Mi palabra

¿Mayweathey o Clay

"El hombre que no tiene

imaginación no tiene alas"

Muhammad Ali

Hace algunos años conocí a un personaje de Acarigua-Araure: Jesús Barreat. Era un hombre humilde, parrandero, gallero, un gran amigo, pero por sobre todas las cosas, un amante de la paz, la libertad y de ese sol, que viene alumbrando a los pueblos, que luchan por un mundo mejor; no tenía ningún apremio económico, pero siempre estuvo comprometido con los pobres de la tierra. Era un eterno enamorado del deporte, sobre todo del boxeo; fue un seguidor y un gran admirador de Cassius Clay (Muhammad Ali), al extremo de haber coleccionado todas las peleas de este insigne boxeador, quien llegó a desobedecer las leyes norteamericanas, negándose rotundamente de integrar al ejercito del coloso de norte, el cual se alistaba para ir a combatir a Vietnam.

Esta leyenda del deporte de las narices chatas, se encuentra padeciendo del mal de Parkinson, sin embargo la enfermedad no ha sido obstáculo para hacer esporádicas apariciones en público, con su temblorosa e imponente figura. Me da la ligera impresión, que desde el mismo momento de su retiro de los cuadriláteros, empezó a decaer esta disciplina deportiva en los Estados Unidos; se vino abajo una "industria", el cual producía fabulosas ganancias a los empresarios, con sus escandalosos espectáculos, amparados en peleadores de la talla de Muhammad Ali, llegando a "paralizar" al mundo con toda la maquinaria publicitaria del cual disponen, minimizando o maximizando todo, de acuerdo a sus interés para demostrar todo su poderío en el planeta.

Los norteamericanos para promocionar cualquiera actividad, se valen de las más infinitas artimañas; su éxito no depende del resultado del "show", sino de todo lo que rodea el mismo, como ha quedado demostrado en la última función protagonizada por el bocaza Floyd Mayweather y Manny Pacquiao; solamente a la ceremonia del pesaje asistieron 10 mil personas, pagando diez dólares en un evento que siempre es gratis; horas antes el monarca del peso welter había declarado sobre el legendario Cassius Clay de esta manera: "Ali fue una leyenda, tengo un gran respeto por él y otros campeones del pasado, pero he dedicado mi vida a este deporte, creo que he hecho más para el boxeo que Ali, sin faltarle el respeto; Cassius Clay no ganó títulos mundiales en diferentes categorías como yo, que soy muy difícil de superar por cualquier persona. A los 38 años todavía estoy muy, muy fuerte". Rápidamente el ídolo de Jesús Barreat y de infinidades personas de su época, entre ellos, quien escribe, le respondió, aprovechando uno de los adelantos tecnológicos más usado del momento: el Twitter: "No olvides soy el mejor" estas palabras sirvieron para ayudar aderezar el llamado "combate del siglo" el cual dejó mucho para comentar, a tal punto que las burlas se han hecho presente entre los espectadores y periodistas, quienes salieron totalmente defraudados; sin ánimos por ver una revancha, después del bufo espectáculo.

La polémica entre los aficionados y fanáticos por saber ¿Quién es el mejor entre Mayweathey y Clay? sigue presente. Para tratar de ayudar en esta disputa, tenemos que recordar las declaraciones del envalentonado opositor de Pacquiao; sus expresiones, fueron totalmente desorientadas; olvido que el carismático Cassius Clay no podía ganar títulos en otras categorías, por algo muy elemental: era peso pesado, la máxima división del boxeo, y por otra parte, el ídolo de multitudes, enriqueció su brillante currículo deportivo, cuando desobedeció el llamado del ejército norteamericano, con una expresión satírica: "Les compro armamento, les compro aviones, pero no voy a la guerra".

Esta osadía le acarreó muchos problemas, entre ellos la suspensión de la matrícula de boxeador, cinco años de prisión y una multa de diez mil dólares; todo esto dictaminado por un jurado integrado exclusivamente por blancos. A partir de ese momento su personalidad terminó de agigantarse, nada comparable con Mayweathey, quien ha venido sobresaliendo en los últimos años en un deporte en crisis, como la misma sociedad norteamericana.

La pregunta del momento ¿Quién gano entre Floyd y Manny? Todos los que estaban alrededor de este jugoso negocio, empezando por los contrincantes, quienes se embolsillaron unas atractivas sumas de dólares, algo imposible para cualquier mortal en el mundo, incluyen destacados profesionales. Los perdedores se cuentan por millones, hipnotizados por la magia de la televisión, entre ellos este servidor, quien esperaba algo distinto a la caricatura presentada. En los Estados Unidos la actividad deportiva, desde hace mucho tiempo, perdió su razón de ser, atrapado por las grandes firmas comerciales, el cual exprimen a cualquier atleta. Por eso debemos rescatar el pensamiento de Pierre de Coubertin, el creador de los juegos olímpicos, quien siempre soñó con ver al deporte, como una manera de entretener y ayudar en la salud mental y física del ser humano.



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Narciso Torrealba


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