No hay duda de que ser “el país más barato del mundo”, tal como dijo Vielma Mora hace unos días, tiene sus consecuencias; y de estas debilidades se está agarrando la Guerra Económica. Sin embargo, a pesar que por más de un año se viene hablando y haciéndole frente no se ha detallado con exactitud al pueblo cómo acciona, de qué elementos se vale, bajo qué premisas de maneja y cómo se está accionando para vencerla. Aún existe poco detalle y poca comunicación al respecto.
¿Qué fin pretende? Sin duda, la pérdida del seguimiento al proceso revolucionario y generar una crisis interna motivado a la aparente ineficacia en la respuesta del Gobierno a los varios flancos de ataque. Su fin es que el Gobierno de Maduro pierda apoyo al mostrarlo como incapaz. En Chile, aquella junta militar que derrocó a Allende justificó parte de su actuación a “La incapacidad del Gobierno para controlar el caos”.
¿Qué genera? Fundamentalmente dos acciones: Escasez e Hiperinflación. De manera que al pueblo se le haga difícil obtener los productos de mayor demanda para solventar las principales necesidades del ser humano. Estas necesidades, definidas en la pirámide de Maslow, lograron ser satisfechas en el proceso revolucionario.
Sólo me centraré en la primera de ellas: las necesidades básicas; las cuales Maslow relaciona a beber, comer, descansar, aseo personal. En revolución dejó de ser un enigma para el venezolano si al día siguiente iba o no iba a comer. Es tácito que si lo va a hacer. Existió un incremento significativo de la capacidad adquisitiva.
Y dado a que ya se superaba ese pensamiento, ahora nos centrábamos en qué comer, qué beber, qué elementos usar para el aseo personal. Contamos con múltiples opciones: diferentes marcas, diferentes presentaciones. Y a todas y a cada una de ellas teníamos acceso. Anteriormente, el venezolano se centraba a adquirir al detal sus artículos, casi semanalmente: papel higiénico para la semana, harina para la semana, una crema dental hasta que se agotara, un champú, muy raras veces acondicionador, unos pocos gramos de carne, de pollo, pescado. En revolución comenzamos a comprar por cantidades mayores: Kilos de Carne y Pollo, Bultos de Harinas, de Papel Higiénico.
Una vez alcanzado estos logros, y como ciudadanos enfocados al desarrollo, no esperamos retroceder. Sin embargo, con la Guerra económica se nos obliga. Y eso obviamente no agrada.
Ahora bien, ¿cómo generan la escasez y la hiperinflación?
Al ser un país altamente importador, dependemos del dólar como moneda de transacción. De ahí el trabajo que vino realizando lechuga verde y dólar today para convertirse en referenciales de la economía, lo mismo hizo en su oportunidad tucarro.com y tuinmueble.com, a quienes se les obligó dejar de publicar los precios y dejaron de ser referenciales económicos.
Otro de los factores que ocasiona escasez e hiperinflación es obviamente el acaparamiento, el contrabando de extracción, la especulación local y las casas de bolsas de Colombia que son capaces de pagar mucha más plata por un dólar que venda. Pero aquí existe un gran problema dado que la especulación la practican casi TODOS los comerciantes y distribuidores.
¿Qué hacer? Ha sido correcto el trato que se le ha dado al contrabando y la participación de la SUNDDE al incremento de las sanciones a los comercios especuladores. El SIMADI está actualmente compitiendo con dolartoday para convertirse en referencia, lo cual también es bueno. Estas acciones son claves y están bien enfocadas. Era necesario tipificar estos delitos en el orden jurídico y era necesario crear un mecanismo alterno para dolartoday que fuese legal.
Ahora bien, creo que el siguiente paso necesariamente debe estar atado al sistema financiero. Debe activarse con amplio espectro la Unidad Nacional de Inteligencia Financiera que se encuentra adscrita a SUDEBAN. Esta unidad es la responsable de prevenir el lavado de dinero del narcotráfico así como el dinero que ingresa al sistema financiero por concepto de venta de dólares obtenidos de forma ilegal (raspando cupos); de ventas con sobreprecios de bienes y artículos (vehículos, viviendas, cesta básica); de alquiler con sobreprecio de viviendas; del pago de comisiones (corrupción, extorsión cuando se adquiere un vehículo).
Si esta unidad se activa como debe, mucha gente sería sancionada actualmente y a muchísima gente esto le causaría al fin temor en realizar acciones ilegales de este tipo. Hoy día cualquier persona compra y vende vehículos muy por encima de lo estipulado en la ley. Hoy día los raspa cupos venden sus dólares bajo el mercado ilegal. Hoy día muchos concesionarios exigen el pago de comisión por venderte un vehículo al precio “de concesionario”. Hoy día miles de trabajadores de las empresas ensambladoras de vehículos venden sus cupos o los vehículos que le corresponden al precio de especulación. Hoy muchos comerciantes venden todo tipo de artículos muy por encima del precio justo. Entre otros tantos delitos.
Y esto no se hace a escondidas, no son transacciones en efectivo, son transacciones digitales. Pero esto ocurre porque saben qué pueden ser hechas de manera absolutamente impune. No existe la primera persona castigada por lavado de dinero por venta de divisas en forma ilegal, no existe la primera persona castigada por lavado de dinero producto de la venta con sobreprecio de vehículos.
Por eso llamo la atención a SUDEBAN y a su Unidad Nacional de Inteligencia Financiera a que se active como es, como brazo defensor de los derechos del venezolano. Estoy seguro que una vez se comience a sancionar a todo aquél que incurra en esos delitos de lavado de dinero, la especulación se va reducir drásticamente y en consecuencia se puede hará menos apetecible para la gente revender productos al no poder justificarlos legalmente.
Otra acción que se debe abordar es a la página de mercadolibre y similares. Está bien que se comercialice lo que se quiera, pero no al precio que se quiera. Esta página también está convirtiéndose en referencia de precios especulativos e institucionalizando lo ilegal del asunto. Ningún artículo usado, salvo aceptadas excepciones, debe tener un precio mayor al de un artículo nuevo.
Se ha institucionalizado lo ilegal por lo agradable de hacer dinero de forma fácil. A mucha gente le ha convenido desde hace un tiempo la especulación. Que los vehículos y las viviendas alcancen precios enormes es una falsa apariencia de opulencia, porque todo alrededor incrementa en igual proporción. Es una burbuja que tiene que explotar y mientras explota mucha gente está actuando para llenarse de la manera que más se pueda.
Es hora de explotar la burbuja.
Para aporrea
Gabriel Hernández
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@gabriel_hb