque la crítica fortalece", y este es un concepto importante, como dijo el clásico: "desdichados los gobiernos que consideran a la crítica un ataque, ellos están condenados a ser débiles".
Hoy es necesario reafirmar nuestras lealtades: somos leales al mandato de Chávez, "apoyen a Maduro y al Socialismo". Sabemos, lo tenemos clarísimo, nuestra suerte está ligada a la suerte el Presidente Maduro, y la de éste está ligada al Socialismo. Lo repetimos, la mayor debilidad del gobierno del Presidente Maduro es alejarse del Socialismo y haber buscado las respuestas en el aplauso de la burguesía, de los capitalistas nacionales y los internacionales.
Por último, una petición: ¿Por qué no se repite con Giordani, Navarro y sus adherentes el tratamiento dado a los fascistas de la mud? ¿ Por qué no se reúnen con ellos en una mesa de paz? Esto sería sensato, revolucionario. La fortaleza de un gobierno no se expresa en la confrontación sino en su capacidad de crítica. Recordemos que todo esto se origina con una gran crítica, que eso fue el "Por Ahora". En aquellos días, cuando nadie se hacía responsable de nada, un Teniente Coronel se hizo gigante haciendo uso de la crítica y asumiendo las consecuencias.
¡Viva Chávez y su legado: El Socialismo!