"El honor consiste en hacer hermoso
aquello que uno está obligado a realizar".
El gran filósofo griego: Sócrates, dejó este hermoso pensamiento: "Lo que mejor sienta a la juventud es la modestia, el pudor, el amor a la templanza, y la justicia. Tales son las virtudes que deben forma su carácter.". Está expresión parece una guía para sembrar la semilla, el cual seguirá germinado en el hermoso camino de la vida por donde deben transitar los jóvenes del mundo. Nada, ni nadie puede acabar con esa esperanza cultivada en la conciencia de millares de hombres y mujeres, amantes de la paz y la libertad, para seguir fortaleciendo la llama de la dignidad de Robert Serra, quien seguirá presente en la lucha, como un verdadero ejemplo. Este joven se levantó en los barrios humildes de la gran Caracas, acompañando a los hombres y mujeres de buena voluntad, con la valentía y el coraje de un patriota, consciente del peligroso compromiso en el cual estaba metido, pero también sabía, que no había marcha atrás, porque los defensores de la patria, se detienen, pero no retroceden en la lucha por ver brillar en el horizonte: la justicia por la cual murió el maestro y guía: Hugo Chávez Frías.
Su inconfundible figura, seguirá presente en cualquiera actividad de los jóvenes amantes de la paz; seguiremos escuchando su encendido verbo, como un certero latigazo, enfrentando a los enemigos de siempre. Todas las lágrimas derramadas desde el mismo momento de conocerse su muerte, servirán para abonar la tierra, donde van a creer millares de nuevos luchadores, prendidos por el ejemplo de este consecuente revolucionario, vilmente asesinado, como ha ocurrido con tantos, que han ofrendado sus vidas por ver una patria distinta, donde se rompan para siempre las cadenas de la opresión y la humillación.
En el más apartado rincón del país, van a despertar, luchadores, emulando a Robert Serra, con un coro armonioso, entonando la Canción del cantor del pueblo Ali Primera: "Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos y a partir de este momentos es prohibido llorarlos"; ahora más que nunca es un imperativo, cargar en la conciencia una frase hecha canción ¡prohibido olvidar! Es imposible olvidar a un luchador social, nacido en el corazón mismo del pueblo, donde se prueban los verdaderos revolucionarios, porque aprenden a sufrir al lado de los ofendidos y humillados de la tierra.
Todas las muestras de dolor, indignación e impotencia, sirven para seguir soñando en un mundo mejor, a pesar de las fuerzas contrapuestas, la cual nos enseñan que la tarea no es fácil; pensar en todo lo contrario es desconocer hacia donde sopla el viento, y la fuerza con la cual pasa, buscando aplastar cualquier intento de enarbolar las banderas de la libertad. La muerte de este joven, lleno de principios, con la mirada desafiando los peligros, nos vuelve a decir, que el enemigo no está dispuesto a permitir el avance de ninguna fuerza, sin el consentimiento de los grandes intereses económicos.
¿Cuántos revolucionarios han caído en la lucha? Lo lamentable y triste, que nos llama a reflexionar, es la frecuencia, como se suceden los hechos: han muerto estando en la oposición, como ha sucedido a lo largo de nuestra historia, y ahora en el poder. Esto nos da una idea muy clara: el gran capital no conoce la paz, está dispuesta en recuperar las posiciones perdidas, y recurre a cualquiera método, esto ha sido la constante desde el mismo momento de llegar al poder el Comandante Chávez.
La lucha continua en medio de este mar picado, con peligrosas tormentas, pero esa es la lucha, no hay otra, con razón Argimiro Gabaldón, decía: "Somos la vida y la alegría, en tremenda lucha contra la tristeza y la muerte". Ese pensamiento se hizo realidad, el domingo en la mañana, cuando el atleta Marvin Blanco, en un gesto de solaridad, se hizo presente ganando un maratón con el afiche de Robert Serra, para decirle a todo el mundo ¡los muertos tienen dolientes!; hacían pocas horas, el noble pueblo Caraqueño, había llorado a Robert y a su compañera; ahora veíamos la figura risueña del diputado más joven del parlamento venezolano, vilmente asesinado por los cobarde de siempre, por eso diremos a todo pulmón: Robert Serra ¡Presente! Hoy y siempre, porque diste muestras de valentía, para orgullo de los jóvenes revolucionarios, que veían en ti, un luchador sencillo; un verdadero hombre del pueblo, los que necesita el país.