"…Quienes más sufren en una crisis son quienes no jugaron ningún rol en crearla…"
Joseph Stiglitz
La economía de Venezuela está hecha un verdadero desastre, y esto se demuestra a simple vista. No hace falta ver las estadísticas ocultas del BCV. El pueblo venezolano está ciertamente pasando mucho, pero mucho trabajo.
Es innegable el efecto que las sanciones impuestas al País están teniendo sobre las finanzas, y tampoco es innegable el hecho de que el Gobierno parece no tener idea la mayor parte del tiempo de cómo solventar la situación, o si la tiene, ni la comunica ni la implementa.
Cuando todo parecía sin salida, en una reconocible gran movida, se produjo hace ya casi dos meses el anuncio sorpresivo del Petro, cuyo whitepaper se propuso informar el día 14, luego el 21 y siendo hoy 24 aún no se notifica (uno de los grandes errores repetitivos en materia económica). No obstante, es ciertamente el Petro una gran apuesta, una herramienta que si se aplica bien, no sólo rescataría a la economía venezolana, sino que además la impulsaría de manera vertiginosa similar a lo acontecido con Argentina, Brasil, Bolivia y Perú cuando atravesaron procesos hiperinflacionarios terribles como el nuestro.
Por lo que se ha podido leer sobre la materia, el Gobierno ha querido erróneamente cazar dos conejos con su implementación: Buscar Financiamiento Externo y Parar la espiral inflacionaria. Sin embargo, las últimas declaraciones apuntan a que se estaría tomando una dirección errada.
En función de ello, enumero algunas medidas económicas que debe tomar el Gobierno para garantizar el éxito de esta moneda:
1.- Para detener la espiral inflacionaria:
Es obligatorio abrirse al mercado de divisas. La restricción de divisas (distinta a lo que es el control cambiario) está mermando toda posibilidad de producción. En este sentido, la implementación del Petro puede efectivamente generar la apertura al mercado de divisas sin comprometer en absoluto las reservas internacionales en $ con las que cuenta el Pais. Al estar respaldadas por otros componentes, es posible entonces que personas naturales y jurídicas accedan a monedas fuertes sin menguar las reservas internacionales. Para lograr esto, es obligatorio que se implemente lo siguiente:
- Implementar el Petro como moneda de prestación de servicios laborales: El Bolívar y El Petro transitarán juntos, adquiriendo cada venezolano su salario en Petros, convertibles a Bs. Independientemente del valor que tome el Bolívar, el ciudadano obtendrá su salario en una moneda fuerte. El salario mínimo quedaría establecido en 4 Petros (240$), siendo que la canasta básica ronda alrededor de los 100$, el poder adquisitivo vuelve a incrementarse.
- Establecer inicialmente un tope de emisión de Petros para el consumo nacional equivalente a la liquidez monetaria que ronda los 133MBillones y a cantidad de Reservas internacionales, actualmente en 9,5MM$; en ese sentido, la emisión de Petros convertibles en Bs. no puede superar los 161millones. Debe respetarse de manera obligatoria que todo Petro intercambiable en Bs, debe estar respaldado por su equivalente en reservas internacionales para generar confianza de control, aún cuando no se encuentre en teoría el Petro respaldado por las reservas internacionales sino por otros minerales.
2.- Para obtener ingresos adicionales:
El ingreso adicional, puede ser obtenido a través de la venta de los Petros a los exchanges internacionales donde, en la actualidad, muchas se encuentran interesadas; adicionalmente debe realizarse su colocación inicial en un Exchange propio del país con posibilidad de apertura hacia otros exchanges. Venderse a través de subastas privadas le resta el potencial que el Petro puede tener en el mercado internacional, incluso lo limita enormemente. Se estaría subestimando el potencial de crecimiento de esta moneda.
Una vez colocado en el mercado, la divisa debería fluctuar en función del mercado petrolero, que es mucho más estable y menos fluctuante que el que actualmente rige al resto de las criptomonedas, esto se lograría gracias a la existencia del Exchange Nacional de Petros, el cual permitiría su estabilidad en los mercados. Para garantizar su capitalización, el Estado venezolano debe exigir que toda exportación obligatoriamente sea pagada en Petros.
3.- Transición Bolívar – Petro – Bolívar.
Evidentemente el Petro pasaría progresivamente a sustituir el Bolivar, actualmente devaluado, y se debe ir implementando paulatinamente la tecnología capaz de lograr su uso comercial dentro del país de forma rápida. Uno de los mecanismos podría ser la implementación del sistema de huellas dactilares o de tarjetas enlazadas al Wallet de esta moneda.
La banca nacional, deberá abrir su cartera al uso de moneda fiduciaria extranjera, así como paulatinamente ir adquiriendo Petros en el sistema nacional.
Sólo cuando el uso del Petro se encuentre consolidado a nivel País, se podría sustuir su denominación al de Bolívar nuevamente. Teniendo ahora una moneda convertida en divisa y utilizada a nivel mundial.
Ojalá el equipo de economía se encuentre analizando este tipo de escenario y que las acciones se encaminen por el camino correcto, de hacerlo, aquí habrá revolución para rato; en caso contrario, no llegaremos al 2021, tal vez ni a mediados de 2018.