Voy a citar dos hechos que acaba de producir la humanidad. Alexis Tsipras, Primer Ministro griego, en medio de una difícil situación que se traduce en el dramático empobrecimiento de tres millones de personas, acaba de plantarse firme ante la abusiva pretensión de imponer condiciones draconianas a su pueblo, para pagar, como ha ocurrido ya en múltiples casos a nivel mundial, una deuda que no lo responsabiliza en primer lugar, puesto que ante todo se trata de una situación a la que el Estado de Grecia fue conducido, forzado, por el capital financiero (desde luego con el favor de elementos de relativo poder,oriundos del país mediterráneo, actuando en calidad de apátridas) representado en la auto-denominada "Comunidad Europea", un actor que nunca puede faltar, el Fondo Monetario Internacional, y el Banco Central Europeo (BCE). La decisión con la que se erige como fiel vocero de la dignidad popular: la de convocar a un referéndum consultivo a través del cual, será el soberano quien diga si va a aceptar los términos fijados por los acreedores, o lo contrario. Tsipras sin vacilar, exhortó a las griegas y griegos a que digan: "No".
Al día siguiente, también en medio de una situación difícil, y prolongada, la base social del proceso revolucionario bolivariano se dispuso a participar en las elecciones internas de candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y lo hizo en una proporción realmente inesperada, al punto de que, desde ya, puede considerarse el domingo 28 de junio de 2015 una fecha trascendental. El chavismo en todas las regiones de Venezuela se volcó a las calles, acudió a los centros de votación masivamente, de manera espontánea, pero consciente, sorprendiendo a la dirección política de todo el país (tanto a la propia, como a la que nos adversa). Lo hizo muy a pesar del asedio al que nos tienen sometidos con el propósito de acorralarnos, conocido como "Guerra Económica". La derecha esperaba que se pusiera de manifiesto el desgaste de los sujetos identificados con el imaginario del Socialismo del Siglo XXI a la venezolana, en reconocimiento de la obra de Chávez, y en general de los logros del gobierno bolivariano hoy encabezado por el compañero trabajador, nuestro Presidente Nicolás Maduro. Se aprestaba la contrarrevolución a presenciar un gran episodio de derrota, de todo un pueblo que desea ver avasallado y entregado por completo al desencanto y la apatía, es decir, en un franco proceso de despolitización, y vino el pueblo vestido de rojo a dar como respuesta un enorme sacudón pacífico y alegre, como quien se libera de tanta mierda que nos han arrojado, sobre todo desde la muerte del Comandante, dejando perplejo incluso a quien escribe, por ejemplo. Volvieron a fallar los conspiradores internos y sus contactos a nivel internacional. Multitudes de hombres y mujeres hicieron un gran pronunciamiento político que es necesario sopesar.
Aunque la euforia no suele ser buena consejera, hay que reconocer que en éste caso fue inevitable. Estamos embriagados, luego de habernos acostumbrado, en lo personal, a pensar que a menudo no estamos preparados para los peores golpes; pues bien, tampoco para las más gratas sorpresas de la vida (lo digo por aquello de "demasiado bello para ser cierto"). Ojalá los pobres del mundo se fueran habituando al sabor de la esperanza y del "sí podemos", aquí en la tierra, antes de que individualmente los absorba la descomposición social y moral.
Bueno, volviendo al punto que nos atañe, ¿significa entonces que el pueblo demostró así que ya tiene un nivel de conciencia suficiente para garantizar la mayoría de los escaños de la Asamblea Nacional al PSUV y al bloque popular socialista y patriótico, a partir del 6 de diciembre?
Considero que lo fundamental ahora no es responder de manera concluyente a esa interrogante. Lo cierto es que nos encontramos de repente en un momento que no sabemos cuánto va a durar; se trata de algo que nos produce alivio, comenzando por el propio Presidente Nicolás Maduro. El lúcido periodista y político de larga trayectoria, José Vicente Rangel, le sugirió al Presidente que "se abriera más al pueblo"; podemos apreciar que éste de antemano acaba de abrirle los brazos a Nicolás Maduro. Pero no debemos dar espacio al sosiego. Antes por el contrario; ahora es cuando más nos tenemos que activar para canalizar ésta marejada virtuosa hacia una victoria clara y contundente en los comicios del 6D. Lo que sigue tiene el ánimo de apelar a nuestra propia fuerza, para que actúe sin demora.
Hay que pegar dos veces compatriotas. Montarnos sobre ésta ola todas y todos de inmediato. A diferencia de momentos políticos anteriores, el impulso sostenido debe provenir (a propósito de las candidaturas del Partido Socialista Unido de Venezuela que acaban de definirse) del movimiento evidenciado en las bases. De inmediato los candidatos a diputados deben comenzar a coordinar el despliegue de una ofensiva planificada contra la "guerra económica" en las distintas vertientes que abarca (acaparamiento, especulación, y lo que se conoce como "bachaqueo", es decir, contrabando de extracción dirigido hacia la zona fronteriza, y la reventa de productos con regulado o de primera necesidad precios exorbitantes, principalmente por grupos organizados que terminan dificultando el acceso a estos por parte de la mayoría de la población) con un tiempo de duración que, tan pronto se cumpla, tiene que dar paso a la evaluación y al ajuste. Se requiere en principio de una acción de no menos de cien días que necesariamente dará lugar a una sucesión de otras nuevas, de acuerdo con los resultados obtenidos. Y es ahí donde entran en escena las más de mil comunas registradas a nivel nacional. Las circunstancias actuales de ataque sistemático a la familia, y en primer lugar a las mujeres del pueblo (minando su estabilidad emocional, con aumentos arbitrarios de los precios que ya se tornaron demenciales y han llegado al extremo de efectuarse incluso día tras día) exigen la coordinación de los líderes o cuadros de cada ámbito geográfico comunal, y la articulación de estos con:
- Los candidatos a diputados recién electos (ya que guardan correspondencia con unos circuitos, es decir, ¡territorio!)
- Milicianos y milicianas.
- Unidades de Batalla Bolívar-Chávez (UBCH)
- Círculos de Lucha Popular (CLP).
- Miembros bolivarianos de cada uno de los Consejos Legislativos Estadales.
- Concejales del Gran Polo Patriótico.
- Colectivos revolucionarios que decidan incorporarse.
Lo que se está proponiendo no es suficiente, por supuesto. Es un planteamiento para reforzar la muy limitada labor que hasta ahora han desarrollado por su parte los inspectores de la Superintendencia de Precios Justos (SUNDDE) desde su creación; por otra parte hay que considerar el trabajo de los organismos de inteligencia del Estado, las policías, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), ahí resulta primordial que el pueblo se active con la denuncia. Pero es necesario también, y yo diría que imprescindible, el papel que compromete a quienes, habiéndose postulado, no resultaron electos como candidatos a diputados(as). No hace falta argumentar por qué, tratándose unos y otros, de revolucionarios prestos a actuar desde la trinchera que las circunstancias determinen.
No nos enredemos pensando en la elaboración de una propuesta sofisticada o "muy avanzada". Lo conveniente y apropiado es definir inicialmente una acción puntual que pudiera, ahora mismo, tener como escenarios pilotos, varias regiones y localidades (es preciso hablar específicamente de comunas en los casos en que efectivamente, éstas se hayan materializado), las más organizadas que se puedan identificar en toda la nación, es decir, aquellas que ya muestren resultados concretos de auténtica cohesión y organización comunitaria efectiva y eficaz en el ámbito socio-productivo y/o en la paulatina superación de problemáticas comunitarias de diversa índole. Las condiciones actuales de sistemático asedio contra la población venezolana, en el marco de una guerra de cuarta generación, ameritan ser tratadas como un problema de salud colectiva y activar una participación popular tan masiva como la que acabamos de apreciar en los comicios del 28 de junio, con el carácter de un trabajo igualmente sistemático de contraloría social enfocado hacia la verificación del estricto cumplimiento del acatamiento en todos los establecimientos comerciales, de los precios justos fijados oficialmente. Hay que ser enfático en la idea de que no se trata ya de un clamor más que se dirige al gobierno. A dieciséis años de aprendizajes derivados de lucha popular continua, estamos para dar un paso firme hacia adelante en lo cualitativo. La responsabilidad recae principalmente en nosotros y nosotras como pueblo organizado. Seamos responsables. Decir ello, y asumirlo, como necesariamente se debe asumir, no obsta para instar a nuestro gobierno bolivariano, y en particular a usted camarada Presidente Nicolás Maduro Moros a que tome (como mínimo) las siguientes medidas, sin más preámbulos:
- Antes de que la Fiscalía General de la República publique los resultados de la investigación sobre las empresas involucradas en la fuga de divisas ocurrida durante los años 2012 y 2013, identificar de manera clara, precisa y pública los funcionarios que la permitieron y participaron de la misma sin importar el nivel de sus cargos ("caiga quien caiga"), y aplicar sobre estos sanciones ejemplarizantes.
- Exigir a Colombia, de gobierno a gobierno, que ajuste el cambio peso/bolívar conforme al valor del bolívar en pesos indicado oficialmente por el Banco de la República de Colombia, en todas las casas de cambio de Cúcuta y cualquier ciudad fronteriza del vecino país. De negarse el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, a impartir la orden correspondiente, suspender de inmediato las relaciones comerciales que mantiene Venezuela con dicha nación.
- Identificar a los efectivos que en la frontera con Colombia sean cómplices y coautores del contrabando de extracción, destituirlos y aplicarles la pena más severa, conforme a la legislación nacional.
- Judicializar de inmediato a todo aquel o aquella que revenda productos de primera necesidad a un precio superior al permitido, o que se encuentre bachaqueando individualmente o en grupo en cualquier supermercado, abasto, Mercal, PDVAL, o establecimiento comercial de cadena.
- Deportar de manera instantánea, a cualquier individuo no nacido en Venezuela que se encuentre cometiendo dicha acción delincuencial, mientras no se haya nacionalizado, o en todo caso a la mayor brevedad posible, si, habiéndose nacionalizado en un lapso no mayor de cinco años, presenta algún antecedente penal.
Camarada Presidente obrero: el pueblo se acaba de movilizar con entusiasmo, exhibiendo como pocas veces en la historia, la clara extracción de clase (trabajadora) del proceso social y político bolivariano (pese al empeño de las cúpulas actuales del PSUV en conferirle a éste, un carácter "policlasista"), pero no por ello podemos caer en el error de dar la batalla por ganada. No deje pasar la excepcional oportunidad de darle un parao definitivo al asedio criminal llamado "guerra económica" alineando a los patriotas y comandando la ofensiva popular que va a neutralizar la arremetida burguesa. Todavía está a tiempo de actuar con contundencia (sin bajar la guardia una vez ganadas las próximas elecciones).
Grecia nos recuerda el escenario que estamos obligados a evitar a toda costa, en palabras de su Primer Ministro:
"Las instituciones financieras contemplan medidas como la desregulación del mercado laboral, recortes en las pensiones, recortes en salarios públicos, incremento del IVA en alimentos. Estas propuestas violan (…) los derechos fundamentales del trabajo, la igualdad y la dignidad. El objetivo de algunos de nuestros socios no era más que la humillación de todo el pueblo griego (…) Compatriotas, ¡tenemos una responsabilidad histórica para dignificar la democracia y nuestra soberanía!"
Nosotros tenemos la responsabilidad de no perder lo que el pueblo de Grecia quiere recuperar.
¡Neutralicemos ya la avanzada del fascismo!