Hoy 10 de Mayo, con motivo de cumplirse un año más (210) de la gesta libertaria del Negro José Leonardo Chirino y sus camaradas en la sierra de Coro del Estado Falcon, siento que nada tengo que celebrar y ahora menos que recordar, cuando a ese hecho histórico se lo asignan a unos individuos con el mote de afrodescendientes.
A mí no me pasa por la mente que a los hombres y mujeres de esa época y que estaban clasificados socialmente como “negros”, alguien les hubiera llamado “afrodescendientes”. Ni a los más rancios representantes de la godarria nacional que gobernó durante la IV República se le hubiera ocurrido llamar “afrodescendiente” al Negro Juan Herrera del sindicato de la construcción, al negro Camacho de Copei, al Negro Luis Beltrán Prieto Figueroa, al Negro Aristóbulo, a la Negra Argelia Laya y a tantos otros Negros que descollaron en la política nacional de esa época. Ahora en plena Revolución Socialista, a un grupo de negros aprovechados, se les ocurre que hay que aceptar una nueva denominación para éste grupo étnico, propuesta hecha por los Negros Afro norteamericanos, para todos los Negros de la Abyala o Latinoamérica.
Tremenda afrenta hemos tenido que soportar los Negros Venezolanos que estamos orgullosos por nuestro color de piel y nuestros rasgos fenotípicos, al colocarnos al mismo nivel de los afros norteamericanos, con los cuales nunca hemos tenido ninguna relación amigable, pues ellos son tan racistas con los Negros caribeños como los blancos de ese país. Ellos si son “afrodescendientes” pues nunca se cortaron el cordón umbilical con el continente que los secuestró y los vendió como mercancía barata y nunca más hicieron el mínimo esfuerzo por ellos. En cambio los Negros caribeños nos “nacionalizamos” en cada una de las nacientes repúblicas que fueron surgiendo en el continente , combatiendo y dando nuestra cuota de heroísmo por lograr la libertad de las cadenas que nos sujetaban a las oligarquías criollas y al imperio español.
Si hoy 10 de Mayo, hay Negros o Negras que estén celebrando el “Día de la Afrovenezolanidad” debo decirles que yo no los acompaño en esa celebración. Tampoco voy aguarles la fiesta. Cada quien tiene el libre albedrío de celebrar lo que le dé la gana. Tomen sus tambores y salgan a las calles a mover sus cuerpos y a tomar ron como en los tiempos de la esclavitud. Los blancos también saldrán a celebrar con ustedes esa “merienda de negros” que tanto les gusta por sus efectos estimulante y afrodisiacos.
Yó el 14 de Mayo estaré celebrando mis 75 años de haber venido a éste mundo y es muy posible que estaré rodeado de gente que tiene poca melanina en su piel, que no tienen la nariz ancha como la mía, ni el pelo churruscado como el mío; pero lo que puedo asegurar es que, si se acercan a felicitarme o comparten conmigo un rato de ese día, es porque sentirán placer de compartir la mutua compañía y admiran el trabajo que realizo y yo admiro el de ellos. No van para que yo les haga gracias, ni morisquetas. Ellos saben que yó soy Negro y no me deben nada y la comida la ponemos todos.. (“Cuando un negro y un blanco comen juntos, o el blanco le debe al negro, o es del negro la comida”). Conmigo ese dicho no cuadra.