Desde hace 16 años se viene implementando en Venezuela un modelo de desarrollo democrático y socialista, con amplias participaciones populares y públicas orientado al bienestar social y el progreso del país, modelo consultado ampliamente en la sociedad mediante los Planes Simón Bolívar I y II, y son harta conocidas las conquistas sociales en materia de derechos sociales y humanos, por lo que no es cierto que sea un modelo "impuesto", es resultado de reiterados procesos democráticos electorales donde ha salido airoso el chavismo frente a la oposición. La dificultad del modelo no es resultado de las políticas públicas del gobierno de Nicolás Maduro, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, al que se le quiere obligar a "rectificar" por los problemas del mercado, y "torcer ideológicamente el camino socialista, se le presiona para hacerlo, su negativa ha producido reacción en los empresarios capitalistas, para ello se sirve de la restricción de la oferta de bienes alimenticios y de higiene personal como respuesta, violando la libertad de mercado, al negar el derecho al acceso de bienes regulados y de primera necesidad al pueblo.
¿Cuáles razones con satanizan empresarios y políticos aliados opuestos al gobierno de un supuesto fracaso del modelo marxista? Las reacciones a "las políticas económicas" del gobierno. Pareciera ser la causa por la cual los empresarios privados se oponen, abandonando los negocios para hacer política partidista, apostando a que todo colapse públicamente, fracase económicamente e implosione socialmente el modelo por dentro, causando "frustración, depresión y rabia" mediante acciones "terroristas" de acaparamiento, contrabando y bachaqueo, creando la imagen de una "economía de guerra", induciendo la escasez y la angustia del hambre, privando toda la población sin reconocer clase alguna, estereotipando con la escasez al comunismo, sacar ventajas electorales en los próximos comicios mediante la estigmatización del socialismo bolivariano como "modelo fracasado", en eso apuesta a futuro.
el prejuicio político contra "el comunismo" de la oposición venezolana pretende sonsacarlo con más intensidad en la cercanía de los comicios, tratan de desmeritar los logros de la revolución bolivariana en salud, educación, vivienda, empleo e infraestructuras, anulándolos con "los problemas de mercado", imputándole un guion supuesto, "El libreto marxista" en relación a las políticas de expropiaciones públicas como causante de haber "acabado el aparato productivo", de allí que acusen al gobierno de responsabilidad de la escases del mercado. ¿Qué proponen? La propuesta del modelo opositor, un modelo privado, (Alianza de capital nacional y extranjero) sin precisar la orientación capitalista, el decirlo alude al problema de la explotación patronal, de la relación capital –trabajo, ya el modelo privado neoliberal "hizo aguas" en Venezuela, mal podríamos recomendarlo como panacea si ya fracasó, el Caracazo fue su asonada, el 4 de febrero su diana, y el triunfo democrático de Chávez lo sepultó, el pueblo no olvida aquello, el ensañamiento de las políticas económicas del capitalismo contra el pueblo, por eso, si la oposición persiste en acabar con la revolución, el pueblo tendrá que acabar políticamente con la oposición.
De la misma forma, el pueblo tiene que acabar con satanización del modelo público, desnudar los intereses privados ocultos, el desmantelamiento del Estado, la desregulación de la economía pública, pretendiendo lograr ganancias para el capital en oposición al salario, ¿Cómo entonces se explica el llamado bienestar para todo el pueblo trabajador?. El modelo privado eficiente en la explotación del trabajador logra grandes ganancias para el capitalista y termina resolviendo la crisis sobre los hombros de los trabajadores "usuarios de los bienes y servicios" que las empresas capitalistas producen. Otros medios de las cuales se valen para ser competitivos el modelo privado, son los créditos, subsidios y compras del Estado de las cuales se sirven para elevar su rentabilidad económica a costa del pueblo soberano. Por otro lado; nada garantiza que la sustitución del modelo bolivariano de "Hacienda Pública" por "el modelo descentralista" alcance el bienestar social, miles de empresas sucumben ante la competencia del mercado, terminan por arruinarse, fracasar y absorbidas por otras, que traiga bienestar público no es cierto, no es más eficiente socialmente, sus errores económicos se lo cargan a las finanzas del Estado, por lo tanto reconocer el valor del Estado, es solo para beneficiarse para sí, con las compras, los créditos, los contratos no para democratizar la sociedad y el valor del mercado solo para enjugar ganancias para su negocio privado en detrimento del salario.
