Reflexiona con lentitud, pero ejecuta rápidamente tus decisiones. Sócrates…
A ningún militante, amigo, persona, o simpatizante del gobierno bolivariano que ejerza la crítica debe llamársele traidor; la crítica hace honor a la democracia socialista. En mi caso siempre he sido congruente, nunca he dejado de decir o escribir lo que pienso en cualquier momento cuando veo que desde el alto gobierno se cometen errores, y percibo el descontento de la población en la calle a causa del alto costo de la vida, la escasez, la especulación, la ola de homicidios semanales.
Señalar estas cosas que suceden en la actual Venezuela, inmediatamente somos blancos de calificativos que recibimos por publicar lo que escuchamos en las perversas colas para comprar cualquier bien de consumo, y esta palabra de moda cuando no se consiguen los artículos que se buscan: "Pero tenemos Patria". Durante toda mi trayectoria política no ha dejado de tener posiciones críticas cuando se continúan aplicando políticas equivocadas que perjudican al pueblo venezolano.
Esto, ha sido mi actuación a lo largo de mi vida será por eso que nunca nos han llamado para gobernar, parece que a la nomenklatura lo único que le gusta es que le jalen bolas y se oculte la verdad de lo que pasa en el país, como lo ocultan el sistema de medios públicos: comparto muchos de los puntos de crítica que se hacen de buena fe en aporrea.
El PSUV debe estar abierto a la libertad para expresar opiniones y puntos de vista en cualquier sentido ante la serie de erráticas medidas políticas de corte estalinista. Lo que pasa es que en el alto gobierno hay funcionarios sin formación política, basta verlos y oírlos hablar en las televisoras nacionales y extranjeras. La crítica no debe verse como algo malo en contra del gobierno bolivariano que preside Nicolás Maduro, sino como algo que provoque un sano debate, la discusión, y la reflexión, para avanzar en el construcción de un verdadero socialismo democrático, para mejorar la calidad de vida del ciudadano de esta bella nación, y no seguir repitiendo errores, y los ya consabidos enroques tartufianos.
Poner los puntos sobre la íes, y corregir las cosas mal hechas, y que no marchan bien ponerlas sobre la mesa, para discutirlas con la paciencia de Job, sin descalificar nada, eso es un valor del socialismo. Qué bueno que haya la crítica siempre se lo escuche en sus discursos a Hugo Chávez, y qué malo que en muchos casos esos militares autoritarios en puestos administrativos poniendo la torta, deberían estar en sus cuarteles que para eso fue que se formaron, porque siempre piensan que la critica va a llevar a favorecer a la oposición o significa tropiezos al gobierno bolivariano.
Por otra parte la designación o enroque del nuevo gabinete con las mismas caras de siempre, no es vista como una estrategia de lucha, sino como un nuevo y repetitivo acto simbólico, por lo que hay que dejar en claro que para efectos de la acción de gobierno el problema que vive Venezuela es económico, y no ideológico, cosa que no quieren entender los que ejercen el poder, hoy en día por la critica situación inflacionaria hay una diferencia sustancial en lo que ocurrió entre 1998 que llevo a Hugo Chávez al poder, y lo que pasa ahora con Nicolás Maduro, aunque no hay crítica para la gente que han separado del gobierno, hay otros que hay que decirlo claramente, que son los causantes de la actual crisis, y no son los que la van a resolver.
El PSUV es un partido, si lo comparamos con otras fuerzas políticas, ha logrado una presencia nacional únicamente como apéndice del gobierno, sin control sobre las políticas publicas, como partido ha logrado implantarse en el país, por su posición acrítica esta dejando de ser un referente claro para los venezolanos, después de la muerte de Chávez, en abril del 2013, sin esta crisis económica actual mermó como el queso fresco su votación histórica obtenida en los pasados procesos electorales, sería un grave error no aprovechar ni tener en cuenta este bajón para las parlamentarias del 2015.
