Cuba, Estados Unidos y Venezuela: realidades

Lo curioso es que ningún observador, analista, informado, asesor, think tank y anexos se podrían esperar que el Presidente Barack Obama tomara la decisión de anunciar el futuro establecimiento de relaciones diplomáticas con la República de Cuba. Aparentemente, nada tendría que impactar al mundo político, diplomático y académico que dos gobiernos de dos países decidan establecer relaciones diplomáticas sino fuera que el "caso Cuba" ha estado, año tras año, en la discusión política e ideológica mundial para no mencionar los cotidianos impactos en la geopolítica americana durante lo bicoca de medio siglo y un poquito más. Pero ello no tendría tanto impacto si aún estuviera en el ajedrez internacional la no-existencia de la URSS como tampoco se vería afectado sí la República Popular China no hubiera mantenido una política inteligente hacia las realidades caribeñas, particularmente, posterior al deceso del "Gran Timonel", Mao Zedong y sí el Comandante Fidel Castro Ruz no hubiera realizado una visita oficial a China vía Canadá.

Es verdad que las profundas contradicciones entre Washington y La Habana no tuvieron sus impactos fundamentales por la existencia de la URSS y del triunfo de la Revolución China sino que la Revolución Cubana tiene su propio nombre y apellido lo cual es fundamental para un objetivo y real análisis de la Historia de América y sus reales impactos en la geopolítica global del continente americano.

El propio Comandante Fidel Castro en aquellos primeros comienzos revolucionarios expresaba sus pensamientos políticos cuales, en el marco de la ideología contenida tanto en la "Doctrina Monroe" como el macartismo en pleno desarrollo como la evolución tempranera de la "Guerra Fría", se expresaban en contrario a los intereses geopolíticos de Washington no solo por el carácter y significación del concepto "patio trasero" sino por lo novedoso triunfante de una revolución americana que proponía, fundamentalmente, imponer la política natural de la Dignidad del Pueblo, en este caso histórico, cubano; es decir, lo real-importante de la Revolución Cubana no se entendería si no se consideraran expresiones de búsqueda de la dignidad nacional en escenarios que se transportan a lo real-histórico que significó don Simón Bolívar y los próceres de la Independencia de todo el continente americano incluyendo al propio George Washington en comandita con la importante participación del prócer venezolano, don Francisco de Miranda. Como diría Eloy Reverón: "…todo queda entre masones…".

Los procesos independentistas que se fueron expresando por todo el continente americano incluyendo los alzamientos de los pueblos originarios del actual territorio estadounidense irían impactando el inconsciente colectivo de los pueblos americanos porque sino no se podrían entender, comprender y aceptar todas las palabras expresadas por don José Martí como tampoco podríamos comprender la profundidad de aquella terrible frase histórica que expresara Fidel Castro: "…la Historia me absolverá…" cual ha sido norte del pensamiento libertario de los pueblos americanos cual, por cierto, en estos reales e importantes momentos históricos, tienen más vigencia que nunca antes tanto en lo ideológico, en lo político, como en lo real-revolucionario-histórico.

Nos podríamos proponer una simple cuestión: ¿el proceso revolucionario-guerrillero-venezolano hubiera tenido tanto impacto sin la realidad de la Revolución Cubana? Ello no significa que estemos dejando en el tintero todo aquel proceso revolucionario que comenzaría con las expresiones de protesta de los estudiantes universitarios en Caracas en aquel histórico año de 1928 como tampoco podríamos dejar de mencionar el proceso real-político e ideológico que iría transformando paradigmas sociológicos venezolanos con aquel dual sub-conjunto que significó la industria petrolera en Venezuela y la lentas pero seguras realidades que se irían expresando en el transcurso de la Historia Política de Venezuela durante los diferentes gobiernos que se irían sucediendo a posteriori del General Juan Vicente Gómez pasando por el General Eleazar López Contreras (a quien le tenemos especial agradecimiento por su importante ayuda en aquel año de 1969); sin olvidar los sucesos del Gobierno del General Isaías Medina Angarita y las causas y consecuencias del "Golpe de Octubre" al mejor estilo bolchevique. No nos olvidamos del Gobierno nacionalista y de izquierda de don Rómulo Gallegos en aquellos comienzos de la "Guerra Fría" que llevó al golpe de noviembre, al gobierno del General Marcos Pérez Jiménez y al famoso históricamente "23 de enero" (1958). Es decir, la política en Venezuela ha estado durante toda la primera mitad del siglo XX en efervescencia política e ideológica con un fuerte impacto en lo sociológico nacional.

¿Coincidencia? Podríamos atrevernos a conjugar dos hechos históricos: el "23 de enero" con todas las consecuencias políticas, ideológicas y sociales con lo significativo del triunfo de la "Revolución Cubana". Dos realidades que "casi se tropiezan" en la política continental americana claro sin entrar, por ahora, en otras diferentes, variadas y muy importantes variables socio-políticas y de Política de Estado cuales, aparentemente, se conjugaron al mejor estilo del "Plan de Barranquilla".

En el marco de nuestra propuesta debemos considerar como de un hecho extremadamente importante la invitación elevada por el Vicealmirante Wolfgang Larrazabal al líder fundamental del triunfo de la "Revolución Cubana", Fidel Castro, a visitar Caracas en aquel enero de aquel año 1959. Expresamos que, aparentemente, "se tocaron" porque no debemos dejar en el tintero las realidades sico-políticas que se desarrollaron tanto por y en los cuadros fundamentales del partido socialdemócrata, Acción Democrática (AD), y del Partido Comunista Venezolano (PCV), durante la Dictadura perejimenista cuando se traspasaban pensares político-ideológicos entre miembros de ambos partidos referidos tanto en las cárceles como en la clandestinidad. No debemos ni podemos olvidar que cuadros políticos se prepararían militarmente durante aquel periodo trágico en Venezuela. Olvidar las incidencias heredadas por impuestas de los paradigmas decididos en la Tercera Internacional en los cuadros comunistas y nacionalistas venezolanos. No podríamos llevar nuestro egoísmo ideológico a negar las realidades que se vivieron en partidos como Unión Republicana Democrática (URD) ni del partido social-cristiano, Copei frente a la dictadura perejimenista que, se acepte, bien se rechace, también sufrieron en diferentes niveles las realidades políticas que imponen, necesariamente, una dictadura.

Es decir, verdad es que el "23 de enero" tuvo un importante significado político continental como bien lo podría exponer y explicar "el Buho" (claro sí dejase el dogmatismo en el archivo, precisamente, en estos momentos). No debemos olvidarlo porque de aquel triunvirato salieron tres realidades: la guerrilla, la UTC y la real confrontación ideológica entre la "Rerum Novarum" y "El Capital". Es decir, podríamos exponer, con desparpajo, que el "23 de enero" ya contenía su germen de revolución criollo-venezolana. En ese contexto, nos podríamos preguntar: ¿sería la Revolución Cubana el catalizador de una realidad que deseaba salirse de su propio cul de sac en el cual se había avenido? Queda el estudio por realizar pero el desarrollo de las consecuencias post-derrocamiento de Pérez Jiménez avivaron las esperanzas significativas que se habían impreso durante la dictadura perezjimenista: libertad y democracia sin mayores desarrollos conceptuales; es decir, la sociedad venezolana deseaba conocer y disfrutar aquellos dos vocablos políticos; es decir, el inconsciente se transformó en consciente cual a su vez se convertiría en ideología obligante.

Pero todas aquellas contradicciones encontrarían su propia contradicción político-ideológica con la "Doctrina Betancourt", primero en Costa Rica para imponerse en Uruguay. La praxis de aquella doctrina significó, fundamentalmente, el real enfrentamiento entre, curiosamente, don Rómulo Betancourt y el Comandante Fidel Castro Ruz. Exponemos, curiosamente, porque los enemigos ideológicos de un Fidel caminando hacia la comprensión profunda de los significados del desarrollo de políticas leninistas en un escenario de "Guerra Fría", deberían haberse expresado desde, militantemente, el partido socialcristiano Copei pero don Rómulo Betancourt, sagaz, astuto, ladino y, profundamente, pragmático percibió los reales significados del momento histórico en el marco de aquellos comienzos de la "Guerra Fría" profundamente diferentes a los paradigmas tradicionales de la "Doctrina Monroe" pero sin negar lo militar-pentagónico del significado de la política del "patio trasero". En ocasiones es necesario exponer realidades. Don Rómulo Betancourt cuando se sentaba a conversar con doña Efi Rosquete se dirigía a ella como "…mi querida comunista…", en conocimiento de sus cuatro años en cárceles franquistas. ¿Lo traicionaba su inconsciente?

En fin, aquella doctrina en mención le serviría tanto a Washington como al Pentágono para desarrollar los comienzos de nuevas políticas represivas a las sociedades americanas, le serviría para imponer los paradigmas de la Dependencia, le serviría para justificar invasiones, asesinatos, represiones que se irían desarrollando en movimientos políticos revolucionarios americanos durante toda la segunda mitad del siglo XX. Al tiempo, aprobar desde el Congreso políticas de aislamiento contra el Gobierno y la sociedad de la República de Cuba en el marco del escenario del fracaso de la derrota en Bahía de Cochinos. Han sido más de medio siglo, una vergüenza natural en el marco de lo real significativo de "lo creado", independientemente de realidades que se irían expresando, políticamente, durante el desarrollo de la Revolución Cubana; por ello nos obligamos a la hipotética pregunta: ¿si Washington hubiera actuado con criterio pragmático hubiera tenido y pudiera tener mejores relaciones con todos los pueblos del continente americano?

Barack Obama "…ha sido valiente…" como lo expresaría el Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros. Verdad verdadera cuando analizamos someramente las realidades políticas que se vienen desarrollando en la política estadounidense no solo desde el "Tea Party" sino, también, de ciertos factores militares que se niegan a dejar de ser "halcones" como lo podemos observar en el desarrollo de lo que el Presidente Vladimir Putin ha denunciado como la "nueva Guerra Fría" que José Vicente Rangel Vale (JVR) ha conceptualizado como la "nueva política Obama". Ha sido no solo valiente sino que deberíamos reconocerle que se está arriesgando cuando ha decidido, ejecutivamente, acercarse, realmente, a todas las sociedades y países americanos acompañado, debemos precisarlo, con Canadá.

Es verdad que las decisiones humanitarias eran no solo importantes sino fundamentales; es decir, el intercambio de prisioneros y prisioneros políticos, fundamentalmente, nos referimos a los prisioneros políticos cubanos revolucionario-castristas, revolucionarios combatientes vehementes en contra el terrorismo internacional sin distingo de fundamentos dogmáticos y profundamente equivocados. En ese marco de libertad, en nuestro modesto criterio, debemos exponer que la libertad de los tres prisioneros políticos cubanos junto a los dos cubanos que habían obtenido su libertad previamente ha permitido que la "guerra fría caribeña" haya alcanzado su necesario y obligado fin geopolítico con lo cual las palabras del Comandante Fidel Castro: "…regresarán…" tienen un mayor significado político actual en el marco de la paz y la convivencia continental americana que, seguramente, se expresará en profundidad en México en fecha próxima.

Es nuestro deber precisar que nuestro Comandante en Jefe, Hugo Rafael Chávez Frías, ha sido "piedra angular" del proceso de la "Nueva Independencia Americana".



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Miguel Ángel Del Pozo


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