A Robert Serra, camarada y amigo, siempre lo recordaremos por su permanente activismo, lleno de energía y vitalidad. Siempre nos transmitía la alegría de la juventud revolucionaria, siempre con optimismo para abordar o atender cualquier tarea o circunstancia que requiriera nuestra Revolución Bolivariana. Robert siempre hablaba con firmeza, hablaba con transparencia, con claridad en las ideas y en el discurso. Contaba con extraordinarias condiciones pedagógicas, gracias a su dedicación al estudio y a la formación. Siempre transmitió a los jóvenes y al pueblo, sus ideas de manera clara y precisa.
Robert se forjó, y así lo vimos por primera vez, en medio de las confrontaciones y las desquiciadas locuras de la extrema derecha venezolana durante sus aventuras golpistas. Robert tuvo la valentía de levantar la voz, siendo estudiante de la UCAB (nido de fuerzas reaccionarias), en medio de aquel irracional contexto, donde la extrema derecha pretendía asaltar el poder por vías supraconstitucionales.
Nunca olvidaremos las agresiones y acosos que los "demócratas" de la UCAB realizaron contra Robert cuando estudiaba derecho. Luego se incorporó a la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela y posteriormente fue electo como diputado por Caracas a la Asamblea Nacional. En la Asamblea siempre fue una voz activa, constructiva, siempre denunciado las atrocidades de los fascistas.
Las expresiones del fascismo. Nosotros hemos estudiado, caracterizado y denunciado varias veces al fascismo, a sus lacayos y sus crueles y sanguinarios métodos. El fascismo es la expresión de las clases dominantes, de la burguesía, que impone mecanismos para garantizar su control ideológico, económico, político y cultural sobre el pueblo. La burguesía solo defiende sus intereses de clase y siempre ha estado acostumbrada a subordinar a sus pies a todos los actores de la vida política y económica del país. Cuando no pueden apropiarse del poder, de la riqueza, despliegan sin miramientos todos sus recursos para arrasar y acabar con sus adversarios políticos. Al Comandante Chávez, extraordinario líder y estratega, nunca pudieron vencerlo, pero no pararon ni un solo día de atacarlo y agredirlo.
Hemos detallado que el fascismo criollo está conformado por logias corporativas, rancias oligarquías depredadoras y una clase media urbana envenenada por el discurso de odio, generador de miedo y de terror. Abiertamente sus discursos son discriminatorios y de desprecio y rechazo por los más necesitados, por el pueblo más humilde, por los logros de la Revolución Bolivariana y por sus líderes.
El plan de acción fascista avala la generación de terror y el uso indiscriminado de la violencia. No tiene escrúpulos la derecha para ejecutar ataques y persecuciones sistemáticas. Sus hordas han efectuado actos de terrorismo contra sedes de partidos políticos, centros hospitalarios y oficinas públicas. Además de sus hordas, la extrema derecha contrata y dispone a su antojo de paramilitares y mercenarios extranjeros, así como de armas de todo tipo y calibre. Sus acciones terroristas abarcan detonaciones en representaciones diplomáticas, utilización de carros bombas y la ejecución de asesinatos selectivos.
Debemos estar alerta ante la nueva arremetida de los fascistas. Este es un macabro plan, una nueva conjura. La actuación irracional, violenta y antidemocrática de la extrema derecha, ratifica su carácter fascista y barbárico. Es esto al extremo peligroso porque no existen razones ni conciencia alguna. No hay diálogo, ni ideas, ni propuestas. Sembrar terror es su única misión. No tienen un plan de acción viable dentro del marco democrático y constitucional. Lo único que tienen entre ceja y ceja, estos violentos de la extrema derecha, es arrasar, desaparecer y exterminar al pueblo y al Gobierno Revolucionario.
Esta es la forma de acción política de la extrema derecha, siempre al margen de la ley, actuando de manera rastrera, trabajando ocultos a las sombras. Jamás debemos borrar de nuestra conciencia colectiva sus más atroces crímenes: los muertos del golpe de Estado de abril de 2002, las víctimas de la "descarga de arrechera" de abril 2013, los muertos de "La Salida" violenta de febrero 2014, el magnicidio frustrado con los más de 150 paramilitares de la Finca Daktari en 2004, el asesinato con atentado explosivo del Fiscal Danilo Anderson en 2004 y los asesinatos de nuestros camaradas Eliécer Otaiza y Robert Serra. Ante estos hechos, la derecha siempre se oculta cobardemente, escudándose, negando sus acciones y afinidades con la violencia. Los fascistas se expresan nuevamente llenos de gozo ante el dolor revolucionario. La derecha se alegra ante la conmoción de nuestro pueblo por la muerte de Robert.
Pero es este pueblo, consciente y revolucionario, el que una vez más rechazará y repudiará la violencia y logrará imponer la paz. Así somos la mayoría de los venezolanos, amantes de la paz, respetuosos del otro, defensores de los valores democráticos y de la participación activa del pueblo. Nuestro pueblo habla a través del voto, no a través de la violencia.
Los fascistas se pueden ocultar o disfrazar, pero en algún momento la máscara se les caerá, quedarán al descubierto. La historia y la justicia los pondrá en su justo lugar, tras las rejas. Habrá justicia para el pueblo y las familias venezolanas.
Los fascistas no tienen donde ocultarse. Veamos nada más la cruenta historia de las dictaduras fascistas y violentas en América Latina. Todas contaron con la colaboración, la participación activa y la complicidad de partidos y líderes de la extrema derecha. El resultado es decenas de miles de muertos, heridos, torturados, desaparecidos y exiliados en países como Argentina, Chile, Uruguay y Brasil. Hasta el día de hoy la justicia, con mucho esfuerzo y superando infinidad de trabas y obstáculos, ha podido llegar hasta los asesinos y los que ordenaron las acciones de extermino. Los que tienen las manos manchadas de sangre no se salvan ante el escrutinio de la verdad, de la justicia, tardía en algunos casos, pero efectivamente contundente al ponerle nombre y apellido a cada asesino, a cada torturador, exigiendo justicia por los horrendos crímenes. Las comisiones de la verdad y del no olvido han vencido al silencio, a la complicidad y al terror. Véanse en ese espejo, fascistas.
Como un ejemplo reciente tenemos el proceso electoral presidencial en Brasil, donde se inició un debate buscando explicaciones sobre sobre el pobre arraigo y la poca fuerza de los partidos de la derecha brasileña en la política electoral y en las masas de ese populoso país. La respuesta es más que contundente, así le paga el pueblo a la derecha su participación en la sanguinaria dictadura militar que duró 21 años y generó cientos de muertos, torturados y desaparecidos. La derecha fascista recibe el repudio histórico de toda esta generación brasileña.
En nuestro país, la derecha decente, poca, escasísima diría, pero que sabemos que existe, debe distanciarse y "liberarse" de una vez por todas de los grupos fascistas y de sus métodos violentos. Deben repudiarlos, aislarlos y abogar porque cualquier diferencia, cualquier discusión, se mantenga siempre en el campo de la paz, de las ideas, en el marco democrático de nuestra Constitución.
A la par de la rabia y el dolor, reconocemos a nuestro querido camarada Robert Serra como un mártir de la Revolución Bolivariana. Robert es un ejemplo de sacrificio, un ejemplo que renacerá y se multiplicará en el pueblo, en la juventud revolucionaria.
Con su muerte volvimos a ver y escuchar, al igual que en el momento de la desaparición física de nuestro Comandante Chávez, las expresiones de dolor en los rostros y en el llanto del pueblo revolucionario, del pueblo humilde venezolano. Sentidas manifestaciones de solidaridad, de amor, de unidad y disciplina, siempre presentes en los momentos de mayor conmoción y necesidad. La extrema derecha, los asesinos, jamás podrán contar con tal nivel de afecto por parte del pueblo. Los fascistas jamás podrán contar con el amor del pueblo.
Honor y Gloria para Robert Serra y para todos los Mártires de nuestra Revolución Bolivariana!!!