“...La vida, círculo enorme lleno de triunfos y fracasos... Un fracaso siempre será mejor que un triunfo...de ambos se aprende pero más reflexión te da un fracaso que un triunfo... Un triunfo te ayuda a creer en que eres mejor, en que eres bueno, y al tener un triunfo te ciegas y piensas que como ya obtuviste un triunfo siempre los tendrás lo cual es absurdo... Un fracaso, plena ley de vida, línea de aprendizaje, pues ayuda a estructurar pensamientos sobre la cruda y confundible vida...se aprende de un fracaso más que de un triunfo porque el fracaso te ayuda a ser mejor persona, a comprender las leyes de la vida para no volver a cometer los mismos errores... La vida es un camino lleno de baches que hay que cruzar con fuerza, dignidad, cuidado, valor y amor en sí mismos...con la confianza de saber que se llega muy lejos si se tiene un buen corazón... ” Fin de la cita.
Lorena Naranjo….
Ciertos analistas políticos de la izquierda no marxista, entre los que me encuentro por ser formado dentro de la izquierda cristiana enfrentan en estos momentos del ‘sacudón’, una confusión de análisis ante la situación socioeconómica, y sobre el gran reto de opinión e interpretación lo más objetivo posible, y que se analice con criterios reales, y no bajo una óptica ideológica trasnochada los resultados de esta medida. Así el estalinismo ramplón e ignorante me siga acusando de ser un aberrado trotskista resentido, sin saber el significado de lo que dicen en forma alegre.
Confundir el actual problema económico con lo ideológico en la concepción del término del marxismo es un gravísimo error, ya que los conceptos e ideas formuladas por el burocratismo en el poder no interpretan la realidad por la desfasada mezcla de intereses políticos-ideológicos, y económicos bajo la egida a lo que están sometidos. Constituyendo el principal error causante de la inflación, escasez, especulación, contrabando e inseguridad jurídica y ciudadana.
La realidad económica de Venezuela presenta una crisis que es propia del sistema capitalista, según expertos en la materia económica consultados; y que no han tomado en cuentas los fracasos que se dieron en la EX-URSS, ni los que se viven en Cuba actualmente, y el grave error del gobierno es interpretarlo bajo la lupa de la ideología marxista por unos imberbes y neófitos burócratas con mente estalinista, Cuando desechan los manuales operativos de la teoría económica capitalista. Venezuela es un país capitalista intervenido por el burocratismo estatal, y se desenvuelve su economía bajo el parámetro del sistema capitalista, el que diga lo contrario es un loco de atar.
La inflación y la escasez en los países gobernados por la derecha capitalista, y el socialismo democrático, controlan esta epidemia de forma radical produciendo mas, e importando lo estrictamente necesario para frenar la subida de los precios, esto presiona los precios hacia la baja, y aunado a esto controlan la emisión del dinero inorgánico en circulación, para que la capacidad de compra del pueblo con dinero devaluado no refleje la irreal situación de abastecimiento de bienes y servicios. Esto son estadísticas verificables en todos los países que han logrado reducir la inflación a un digito.
Atacar estos problemas con esa errática medida drástica de ‘precios justos’ lo que ha hecho es estimular el acaparamiento, el bachaqueo, y la especulación, y es la bacteria que produce el contrabando, y el mercado negro del dólar paralelo con valores especulativos. Meter presos a los comerciantes, por especuladores no resuelve el problema de fondo.
Los asesores ‘foráneos’ de la nomenklatura estalinista bolivariana que miran la actual situación económica venezolana con los anteojos de la ideología trasnochada del siglo XIX, lo que han recomendado es un sistema biométrico, que no es más que copiar el sistema de la libreta de racionamiento que fracasó en los países arriba mencionados. Esto será un alto costo político a pagar para las elecciones de la nueva Asamblea Nacional en el 2015 ya en puertas, no midiendo el escaso margen con el que ganó Nicolás Maduro en el 2013, cuando no se había agudizados estos problemas. Estableciendo unas condiciones para controlar la escasez mediante la represión a la huella digital, ya que esto no revela el verdadero poder de compra de los ciudadanos ni el real valor del dinero, convirtiendo esto en otro fracaso económico en el corto plazo.
Con la muerte de Hugo Chávez, el presidente Nicolás Maduro Moros heredó los grandes problemas no resueltos que dejó el comandante, la nueva nomenklatura bajo el mando de Maduro ha demostrado no tener el nivel para enfrentar esta situación económica desbordada, y fuera de control. Venezuela enfrenta la peor escasez de los artículos de primera necesidad que nos coloca como una nación en estado terminal de una real pobreza.
Los ingresos del petróleo se queman para intentar controlar el colapso económico, sin lograr reducir la inflación más alta del mundo. Lo actuales gurús económicos han fallado en el diagnostico de cómo erradicar este problema, y sólo se han dedicado a reprimir a los contrabandistas de baja monta, y a los bachaqueros sin tocar a los grandes capos, y por ende el problema de fondo como es la parálisis del aparato productivo nacional. Sin crear estímulos para ese sector estratégico y productivo especialmente el del área de los alimentos, para no seguir con las importaciones fuente principal de la corrupción que desangra a Venezuela, y así aumentar la producción interna; que acabe con las colas, la escasez, y el gobierno bolivariano asuma su real papel en el control de una economía social de mercado, en este mundo moderno y globalizado.