“La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de la mente. Valorar la paz y la generosidad es comprender el verdadero significado de Navidad”.
Calvin Coolidge…
Que el estalinismo no se preocupe; en una revolución donde los que están en el poder, porque los criticamos casi nadie nos quiere, quien esto escribe abandona a partir de este articulo, mi cita cotidiana con los lectores de aporrea por este año. Pienso que fue un éxito para que mucha gente de la ultra izquierda no me quiera después de 8 años en este portal, opinando en esta página digital con entera libertad. Para mí ha sido un año difícil. Ocho años con algunos sinsabores, eso es inevitable, pero muchísimas satisfacciones por cosas aquí expuestas que se resolvieron, otras no.
No es necesario ser graduado en MIT para dominar el arte de falsear en forma hipócrita a cada quien lo que quiere oír en cada momento. Escribir sin medias tintas lo que se piensa tampoco requiere de muchas habilidades, desde luego con el temor siempre de ir a parar a la cárcel tras un imputación forjada del Fiscal de Stalin Andrei Vichinsky, pero eso sí ante el miedo, hay que sacar fuerzas para mantener una actitud valiente que, aun estando al alcance del fascio, esto no la practica todo el mundo. La política funcionaba de otra forma años atrás. En la Edad Media a quien contradecía al señor feudal, ordenaban cortarle la cabeza. Pero muchos se jugaban la vida ante la represión, eran muchos los que disentían y criticaban a diario. Hoy, salvo que caiga uno en mano del fundamentalismo yihadista estalinista, aquí en Venezuela por ahora no se decapita a nadie; solo se contentan los jefes del psuv con excluirte del partido para que quedes en el ostracismo. Eficaz antídoto contra la critica porque con este expeditivo método todo el mundo coge miedo. Qué pena con el pensamiento critico, cuando el político se chorrea, muchos no recuerdan la prisión de 30 años de Nelson Mandela, de ahí salió a la presidencia de Sudáfrica.
Vaya por delante siempre la critica propositiva absoluta, amén de una prisión gratuita, es algo que puede causar más beneficios que daños, cuando se viola la libertad de opinión y expresión. Por eso que ante la exclusión de Nicmer Evans líder de la Marea Socialista muchos se han callado, así como el caso William Torcátiz de Pdvsa, que más cosas nos pueden pasar ante lo que hemos dicho o escrito. No por esa frase maliciosa de que los que hacemos critica a los errores del gobierno bolivariano; nos paga la CIA para que desestabilicemos al Presidente Nicolás Maduro.
Desde los comienzos de este año 2014 he sido blanco de descalificaciones, amenazas, insultos etc. Muchos quieren que escriba artículos diarios de análisis político jalando bolas. Ante la hiperinflación que azota a Venezuela me he centrado en opiniones económicas. También he opinado de economía con la asesoría de expertos en la materia. Mi columna es de análisis político. Durante años he escrito de política, de economía, de asuntos sociales, de historia y hasta de denuncias contra jueces corruptos, y de funcionarios públicos incapaces sin que en aporrea.org me hayan objetado nada al respecto porque me han concedido una libertad difícil de encontrar en otros medios de comunicación del sistema de medios públicos. Sin embargo, más allá de esa comodidad con la que me siento en este medio, así como en otros diarios regionales donde escribo, he decidido tomarme un descanso, porque todavía no me toca jubilarme, pero sí de que metan en cintura a los ‘pelos lisos’ (como llaman en Cuba a los burócratas ricos y corruptos) boliburgueses que llevan demasiados años desangrando al país, el mas emblemático caso el de los dólares saqueados de cadivi.
Pienso que ha llegado el momento de un descanso. Este será mi último artículo en este periódico digital por este año, para hablar en el 2015 con más amplitud de lo que me permite este portal. Les doy las gracias a todo el equipo de publicación de aporrea por la paciencia que han tenido conmigo durante estos, a la vez, largos y breves siete años, y de forma especial a los lectores que me aprecian y a los que me odian por renovarme la confianza en respaldarme y criticarme. A todos les deseo una Feliz Navidad y un Prospero Año Nuevo 2015.