Mi palabra

¡Agua! ¡Agua!

"Nadie puede beber agua de un espejismo".

Han Shan

El martes 15, en horas de la madrugada, cuando me encontraba caminando para ayudar al cuerpo a resistir los embates de la vejez, me topé con un amigo de muchos años, vocero comunal de durigua III en Acarigua, Óscar Galíndez; me pidió, que escribiera sobre el grave problema del agua en esa comunidad; mi respuesta fue muy precisa; el año pasado escribe un artículo, el cual titule "El agua pide conciencia"; precisamente mi conciencia no me dejó tranquilo, antes el pedimento de una persona, sumamente preocupado por el vital líquido, como lo pude constatar la mañana del lunes, cuando hice un recorrido por esa comunidad bajo un sol radiante, el cual parecía haber recargado las baterías, para terminar de agravar el grave problema, caía, como agujas calientes en la espalda.

Me atrevo asegurar: uno de los mayores clamores de los venezolanos en estos momentos, es pedirle agua al todo poderoso, pero también a los autoridades de turno, bien sea gobernadores, alcaldes y a los concejales con sensibilidad social, para que se hagan sentir en busca de las soluciones de manera urgente. En cualquier diario tanto de circulación nacional, como regional nos encontramos noticias de muchas comunidades, sufriendo por el vital líquido, por una razón muy sencilla, sin agua no se puede vivir, por algo un destacado escritor británico, la coloco por encima del sentimiento amoroso, expresando: "Miles de personas han sobrevivido sin amor, pero ninguna sin agua".

Este problema forma parte de las grandes contradicciones de la vida; nos encontramos muy cerca de las entradas de agua, como dicen los trabajadores de la tierra, pero, cuando empieza arreciar el invierno, muchas colectividades se quedan sin una gota, por la falta de mantenimiento del surtidor mayor, aunado al crecimiento de la población y algo más grave aún, las manos del hampa contribuyen con el problema, se llevan los motores de pozos, que sirven para mitigar la sed, pero además se presentan tragedias, como sucedió el domingo en el estado Mérida, el desbordamiento de una quebrada, arrastró 5 personas, del cual tres se encuentran desaparecidas.

El problema se ha venido agravando en los últimos veinte años, con graves consecuencias para la salud; no pasa un día, que alguna comunidad se encuentre protestando por la falta de agua; preocupan las informaciones, como una del diario "Ultimas noticias", muy claro dice: "Pasó 7 horas cerrada la Ocumare-Charallave, los vecinos afirman que el agua, cuando llega sale verdosa y piche". Sin ir muy lejos, en las ciudades gemelas Acarigua-Araure, el pedimento es un verdadero llanto, esto me permite extraer del artículo anterior, parte de un poema de la poetisa Adriana Salazar, para tratar de crearle conciencia a la ciudadanía: "Esencia que te desgastas por la inconsciencia/ Hombre que no valora tu divina presencia/ Hermana agua, enséñanos tu importancia/ Dejándonos ver tu incalculable existencia".

En estos momentos estamos viviendo este problema con mayor intensidad, al extremo que algunas personas, buscan pescar en rio revuelto, como dicen los llaneros, lanzado noticias para tratar de alarmar a la población en general, como es el caso de un irresponsable, el cual llegó a decir, que estábamos a punto de un apagón nacional, porque la mayor hidroeléctrica del país: el Gurí, se encontraba completamente vacía, tratando de crear una verdadera conmoción nacional.

Estamos totalmente convencidos, los problemas no se resuelven ocultándolos, pero tampoco tienen solución alarmando a la población; antes todo de prevalecer el criterio profesional, por encima de la pasión política, el cual es mala consejera, porque nos lleva a un callejón sin salida. Me parece positiva la actuación de las comunidades, cuando salen a la calle a protestar, porque son ellos los que viven en carne propia el problema; no podemos aceptar a los irresponsables, ansiosos de un curul, quienes aprovechan los periodos electorales, para salir con informaciones sin ningún fundamento.

El gobierno nacional tiene la tarea urgente de idear un plan nacional, para hacerle frente, conjuntamente con las agrupaciones, donde ha agarrado ribetes peligrosos, de lo contrario podemos conseguir un problema sin solución, donde los más perjudicados son los niños; en los países subdesarrollados las dificultades se agigantan en un abrir y cerrar de ojos, por la poca conciencia de sus habitantes; en la misma durigua, en cualquier sector, existe un problema a la vista de todos, pero también nos conseguimos la falta de razonamiento: humildes trabajadores en su faena diaria, lavando carros para subsistir, una gran contradicción: unos claman por agua y otros la botan sin pensar en las necesidades de los demás. Para finalizar, dejo un pensamiento muy conocido, poco valorado, para reflexionar: "NADIE SABE EL VALOR DEL AGUA HASTA QUE EL POZO ESTA SECO. ¡CUIDA EL AGUA!".



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Narciso Torrealba


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