Yo creo que la revolución no se ha desviado del rumbo socialista, sino, lo que pasa es que está patinando en las circunstancias de dependencia económica, política y social impuestas por la historia, desde la conquista hasta nuestros días.
El gobierno como ente político ha estado amarrado a las circunstancias económicas capitalistas de dependencia dominantes en Venezuela hasta nuestros días. No es por una simple cuestión vocacional o temperamental del presidente Maduro o de Diosdado Cabello que desde el 2004 hasta el 2012 el BCV a través de CADIVI y Sitme haya erogado divisas en un monto de 59 mil millones de dólares a favor de las llamadas "empresas de maletín".
Ese sistema de erogaciones es connatural al capitalismo, Alimentos Polar, Concesionario la venezolana, clorox y las 1,059 personas jurídicas (empresas) que se les ha autorizado divisas bajo la condición de su uso correcto (desde el 20 julio de 2014). Son un ejemplo simple de cómo funciona el capitalismo. Saquean aquí que es más barato, se instalan allá (países vecinos) donde venden más caro y todavía rezongan de las medidas de control estatal.
En esta lógica economicista viene patinando la revolución, adobándoles gustos a los empresarios. Ellos son los importadores de las materias primas procesadas, útiles para la producción. El estado depende de esa realidad, aún no las produce.
Aunque la revolución ha dado un colosal salto en la lucha por la independencia política, aún se está amarrado a la situación política internacional, en los organismos como onu, oea, opep, mercosur, y a gobiernos desarrollados como el de Estados Unidos, Rusia, China y a gobiernos europeos que obligan a manejar las relaciones políticas internacionales en sintonía con los intereses de esas naciones.
Socialmente, la revolución está luchando por sacar de la miseria económica, política, cultural, sanitaria, habitacional, educativa, etc. A más de 30 millones de habitantes del país. En este terreno hay logros fantásticos con las misiones.
Son innegables los logros en el terreno de beneficiar a los más necesitados, en crear condiciones para una vida más cordial, solidaria, sana y pacífica. El terreno de las libertades se vive mejor que en tiempos de las dictaduras y los lacayos. Hay progreso en el país.
Sin embargo, este círculo vicioso de patinar en la dependencia nos induce a plantear el problema de cómo mantener el régimen político social vigente y diferir los problemas fundamentales de la revolución y el socialismo, sin fijar metas, objetivos o tiempos definidos de la revolución. Esto se puede convertir en error, dado que el esfuerzo de Chávez por construir una patria independiente, todavía está inconcluso. Chávez definió un camino: el socialismo.
El socialismo no se construye comprando las empresas con divisas estatales; sino, construyendo relaciones de propiedad diferentes a la propiedad capitalista y relaciones comerciales sin condiciones dañinas al país.
Para salirse del círculo donde patina la revolución necesita un jalón de orejas del proletariado, un rempujón social del pueblo revolucionario y un proceso complejo y propio de industrialización.