Parafraseando a Boaventura De Sousa Santos, no es el calendario quien nos empuja hacia los vientos finales del año 2014, sino que son las horas que inevitablemente ya se le acaban a este año. Y si miramos atrás, donde los silencios y susurros se volvieron guarimbas peligrosas, vamos a ver las ruinas de una oposición que a pesar de todas las evidencias se esconde detrás de las fachadas, queriendo aparecer bajo un manto democrático cuando en realidad su piel y su esencia es terrorista, antidemocrática y violenta. Ese es el mejor retrato que se puede hacer de una familia política dañina para la sociedad venezolana y su sistema político.
Haciendo un balance político del año que está a punto de cruzar las orillas del tiempo, afirmamos que la gran perdedora de toda esta contienda fue la oposición, quien con sus prácticas políticas hizo mucho daño al pueblo venezolano, a las familias, a los niños y niñas, a los ancianos, a muchos jóvenes universitarios cuyo rostro ahora es el de la violencia y símbolo de la generación manipulada. Están todos los hechos, todas las evidencias, todas las pruebas de que la lucha de la oposición es desencantada y triste, que a cada hora va haciendo aguas, convirtiéndose inevitablemente en un pantano ceniciento.
Más allá del bien y del mal, de los ambientes de cohesión inventados por los grupos de la extrema derecha, la oposición venezolana pasa por un momento crítico que no es solo profundo sino de carácter irreversible. La llamada MUD luce displicente y obsolescente, donde el radar no logra detectar la diáspora. Aterrorizada por su propio terror, muchos de sus partidarios se fueron frustrando por el tipo de lucha planteada por los principales dirigentes opositores, quienes asesinaron dieron la orden de asesinar, degollar, incendiar, amedrantar, secuestrar y mentir. Quisieron manipular haciendo aparecer a los guarimberos y tontos manifestantes como héroes nacionales, en tanto que a los guardias y miembros de los cuerpos de seguridad como asesinos.
Poco a poco, el gobierno nacional fue desmontando el plan macabro que había diseñado la oposición venezolana, con ayuda de individuos perversos e instituciones terroristas que quieren hacerle daño a Venezuela. La trama se fue develando y pronto empezaron a caer los principales cabecillas, hoy tras rejas por sedición. Muchos cobardes se escondieron bajo la falda del silencio y por allí andan avivando las llamas del odio contra el gobierno y así desestabilizar del país.
Durante el año 2014 no pararon en sus empeños perversos de derrocar al gobierno y detener la revolución. Para este 2015 no se vislumbra que se detengan su carrera de terrorismo político y hacerle daños a la sociedad venezolana. Anclados en el pensamiento maquiavélico han jurado que el fin justifica los medios, por ello apelarán a todos los medios posibles para obtener el poder, de allí que el gobierno y el estado venezolano deben estar alerta máxima, porque cuando la patria está en peligro, no tener miedo es la actitud más revolucionaria que se pueda tener y hay que prever los escenarios. Y como lo cortés no quita lo valiente digo que a Dios rogando y con el mazo dando, así que de antemano un feliz año nuevo. Nos volvemos a leer el lunes 5 de Enero del año 2015. Así será.