Mi palabra

La crisis del transporte

"Cuando la situación es adversa

y la esperanza poca,

las determinaciones drásticas son las más seguras. "

Tito Livio (59 AC-64 AC) historiador romano.

El lunes al mediodía, un amigo me pidió el favor de llevarlo a la urbanización donde reside, perteneciente al municipio Araure. En el corto recorrido, me contó un poco resignado el grave problema para trasladar a su residencia, por una razón muy sencilla: de los 58 vehículos de los llamados "rapiditos" solamente quedan funcionando 12, en una población en constante crecimiento. Esa dificultad se está presentando de manera preocupante en la mayoría de las grandes ciudades; sin embargo, esto se veía en la gran Caracas, Maracay y Valencia hace muchos años, ni siquiera pensaba el fallecido Comandante Chávez, ser Presidente de nuestro país.

Esta situación, cada día se torna más difícil, sobre todo en las horas "pico", cuando los trabajadores tienen la urgente necesidad de regresar a sus hogares: primeramente almorzar en horas del mediodía, y en las tarde a descansar, para amanecer al día siguiente al pie del cañón. En las ciudades gemelas Acarigua – Araure, el problema está a la vista de todo el mundo, a pesar de la oportuna iniciativa del gobierno nacional, de empezar a utilizar una red de autobuses de fabricación China, muy confortables y espaciosos; son pocos, pero, como dice el refrán: "Al pan duro, duro, duro; que más vale lo duro que ninguno" un paliativo para calmar la desesperación de cantidades de personas; aun, cuando algunos irracionales, creyendo hacerle daño al gobierno, se han dado a la tarea de quemarlos en algunos estados.

Con toda razón, escuchamos a muchas personas de las ciudades gemelas de esa época romántica, exclamar con profunda tristeza ¡El tiempo lo decide todo! Además un refrán muy popular sirve para refrescarnos la memoria: "Ojos que le vieron ir, nunca le verán volver" Así, está pasando en estas dos urbes. Un slogan publicitario de una casa comercial, de esos años, decía: "En autobús o en carrito a Ninoska primerito" esa línea muy popular de carritos, desapareció con el paso de los años, al lado de sus propietarios; pero parece, que todo tiene su reemplazo, empezando por las relaciones amorosas; apareció una nueva manera de transportar pasajeros, los llamados "rapiditos", pero muchos están desapareciendo rapiditos, porque la inflación y la especulación se han juntado, como viejos recién casados, conduciendo a sus propietarios, arrumarlos en perjuicios de un número bastante considerable de usuarios. Los autobuses, ahora es cuando empezamos a verlos nuevamente; desaparecieron hace rato los transporte "Amaral" y "Urrieta", paradójicamente existían, cuando la necesidad no era tan urgente; el mundo al revés, como decía Eduardo Galeano.

Sin embargo del pasado hay que hacer añicos, como dice la letra de la "Internacional socialista" el mundo está cambiando; una gran verdad, pero si esto es cierto, que podemos decir de una estrofa, para no olvidar jamás: "Ni en dioses, reyes ni tribunos, está el supremo salvador. Nosotros mismos realicemos el esfuerzo redentor" Esto nos dice, algo no muy fácil de cultivar: mientras no tengamos la conciencia necesaria, es imposible poder avanzar; Por eso no podemos permitir a los eternos desadaptados, acabar con propiedades del estado, con tanta necesidad en la población.

¿Cuántos hermosos proyectos giraban en la mente visionaria del fallecido Comandante Chávez? Muchos han seguido su curso de la mano del Presidente Nicolás Maduro, pero la daga del dólar sigue clavada en lo más profundo de nuestra economía; no es fácil, enfrentar el coloso del norte; son muchos los intereses sembrados en nuestra tierra por los norteamericanos; tienen la soga en la mano, para seguir apretando, sencillamente están perdiendo un mercado muy valioso para una de sus principales industrias, como es la automotor. Nuestra obligación es decir la verdad; los pueblos están dejando de ser sumisos a los interés estadounidenses, y por la otra parte las grandes contradicciones en su propio suelo se vienen profundizando, presagiando tormentas en su economía.

Todo esto viene afectando a nuestro país, aunado a la corrupción, como una maldición; por algo el Papa Francisco, convencido de una realidad expresó hace poco: "La corrupción apesta, como un perro muerto". Estamos viviendo un verdadero problema a nivel de transporte, producto en parte a esa atadura con la moneda norteamericana, y todos sabemos, el peligro, cuando se paraliza un medio tan importante para un país. Sigo creyendo en la sensatez, y la conciencia de un número importante de dirigentes, para hacerle frente a un enemigo tan poderoso y sin ningún escrúpulo, como es el imperialismo norteamericano, pertrechados en estos momentos, con esa arma tan letal, el cual están utilizando para arrodillar a los pueblos con la complicidad de enemigos internos, los llamados apátridas. La consigna es resistir y vencer.




 



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Narciso Torrealba


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