En América Latina y El Caribe están ocurriendo acontecimientos de importancia trascendental. Más de trece millones de firmas contra el decreto ejecutivo de Obama que considera a Venezuela como una amenaza contra el imperialismo yanky, en la VII Cumbre de las Américas Estados Unidos solo contó con el apoyo de Canadá y Venezuela y Cuba fueron el centro de los debates. El día 13 de este mes se conmemoró el 13 Aniversario de la derrota sufrida por el golpe de Estado del 11 de abril y el 5to de la creación de las Milicias Bolivarianas. Con este motivo se llevó a cabo un extraordinario acto en los Próceres y allí el discurso del Presidente Maduro constituyó una pieza oratoria de gran energía, condena del imperialismo y un llamado a actuar contra las acciones de la derecha reaccionaria de la manera más decidida. En ese discurso Maduro se preguntó de manera reiterada y con mucha fuerza: "¿Dónde está la clase obrera?".
En esto consiste el problema que padece la Revolución Bolivariana y la integración continental. El carácter social de estos grandes fenómenos consiste en la unidad sindical y su incorporación a los fenómenos de gran significación que están ocurriendo en el país y a nivel continental. La unidad nacional solo puede adquirir consolidación con la unidad de la clase obrera. La experiencia así lo demuestra. A pesar de que fueron los estudiantes y los partidos políticos los instrumentos que encabezaron el movimiento, la unidad del 23 de enero no hubiera alcanzado la magnitud que tuvo de no haber existido el Frente Obrero y la unidad sindical que se había forjado en la huelga petrolera de 1950. La derrota y la persecución sufrida por los dirigentes en aquella oportunidad, sembró el sentimiento unitario y dejó la semilla para el 23 de enero de 1958, lo cual se tradujo en la formación de la Junta Patriótica.
Tal como lo señalara el Comandante Hugo Chávez, los fenómenos que estamos viviendo, de proyección internacional, necesitan que tengan el carácter social para imprimirle la consistencia que exige en el espacio y en el tiempo. La trascendencia de estos hechos, después de la Guerra de Independencia, no tiene igual en nuestra historia. Y de la misma manera que la Guerra de Independencia no hubiera culminado con el triunfo de las armas patrióticas si la unidad de nuestros pueblos no se hubiera realizado, la permanencia de la victoria en los acontecimientos actuales no se sostendrá si no se logra la naturaleza social. Las venezolanas y los venezolanos tenemos la mayor responsabilidad en este sentido puesto que hemos venido siendo el mejor ejemplo.