Aun cuando resulte algo prematuro advertirlo (y hasta innecesario, en algún caso), es bueno recordarles a quienes aspiren a convertirse en candidatos y candidatas del Psuv para las elecciones parlamentarias que esta nueva coyuntura electoral no debe ser una simple competencia de bullas, ofertas demagógicas y mutuas descalificaciones donde la militancia de base sea utilizada para satisfacer apetencias personalistas y no para llevar a cabo -en conjunto- la tarea de hacer realmente la Revolución Bolivariana. Cada candidata y candidato debe tener en cuenta la importancia estratégica de ganar estos comicios, dado que la oposición se ha fijado como meta penetrar la Asamblea Nacional y desde allí disponer de los mecanismos legales que le permita acabar con el gobierno de Nicolás Maduro, como ya lo han dejado entrever algunos de sus representantes nacionales.
Por eso, las elecciones internas del Psuv tendrán que diferenciarse en todo a la vieja política venezolana y servir de escenario para que las bases militantes puedan expresar libremente su opinión, ejerciendo la democracia participativa, sin el temor de ser estigmatizadas por sus mismos compañeros de partido. En esta dirección, se podría aprovechar este proceso para que los candidatos y las candidatas reciban ciertas orientaciones de las mismas bases militantes, de modo que exista una conexión entre sus aspiraciones candidaturales y las de los sectores populares que los elegirían el 28 de junio próximo.
De igual modo, es vital que exista un verdadero compromiso de parte y parte entre los candidatos y las candidatas en asumir como propia la candidatura que resulte vencedora, demostrando así que son verdaderos militantes de la Revolución Bolivariana y no oportunistas que buscan aprovecharse de la fe popular. Además, cada uno debiera echar mano a las enseñanzas y propuestas del Comandante Hugo Chávez para fortalecer la Revolución, no simplemente citarlo, de forma que haya entonces una vinculación real entre lo que se dice y lo que se hace, puesto que algunos suelen recurrir a las prácticas clientelares y demagógicas del pasado, los que, sencillamente, el pueblo venezolano desea dejar aun lado definitivamente.
En todo esto es imprescindible que los sectores sociales de la Revolución tengan a mano propuestas legislativas que tales candidatos y candidatas del Psuv puedan hacerlas suyas, armando una agenda que les permita trazarse una gestión revolucionaria que haga posible el cambio estructural que hace falta para acceder, por ejemplo, al Estado comunal y, por supuesto, a lo que sería entonces el socialismo bolivariano en Venezuela.-
