A poco más de 20 meses de la partida física de nuestro Comandante Eterno, Hugo Chávez, la ultraderecha nacional y sus aliados internacionales, insisten en propiciar la desestabilización de nuestro sistema democrático, de nuestra Revolución Bolivariana, Socialista y Chavista. Están acentuando una feroz campaña de desmoralización para intentar confundir al pueblo, todo como parte de una estrategia para propiciar un cambio de gobierno por la vía no democrática, por la vía inconstitucional.
Mantienen su artillería mediática con el propósito de hacerle creer al pueblo que el Socialismo Bolivariano fracasó, apoyándose en la guerra económica y en una inflación inducida por ellos mismos, apoyándose en los grupos económicos que manejan. Pretenden convencer que las pocas colas que aún vemos en abastos, supermercados y en algunas tiendas, son producto del fracaso del modelo socialista y que el alza de los precios en productos y servicios son consecuencia de una inestabilidad económica generada por el Gobierno Bolivariano. Cuando es todo lo contrario.
Se ha venido demostrando que gracias a las políticas generadas por el gobierno nacional, empeñadas en arraigar el modelo económico socialista, es que hemos podido proteger al pueblo de la espiral inflacionaria generada por la burguesía comercial apátrida y por las mafias especuladoras.
Si continuamos unidos, unidas, con confianza en el futuro, con esperanzas de mantener el bienestar social que hemos obtenido y que no puede negarse, con los programas y misiones de la Revolución, el año 2015 será el año definitivo para derrotar la guerra económica, tal y como lo ha señalado el camarada presidente obrero Nicolás Maduro; y el año decisivo para el inicio de la fase que nos llevará al punto de no retorno, a la irreversibilidad de nuestro proyecto socialista, bolivariano y chavista.
Y es entonces cuando el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), juega un papel fundamental y determinante. La revolución debe seguir adelante con el apoyo de esos dos brazos: gestión de gobierno y gestión política; y aunque hemos venido avanzando en esa articulación, que debe ser perfecta, aún nos faltan elementos por afinar. EL PSUV, en todo su conjunto y con toda su plataforma debe ser promotor de la elevación permanente de la conciencia revolucionaria y por supuesto, convertirse definitivamente en el pilar fundamental en la lucha por la defensa el legado político, ideológico y espiritual de Chávez: el Plan de la Patria y la tesis del Socialismo Bolivariano.
En ese contexto, quiero señalar la trascendencia y la importancia del venidero proceso electoral interno, que celebraremos en el PSUV en las próximas semanas, comenzando con las del 23 de este mes. Esta jornada, se convertirá en la expresión de un partido armónico, simétrico, vigoroso, que va en la búsqueda de seguir engranando y articulando la gestión de gobierno y la gestión política para fortalecer la Revolución. Y además, nos permitirá reforzar la unidad y trascender en el espacio y el tiempo, para que nuestro Partido deje de ser únicamente utilizado como un instrumento para ganar elecciones y asuma, de una vez por todas, su rol histórico de ser el Partido de la Revolución Venezolana, dentro de la vanguardia que conformamos todas las fuerzas revolucionarias del país.
Durante esas internas, elegiremos a nivel nacional, 3.988 jefes y jefas de círculos de lucha de poder popular, 13.682 jefes y jefas de UBCHs, 136.820 jefes y jefas de patrullas, es decir, seleccionaremos para asumir tareas de dirección política a unos 154.490 cuadros chavistas, como muestra de un partido que está en la calle, en movilización permanente, tendiendo puentes para optimizar la gestión del Gobierno Bolivariano con el aporte y la participación del pueblo organizado.
Por supuesto, debemos aprovechar la oportunidad para dar una demostración de perfecta disciplina y de comprometida militancia que deje claro a nuestros enemigos, que estamos más que preparados para asumir el reto del año próximo: las elecciones de diputados y diputadas de la Asamblea Nacional. Convencidos y convencidas estamos que obtendremos otra victoria contundente, otra victoria de Chávez, otra victoria del pueblo e impediremos que se ponga en curso, el golpe parlamentario que desde ya vienen anunciando los sectores más radicales de la ultraderecha.
No puede avanzar la Revolución Bolivariana sin la organización fuerte y disciplinada de sus cuadros políticos. Y en esa senda, transitamos con estas elecciones internas del 23 de noviembre; y más allá. Por ello, mi responsable y comprometido llamado a toda la militancia psuvista a participar; a dejar atrás las diferencias que sabemos existen, pero que si las colocamos en la balanza, son muchas menos que las grandes coincidencias que tenemos. Lo fundamental ahora es defender la Patria, derrotar la guerra económica y los planes desestabilizadores y continuar redoblando la marcha hacia el Socialismo Bolivariano.
Recordemos que uno de los principales objetivos de quienes nos adversan, es dividirnos, crear conflictos y fricciones entre nosotros mismos para debilitarnos. Es el momento entonces, de mantener por encima de todo, la cohesión y la disciplina en nuestra militancia. Camaradas, es el momento de cerrar filas, como nunca antes, con el compromiso y el legado de Chávez. Vamos todas y todos a participar en nuestro proceso interno, (único en su especie), con entusiasmo, con alegría. No le fallaremos a la revolución y no le fallaremos a Chávez; la tarea es llegar al punto de no retorno y que de una vez por todas, nuestra revolución bolivariana sea irreversible.
¡Viva Chávez!!
¡Viva el PSUV!!
¡Viva Maduro!!
¡Hasta la Victoria Siempre!!
¡Viviremos y Venceremos!!!
Barinas, 17 de Noviembre de 2014
