Elecciones del PSUV: ¿Se intenta ocultar el descalabro?

Las elecciones internas del PSUV han permitido la elección de 537 delegados al III Congreso del partido. De manera sorprendente, se han dado a conocer los nombres de los electos, pero no se ha dicho el número de votantes. Son datos que obviamente se conocen de manera simultánea, como lo sabe cualquiera que haya votado en los procesos electorales supervisados por el CNE.
 
La explicación dada por Diosdado Cabello, de que “no es sencillo calcular cuántos votaron” es una maniobra para engañar incautos. Todo el mundo sabe que la máquina contabiliza el voto una vez que el votante apreta el botón de VOTAR, aunque dicho voto sea múltiple, como ha sido siempre en todas las elecciones recientes (sólo en las presidenciales no hay voto múltiple).
 
Como si la ciudadanía fuera una masa ignorante y embrutecida, Cabello recurre a una explicación que es un insulto a la inteligencia y sapiencia del pueblo venezolano. Los datos precisos sobre la cantidad de votantes si son muy importantes. PORQUE LAS ELECCIONES SE GANAN CON MAYORÍA DE VOTOS.
 
La propia dirigencia del PSUV resalta todos los días que hay 7,6 millones de ciudadanos inscritos en el partido. Pues, lo más lógico es que se pueda conocer ahora cuántos de esos militantes votaron. Todas las maniobras verborreicas destinadas a justificar la ausencia de números no terminan convenciendo a nadie, y sólo hacen presumir la intención por ocultar unos resultados que demostrarían el enorme desencanto que se ha extendido en las bases del principal partido de la revolución bolivariana.
 
Aunque no contamos en este momento con el número de inscritos en el PSUV en los municipios del Zulia, podemos intentar, sin embargo, un ejercicio que nos acerque a esas cifras de votación/abstención de la militancia psuvista. En las recientes elecciones municipales de diciembre de 2013, el candidato del PSUV en el municipio Maracaibo, Miguel Pérez Pirela, obtuvo 259.669 votos, de los cuales 239.705 fueron por la tarjeta del PSUV. Hoy, en estas elecciones internas del PSUV, el candidato más votado fue Henry Ramírez, quien obtuvo 32.593 votos (según las cifras que aparecen en la página web del PSUV).
 
Es bueno resaltar que el mismo Henry Ramírez, cuando fuera candidato a alcalde de Maracaibo en 2008, obtuvo 229.374 votos, de los cuales 215.354 fueron del PSUV. En 2010, Giancarlo Di Martino, también candidato a alcalde por el PSUV, obtuvo 203.790 votos, de los cuales 192.800 fueron del PSUV.
 
Vemos como el voto por la tarjeta del PSUV en los últimos años ha oscilado entre 190 mil y 240 mil votos en Maracaibo, en elecciones de Alcalde. La cantidad de votos a favor del delegado que obtuvo el mejor resultado (Henry Ramírez) apenas llega hoy al 13 % de los votos obtenidos por Pérez Pirela en diciembre pasado.
 
Es de suponer entonces que la movilización de la militancia del PSUV ha disminuido, de diciembre 2013 a julio 2014, en una cifra bastante cercana al 90 %. En números brutos, la abstención real pudiera ser mucho mayor, pues en los hechos el PSUV pareciera tener mucho más militantes inscritos en el partido que los votos que obtiene el mismo partido en las elecciones. Nicolás Maduro fue electo presidente en 2013 con sólo 6.193.662 votos por la tarjeta del PSUV, muy por debajo de los más de 7 millones de militantes inscritos en el partido.
 
En todo caso, si es cierto que la abstención estuvo entre el 80 y el 88 %, cifras que nos han llegado por amigos dentro de la dirigencia del PSUV, estaríamos frente a un verdadero descalabro electoral del principal partido chavista. Las implicaciones de este descalabro serían gravísimas para el futuro inmediato del proceso bolivariano, pues no estarían garantizados los triunfos electorales necesarios para que la revolución se mantenga en el poder.
 
Empeoraría la cosa si la dirigencia del PSUV sale ahora con cifras maquilladas, cuando no lo hizo al dar los resultados iniciales del proceso electoral. Todo el mundo sabe que cuando se tardan mucho en dar los resultados de una elección, cualquiera ésta sea, es porque hay gato encerrado.
 
Las elecciones internas en el PSUV ameritan análisis serios y debates democráticos, cuestiones que parecen haber sido desterradas por los actuales dirigentes de la revolución.
 
Como dijimos antes, esta revolución se ha sostenido 15 años gracias a los votos del pueblo venezolano. Por ello no es lo mismo que haya votado el 80 % de la militancia, a que lo haya hecho sólo el 12 o el 20 %. Si hubiera votado el 80 % del partido, serían unos 6 millones de personas, más que suficientes para arrancar en futuras campañas electorales (en 2015 y 2016). Pero si votó solamente el 20 %, eso en números significa 1,5 millones de personas, y el 12 % se reduciría a sólo 900.000 personas, cifras muy desalentadoras si tomamos en cuenta la enorme fuerza electoral que ha demostrado la oposición en los últimos años.
 
En pocas palabras, la votación en las internas del PSUV pudiera estar anunciando un descalabro descomunal en el respaldo popular hacia la actual dirigencia revolucionaria. No pensamos que ese debilitamiento se interprete como un rechazo al proceso revolucionario mismo. Más bien, puede reflejar el cansancio ante una dirigencia que se enroca y vuelve a enrocarse durante año tras año y en cargo tras cargo, fracasando una y otra vez en las múltiples responsabilidades que asumen, muchas veces de manera simultánea.
 
Los índices de abstención en las internas del PSUV pueden estar anunciando muy posibles derrotas electorales en los años venideros. Es obvio que la única forma de revertir esa caída en picada que tiene el respaldo popular a la revolución sería con un verdadero sacudón en el gobierno de Maduro.
 
Ya sobre este sacudón escribimos en fecha reciente: “Maduro es el designado por Chávez. Los demás pueden ayudar en otras funciones. A propósito del sacudón en el gobierno”. http://www.aporrea.org/oposicion/a191149.html.
 
Allí dijimos que cualquier intento de mantener y profundizar el proceso de cambios revolucionarios iniciado por el comandante Chávez debe respetar las reglas de juego que el mismo presidente nos dejara para el buen funcionamiento del país bolivariano, debe respetar y ejecutar los principios de la democracia participativa y protagónica, debe atenerse a los fundamentos básicos de la democracia socialista.
 
El debate y la rectificación son tareas urgentes. Dejarlas a un lado profundizará la caída del respaldo popular a la revolución, y creará condiciones para que el imperialismo yanqui y sus aliados internos recuperen el poder político en Venezuela.


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Roberto López Sánchez

Roberto López Sánchez (Caracas, 1958). Profesor Titular de la Universidad del Zulia (LUZ) con ingreso en 1994. Licenciado en Educación (LUZ, 1994). Magister en Historia (LUZ, 2005) y Doctor en Ciencias Políticas (LUZ, 2013). Actualmente dicta 6 materias en la Licenciatura de Antropología en LUZ: Historia de América; Historia de Venezuela; Intercambios Económicos; Poder y Movimientos Sociales; Culturas Afroamericanas; y Modo de Vida e Identidad Nacional. Ha dictado seminarios a nivel doctoral y nivel maestría en universidades venezolanas; y seminarios de Historia de Venezuela en universidades de Chile y España. Actualmente coordina la Unidad Académica de Antropología. Ha dirigido proyectos de investigación a través del CONDES-LUZ, y CLACSO. Línea de investigación: estudio de los movimientos sociales. Ha publicado más de 50 trabajos científicos. @cruzcarrillo09

 @cruzcarrillo09

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