Julio Mosquera
En estas últimas semanas el término “Orden Ejecutiva” (Executive Order) ha ocupado, y con mucha razón, un amplio espacio en los medios de comunicación. Yo particularmente primera vez que oía ese término. Lamentablemente, nos hemos enterado acerca de la existencia de tal instrumento jurídico del Poder Ejecutivo de los Estados Unidos, porque mediante una de esas ordenes ejecutivas se pretende imponer formas de comportamiento a nuestro gobierno y se coloca la primera piedra para lanzar “legalmente” una serie de acciones en contra de nuestro país. Estamos ante un acto sumamente grave y hostil desde el Poder Ejecutivo de los Estados Unidos, siguiendo unas líneas trazadas desde el Congreso de ese país. Entender la gravedad de la situación planteada pasa por conocer que carrizo es eso de una “Orden Ejecutiva”. No es posible combatir algo sin entenderlo, ignorando su origen y su evolución. Este artículo es una contribución en ese sentido, para que comprendamos mejor el significado de una “Orden Ejecutiva” del Presidente de los Estados Unidos. Espero que después de leerlo se tenga una mejor apreciación de sus posibles consecuencias.
¿Cuál es el origen de las ordenes ejecutivas?
El primer basamento legal en que se soportan las ordenes ejecutivas en los Estados Unidos se encuentra en el “Bill of Rights”, nombre con el que se conoce la Constitución de ese país. El Artículo II de dicha Constitución, en su Primera Sección, comienza con la siguiente oración: “The executive Power shall be vested in a President of the United States of America.(...)”. Lo cual se traduce como: “Se deposita el poder ejecutivo en un Presidente de los Estados Unidos.(...)”. A lo cual se agrega en la Segunda Sección de este mismo artículo que el Presidente: “(...) cuidará de que las leyes se ejecuten puntualmente (...)”. Queda establecido así como una atribución del Presidente dictar las órdenes a los entes correspondientes que conforman el Ejecutivo para dar cumplimiento a las leyes.
¿Cuál Presidente de los Estados Unidos aprobó la primera Orden Ejecutiva y cuándo?
George Washington fue el primer Presidente de los Estados Unidos en firmar una Orden Ejecutiva, el 22 de abril de 1793. Mediante esa orden ejecutiva, el Presidente le ordenaba a los agentes federales juzgar a toda persona que interfiriera en la guerra entre Francia e Inglaterra. Washington asumió esa atribución en vista de que el congreso se encontraba en receso para ese momento. En todo su gobierno, Washington promulgó solo 8 ordenes ejecutivas, mientras que Abraham Lincoln promulgó 48. El Presidente Franklin D. Roosevelt es el que más ordenes ejecutivas ha emitido en la historia de los Estados Unidos, durante los 12 años que duró su régimen emitió 3.522 ordenes ejecutivas. Entre esas tantas ordenes se encuentran algunas donde se ordenaba la expropiación de empresas, minas y otras instalaciones industriales de propiedad privada para ponerlas al servicio de la guerra. (Fuente: http://people.howstuffworks.
¿Dónde son publicadas las ordenes ejecutivas?
Las ordenes ejecutivas son publicadas en el “Federal Register”, algo así como nuestra Gaceta Oficial. Durante su primer período como Presidente, Bill Clinton ordenó que se organizaran las ordenes ejecutivas en lo que denominaron “Executive Orders Disposition Tables Index”. Este índice puede consultarse en línea en la dirección: http://www.archives.gov/
¿Son todas las órdenes ejecutivas iguales?
No. Hay diversos tipos de ordenes ejecutivas. Algunas tienen la finalidad de designar funcionarios, otras establecer ordenes jerárquicos en la organización de entes gubernamentales, etc. En la mayoría de los casos han sido usadas para legislar sobre asuntos ligados con guerras en desarrollo o para preparar las condiciones internas previas a acciones bélicas.
¿Están todas y todos los ciudadanos a favor de las ordenes ejecutivas?
No todas y todos los ciudadanos de los Estados Unidos están de acuerdo con ese instrumento legal denominado Orden Ejecutiva. Para algunos, las ordenes ejecutivas son signos del debilitamiento de la democracia. Porque el Presidente, de manera unilateral y sin el control del Congreso, asume funciones legislativas. Mientras que otros consideran que mediante estas ordenes ejecutivas el Presidente tendría poderes casi dictatoriales.
¿Tiene poderes ilimitados el Presidente de los Estados Unidos mediante el uso de las ordenes ejecutivas?
Algunos argumentan (ver por ejemplo Green, 2000) que las ordenes ejecutivas pavimentan el camino hacia una dictadura en los Estados Unidos. Este argumento, aunque se basa en la suposición ingenua de que en ese país hay democracia, alerta sobre el peligro que significa el poder del Presidente de legislar unilateralmente sin control de los otros poderes. Sin embargo, el estira y encoje del poder dictatorial del Presidente, y de los senadores, depende de los intereses de clase que afecte al tomar decisiones. Por ejemplo, la primera vez que la Corte Suprema de los Estados Unidos se opuso a un Orden Ejecutiva, fue en el caso en el que el Presidente Harry Truman, en 1952, durante la Guerra de Corea, emitió una Orden Ejecutiva mediante la cual ordenaba la nacionalización de las minas de hierro y las siderúrgicas. Los propietarios de las minas y las siderúrgicas lograron que la Corte Suprema anulara la Orden Ejecutiva por inconstitucional. Al Capital realmente no le interesa la democracia, solo la invoca cuando ésta le permite actuar a sus anchas.
A manera de conclusión
Las órdenes ejecutivas son principalmente un instrumento legal del que dispone el Presidente de los Estados Unidos para que el Poder Ejecutivo, a través de los organismos que considere adecuados, haga cumplir las leyes promulgadas por el Congreso. Además, las ordenes ejecutivas han sido usadas por los presidentes de los Estados Unidos como un mecanismo para legislar, incluso algunas veces en contra de la voluntad del Congreso. Este uso del Presidente de la Orden Ejecutiva para legislar ha sido criticado por diversos sectores en ese país, por considerar que de esta forma el Presidente puede legislar de manera anti-democrática, sin consultar al Congreso, donde se encuentran los representantes electos de cada uno de los estados que conforman la Unión.
Hay que tener en cuenta que la Orden Ejecutiva, conocida con el título de “Blocking Property and Suspending Entry of Certain Persons Contributing to the Situation in Venezuela”, fue promulgada por el Presidente de los Estados Unidos Obama para ejecutar la Ley Pública 113-278, aprobada por el Congreso de los Estados Unidos bajo el título de “Venezuela Defense of Human Rights and Civil Society Act of 2014”. Este debe ser el principal centro de nuestra atención y nuestra preocupación. La Orden Ejecutiva es una consecuencia “lógica” de la Ley Pública 113-278. A dicha ley le dedicaré un artículo aparte.
Nos debe quedar bien claro que una Orden Ejecutiva es un instrumento legal de los Estados Unidos, y que su ámbito de aplicación se limita a los individuos de los Estados Unidos, y a su territorio. Ninguna Orden Ejecutiva firmada por cualquier presidente de ese país tiene validez en nuestro territorio, ni se aplica a los individuos fuera del territorio de los Estados Unidos. Toda pretensión en contrario es un acto inamistoso y de flagrante intromisión en nuestros asuntos.
La Orden Ejecutiva firmada por el Presidente Obama, sobre la “situación” en Venezuela, operacionaliza un conjunto de acciones en contra de la Revolución Bolivariana y de nuestro pueblo, siguiendo lo ordenado por el Congreso de los Estados Unidos. Por esta razón, tenemos que tomarnos muy en serio el contenido de dicha orden ejecutiva. Ésta constituye un primer paso en la operacionalización de un plan de intervención de nuestro país que fue lanzado desde el Congreso en el 2014. Después del fallido golpe del 11 de abril, derrotado por la contundente respuesta del pueblo venezolano quien restituyó en la presidencia al Comandante Chávez, en Estados Unidos han estado diseñando un nuevo plan para detener a la Revolución Bolivariana. En esta oportunidad, una buena parte de ese plan se juega sobre la mesa, con una fachada legalista. Algunas cartas, la Ley Pública 113-278 y la Orden Ejecutiva recién firmada por Obama, ya están a la vista.
Referencias
Green, T. L. (2000). Executive Orders: A Blueprint for Dictatorship. Documento en línea. Disponible en: http://www.millennium-ark.net/
julio_mosquera@hotmail.com¿Qué es una “Orden Ejecutiva” del Presidente de los Estados Unidos?
Julio Mosquera
En estas últimas semanas el término “Orden Ejecutiva” (Executive Order) ha ocupado, y con mucha razón, un amplio espacio en los medios de comunicación. Yo particularmente primera vez que oía ese término. Lamentablemente, nos hemos enterado acerca de la existencia de tal instrumento jurídico del Poder Ejecutivo de los Estados Unidos, porque mediante una de esas ordenes ejecutivas se pretende imponer formas de comportamiento a nuestro gobierno y se coloca la primera piedra para lanzar “legalmente” una serie de acciones en contra de nuestro país. Estamos ante un acto sumamente grave y hostil desde el Poder Ejecutivo de los Estados Unidos, siguiendo unas líneas trazadas desde el Congreso de ese país. Entender la gravedad de la situación planteada pasa por conocer que carrizo es eso de una “Orden Ejecutiva”. No es posible combatir algo sin entenderlo, ignorando su origen y su evolución. Este artículo es una contribución en ese sentido, para que comprendamos mejor el significado de una “Orden Ejecutiva” del Presidente de los Estados Unidos. Espero que después de leerlo se tenga una mejor apreciación de sus posibles consecuencias.
¿Cuál es el origen de las ordenes ejecutivas?
El primer basamento legal en que se soportan las ordenes ejecutivas en los Estados Unidos se encuentra en el “Bill of Rights”, nombre con el que se conoce la Constitución de ese país. El Artículo II de dicha Constitución, en su Primera Sección, comienza con la siguiente oración: “The executive Power shall be vested in a President of the United States of America.(...)”. Lo cual se traduce como: “Se deposita el poder ejecutivo en un Presidente de los Estados Unidos.(...)”. A lo cual se agrega en la Segunda Sección de este mismo artículo que el Presidente: “(...) cuidará de que las leyes se ejecuten puntualmente (...)”. Queda establecido así como una atribución del Presidente dictar las órdenes a los entes correspondientes que conforman el Ejecutivo para dar cumplimiento a las leyes.
¿Cuál Presidente de los Estados Unidos aprobó la primera Orden Ejecutiva y cuándo?
George Washington fue el primer Presidente de los Estados Unidos en firmar una Orden Ejecutiva, el 22 de abril de 1793. Mediante esa orden ejecutiva, el Presidente le ordenaba a los agentes federales juzgar a toda persona que interfiriera en la guerra entre Francia e Inglaterra. Washington asumió esa atribución en vista de que el congreso se encontraba en receso para ese momento. En todo su gobierno, Washington promulgó solo 8 ordenes ejecutivas, mientras que Abraham Lincoln promulgó 48. El Presidente Franklin D. Roosevelt es el que más ordenes ejecutivas ha emitido en la historia de los Estados Unidos, durante los 12 años que duró su régimen emitió 3.522 ordenes ejecutivas. Entre esas tantas ordenes se encuentran algunas donde se ordenaba la expropiación de empresas, minas y otras instalaciones industriales de propiedad privada para ponerlas al servicio de la guerra. (Fuente: http://people.howstuffworks.
¿Dónde son publicadas las ordenes ejecutivas?
Las ordenes ejecutivas son publicadas en el “Federal Register”, algo así como nuestra Gaceta Oficial. Durante su primer período como Presidente, Bill Clinton ordenó que se organizaran las ordenes ejecutivas en lo que denominaron “Executive Orders Disposition Tables Index”. Este índice puede consultarse en línea en la dirección: http://www.archives.gov/
¿Son todas las órdenes ejecutivas iguales?
No. Hay diversos tipos de ordenes ejecutivas. Algunas tienen la finalidad de designar funcionarios, otras establecer ordenes jerárquicos en la organización de entes gubernamentales, etc. En la mayoría de los casos han sido usadas para legislar sobre asuntos ligados con guerras en desarrollo o para preparar las condiciones internas previas a acciones bélicas.
¿Están todas y todos los ciudadanos a favor de las ordenes ejecutivas?
No todas y todos los ciudadanos de los Estados Unidos están de acuerdo con ese instrumento legal denominado Orden Ejecutiva. Para algunos, las ordenes ejecutivas son signos del debilitamiento de la democracia. Porque el Presidente, de manera unilateral y sin el control del Congreso, asume funciones legislativas. Mientras que otros consideran que mediante estas ordenes ejecutivas el Presidente tendría poderes casi dictatoriales.
¿Tiene poderes ilimitados el Presidente de los Estados Unidos mediante el uso de las ordenes ejecutivas?
Algunos argumentan (ver por ejemplo Green, 2000) que las ordenes ejecutivas pavimentan el camino hacia una dictadura en los Estados Unidos. Este argumento, aunque se basa en la suposición ingenua de que en ese país hay democracia, alerta sobre el peligro que significa el poder del Presidente de legislar unilateralmente sin control de los otros poderes. Sin embargo, el estira y encoje del poder dictatorial del Presidente, y de los senadores, depende de los intereses de clase que afecte al tomar decisiones. Por ejemplo, la primera vez que la Corte Suprema de los Estados Unidos se opuso a un Orden Ejecutiva, fue en el caso en el que el Presidente Harry Truman, en 1952, durante la Guerra de Corea, emitió una Orden Ejecutiva mediante la cual ordenaba la nacionalización de las minas de hierro y las siderúrgicas. Los propietarios de las minas y las siderúrgicas lograron que la Corte Suprema anulara la Orden Ejecutiva por inconstitucional. Al Capital realmente no le interesa la democracia, solo la invoca cuando ésta le permite actuar a sus anchas.
A manera de conclusión
Las órdenes ejecutivas son principalmente un instrumento legal del que dispone el Presidente de los Estados Unidos para que el Poder Ejecutivo, a través de los organismos que considere adecuados, haga cumplir las leyes promulgadas por el Congreso. Además, las ordenes ejecutivas han sido usadas por los presidentes de los Estados Unidos como un mecanismo para legislar, incluso algunas veces en contra de la voluntad del Congreso. Este uso del Presidente de la Orden Ejecutiva para legislar ha sido criticado por diversos sectores en ese país, por considerar que de esta forma el Presidente puede legislar de manera anti-democrática, sin consultar al Congreso, donde se encuentran los representantes electos de cada uno de los estados que conforman la Unión.
Hay que tener en cuenta que la Orden Ejecutiva, conocida con el título de “Blocking Property and Suspending Entry of Certain Persons Contributing to the Situation in Venezuela”, fue promulgada por el Presidente de los Estados Unidos Obama para ejecutar la Ley Pública 113-278, aprobada por el Congreso de los Estados Unidos bajo el título de “Venezuela Defense of Human Rights and Civil Society Act of 2014”. Este debe ser el principal centro de nuestra atención y nuestra preocupación. La Orden Ejecutiva es una consecuencia “lógica” de la Ley Pública 113-278. A dicha ley le dedicaré un artículo aparte.
Nos debe quedar bien claro que una Orden Ejecutiva es un instrumento legal de los Estados Unidos, y que su ámbito de aplicación se limita a los individuos de los Estados Unidos, y a su territorio. Ninguna Orden Ejecutiva firmada por cualquier presidente de ese país tiene validez en nuestro territorio, ni se aplica a los individuos fuera del territorio de los Estados Unidos. Toda pretensión en contrario es un acto inamistoso y de flagrante intromisión en nuestros asuntos.
La Orden Ejecutiva firmada por el Presidente Obama, sobre la “situación” en Venezuela, operacionaliza un conjunto de acciones en contra de la Revolución Bolivariana y de nuestro pueblo, siguiendo lo ordenado por el Congreso de los Estados Unidos. Por esta razón, tenemos que tomarnos muy en serio el contenido de dicha orden ejecutiva. Ésta constituye un primer paso en la operacionalización de un plan de intervención de nuestro país que fue lanzado desde el Congreso en el 2014. Después del fallido golpe del 11 de abril, derrotado por la contundente respuesta del pueblo venezolano quien restituyó en la presidencia al Comandante Chávez, en Estados Unidos han estado diseñando un nuevo plan para detener a la Revolución Bolivariana. En esta oportunidad, una buena parte de ese plan se juega sobre la mesa, con una fachada legalista. Algunas cartas, la Ley Pública 113-278 y la Orden Ejecutiva recién firmada por Obama, ya están a la vista.
Referencias
Green, T. L. (2000). Executive Orders: A Blueprint for Dictatorship. Documento en línea. Disponible en: http://www.millennium-ark.net/