La ultima proclama del Libertador expresa, cuando se lee desde lo humano un sentimiento de profunda frustración por parte de un ser humano quién consagro su vida por la justicia e igualdad.
Leerla desde lo político permite observar lo inmensamente grande y extraordinariamente magnánimo de un lider que supo siempre sobreponerse y superar las más grandes dificultades por el bien del colectivo y por la Patria; todo lo demás era subalterno.
Sin duda, la sociedad en la que vivió Bolívar no se corresponde con su adelantado pensamiento, la fuerza motriz, el pueblo tenía una correlación de fuerzas muy adversas en la dirigencia, cuya orientación ideológica era esencialmente mantuana (burgueses de la epoca) quién veía los pensamientos de Bolívar como algo estúpido y sin sentido.
Hoy el pueblo Chavista, tiene la gran responsabilidad ante historia de concretar las ideas y pensamientos de Simón Bolívar por encima de las grandes dificultades que nos impone el imperialismo y la oligarquía, entendiendo además que la lucha ideológica y el debate deben ser las armas fundamentales para desenmascarar a los traidores y vende patrias de oficio que aspiran riquezas mientras que el Libertador se desprendió de ella.
En el Estado Lara en general y en Palavecino en particular, vivimos tiempos difíciles donde el reto esta en derrotar a las distintas fracciones de poder que no se plantean la soberanía popular como fundamento del legado bolivariano y chavista que entienden la política, como negocio y lo humano, como simple mercancía que se vende al mejor postor, su ideología es la democracia representativa y el pueblo es sólo una masa para la maniobra electoral.
Si queremos retomar la senda victoriosa en el Estado Lara, debemos desmontar la falsedad del progresismo levantando las banderas de la democracia participativa, dando calor de pueblo a las políticas revolucionarias del gobierno e impulsando lo nuevo, lo fresco, a las y los jóvenes.
Enfrentar con firmeza, al burócrata servil inquisidor que convierte en dádiva los programas y políticas de la revolución, quienes hacen más daño al proceso que cientos de miles de Henry Falcón y su escuela de arribistas y oportunistas que nos infiltro hasta los tuétanos, es la derecha endógena que habla de revolución y actúa con métodos de contrarrevolución, espanta pájaros políticos que nos han llevado de derrota en derrota.
Por ultimo Palavecino, actualmente vive una degradación y descomposición politica e ideológica a lo interno de las filas revolucionarias muy grave, es un proceso que apenas comienza y pasaran varios años para que el Chavismo retome al menos la iniciativa política.
Mucho excremento, seguirá corriendo por el Río Turbio y mientras no se depuren estas aguas quien se atreva a acercarse a la corriente serán salpicados con la porquería de quienes desde hace 12 años se han bañado en ellas.
Ya Bolívar lo decía: "paciencia y más paciencia, trabajo y mas trabajo, constancia y mas constancia para tener Patria".