Resulta difícil de creer lo ocurrido en Brasil, un país donde 31 millones de personas han dejado la pobreza en los doce años de gobierno del Partido de los Trabajadores, según estadísticas mundiales no cuestionadas, y 20 millones conocieron la luz eléctrica, que la mayoría votara contra la continuidad de esa política, y en la segunda vuelta, matemáticamente, si se unieran los votos de Neves con los de la Silva, ganarían la Presidencia.
De suceder una votación así, pondría en juego todo cuanto se ha avanzado en América Latina, porque Brasil, con Lula y con Dilma a la cabeza, ha sido factor fundamental de los procesos de avances y cambios ocurridos en los últimos años en la región. Seguramente no afectará el triunfo de Evo Morales en Bolivia, toda vez que mantenía una amplia ventaja en las elecciones de hoy, pero quizás puedan incidir en las de Uruguay, donde es mucho menor la ventaja de Tabaré, y hasta en las parlamentarias venezolanas del próximo año. En fin, que debilitaría el proceso de cambios que durante este siglo hemos vivido en América Latina. Lo debilitaría, y eventualmente, lo frenaría. La derrota de Dilma Rousseff sería una catástrofe.
Esta sola circunstancia nos hace suponer que desde Was-hington, la derecha de la mayoría de los países de la región, sumados a los medios de comunicación, incluidos las agencias y otros servicios informativos internacionales, pondrán sus recursos y esfuerzos en apoyar a Aécio Neves en las elecciones del domingo 26. Todos los recursos, en dólares y en servicios para fortalecer el apoyo de los más poderosos grupos económicos del país potencia.
Como nunca antes en Brasil, ni en ningún otro país latinoamericano, se ha planteado una abierta confrontación de izquierdas y derechas, de dos modelos de desarrollo totalmente distintos, como lo que se está viendo en ese país, sexta economía del mundo, integrante del Brics e influyente en nuestra región. De todo lo cual están conscientes los grandes centros de poder político y económico, y particularmente de las consecuencias que una derrota de Dilma significaría para toda América Latina. Razón suficiente para que se la jueguen con todos los hierros.
No es casual que los servicios informativos internacionales oculten la verdad de esa confrontación de clases, que lo que está en juego es mucho mas que la Presidencia de un país, y presenten el proceso electoral como un episodio mas en la democracia. Y aquí en Venezuela, quienes antes utilizaban la figura de Lula para contraponerla a la de Chávez, hoy guardan silencio porque en el fondo desean la victoria de la derecha brasileña, confiados en los efectos que tendría en Venezuela y en otros países de la región.
Tenemos que confiar en sus dirigentes, en el PT y sus aliados, en Lula y Dilma, y por sobre todo, en sus trabajadores y en el pueblo.
Embrollo policial
Las últimas actuaciones policiales han puesto en evidencia hechos ocultos que es necesario clarificar. El presidente Maduro dio un paso en esa dirección cuando ordenó investigar los sucesos de Quinta Crespo, con varios fallecidos de dudosa procedencia. Mientras se les califica de criminales, integrantes de una banda vinculada con hechos en Kempis donde fueron muertos dos agentes del Cicpc, vecinos y otros testigos señalan que, por el contrario, la organización "Escudo de la Revolución" colaboraba con ese cuerpo policial, y uno de sus integrantes fue llevado al cementerio con fuerte apoyo popular. La investigación nos permitirá conocer la verdad de estos hechos.
Pero existe otra situación extraña, relacionada con la investigación del abominable asesinato de Robert Serra. Sería el caso de Edwin Torres, ex policía metropolitano, escolta del diputado Serra, quien fue detenido e interrogado por agentes del Sebin y seguidamente puesto en libertad, pero que una semana después, fue detenido por agentes del Cicpc y nuevamente interrogado, reveló que había sido él quien vendió a sicarios colombianos los datos relativos a la seguridad del diputado, que permitieron que el crimen se ejecutara en las circunstancias ya conocidas. ¿Cómo se explica esa conducta del Sebin? Difundida esta información, no fue aclaradas ni desmentida por ninguno de los dos cuerpos policiales.
Motivo suficiente para que sea otra vez el presidente Maduro quien ordene una nueva investigación.
Como popularmente se dice, un tiro al piso deben ser las elecciones de hoy en Bolivia, tan amplia es la ventaja de Evo Morales. Él mismo estima que puede superar el 64% de 2010, en su primera reelección. Hace un tiempo, Hugo Moldiz alertaba en su libro "Bolivia en los tiempos de Evo", que "La imposibilidad de la derecha de avanzar por las vías electorales está empujando a que fracciones duras de las clases dominantes se inclinen por opciones no democráticas y constituyan una amenaza real para el gobierno y la propia vida del presidente Morales". Igualito que aquí. En todas partes buscan iguales atajos.
Este Aécio Neves gobernó Minas Gerais, uno de los más importantes estados de Brasil, y durante su gobierno construyó un aeropuerto sobre los terrenos de una hacienda de sus familiares. Tema que saldrá en esta campaña.
¿Dónde estarían la imagen de Venezuela, del gobierno de Maduro y de la Policía y la Fuerza Armada, si hubiesen ocurrido aquí la desaparición y muerte de estudiantes, como ahora en México? Seguramente ustedes no miran las pinzas con que tocan esos casos las agencias y la TV internacional, para no rozar al Gobierno nacional ni a su Presidente.
Varios congresistas de EEUU formularon una declaración para tratar de impedir la elección de Venezuela como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. No se resignan, pese a todas las circunstancias adversas. Pero hay que estar mosca.
Acumulados nuevos libros recibidos, debo dar cuenta: "Rostros y rastros de un líder. Hugo Chávez, memoria de un pueblo"; Eduardo Piñate, "El Psuv y su relación con el movimiento de masas", Editorial Trinchera; Manuel Valencia-Astudillo, "Palpitaciones de la revolución chavista: entre trepidantes y mortecinas", Dictus Publishing; Jesús Martínez, "El partido, el programa y el Estado, en la transición bolivariana al socialismo", edición de la Alcaldía de Caracas; varios autores: "¿Para que sirve El Capital?"; Víctor Córdova e Ileana Colmenárez, "Conciencia revolucionaria y defensa integral", edición de la Armada Bolivariana, y uno fuera de la política, de Julio Portillo, "Barinas, solar de nostalgia", (Eurobuilding y el grupo Nemer).