La vasta mayoría de empresarios y comerciantes de Venezuela practica con desparpajo la usura, la especulación voraz. Márgenes de "ganancia" de 500, 1.000 y hasta 10.000%, dejan como "infantes de pecho" a cualquier capitalista del resto del orbe. Basta con cotejar importes entre otro país y el nuestro, para caer en cuenta de lo pretérito. Esta vez tomaremos a México como ejemplo. Antes de platicar de conversiones monetarias, nos detendremos a ver cuántos días de ingreso promedio son necesarios para adquirir bienes o servicios allá y acá.
Lo primero que hay que determinar es el salario mínimo: en México es de 2.100 pesos mensuales o 70 pesos diarios. En Venezuela es de Bs. 7.421 ó Bs. 247 cotidianos. En México, un par de tenis Nike cuesta entre 1.000 y 1.500 pesos (15 y 21 días de trabajo, respectivamente). Un pantalón Levi’s: 1.000 pesos (15 días). Una playera Nike, entre 300 y 400 pesos (cinco y seis días). Una tableta Yoga Lenovo de 10 pulgadas: 5.000 pesos (72 días). Un refresco de lata, entre cinco y ocho pesos (6 y 11% del salario mínimo por jornada). En Venezuela, un par de zapatos Nike vale entre Bs. 13.000 y Bs. 15.000 (53 y 61 días de trabajo). Un pantalón Levi’s: entre Bs. 5 mil y Bs. 10 mil (entre 21 y 41 días). Una franela Nike: Bs. 1.850 (ocho días). Una tableta Lenovo de nueve pulgadas: Bs. 24.000 (98 días). Un refresco de lata se cotiza en Bs. 80 (32% del salario mínimo diario). Como podemos apreciar, el venezolano debe laborar mucho más que un mexicano para hacerse de calzado, ropa y elementos de alta tecnología, verbigracia. Algo inaudito si se tiene en cuenta que el poder adquisitivo del venezolano es superior al del mexicano y a las pruebas nos remitimos: el índice de pobreza allá es de 49,6%. En Venezuela, ídem baremo está en 19,6%. ¡30 puntos porcentuales menos! El PIB per cápita de México es de 10.689 dólares y el de Venezuela es de 12.767 billetes verdes (2013) [*]. Acá, con un día de salario (Bs. 247) se puede adquirir un dúo de hamburguesa y refresco en una famosa cadena global de comida rápida; allá, una jornada de ingreso medio (70 pesos) no alcanza ni para la hamburguesa en el mentado negocio de "fast-food" con los arcos dorados. ¿Qué tal?
En Ciudad de México, en la exclusiva colonia La Condesa, un apartamento sencillo se sitúa en cuatro millones de pesos, o sea, 58 mil días de trabajo ó 158 años. Un "piso" normalito en una zona clase media saldría, en el DF, entre 800 mil y 1.200.000 pesos (entre 11.430 y 17.150 días de trabajo. Es decir, entre 31 y 46,9 años). Por el contrario, un venezolano debe bregar 48.600 días (133 años) para hacerse de un apartamento de 12 millones de bolívares, en una zona de clase media de Caracas como Lomas del Ávila. ¿Cómo es que un mexicano necesita entre 31 y 46,9 años para comprar un apartamento regular y el venezolano requiere de 133 años para lograr una vivienda en un lugar equivalente de Caracas? Eso no se entiende y menos se puede justificar. En 2010, el salario mínimo en nuestro país era de Bs. 1.223. (Bs. 40 diarios). Una casa rondaba los Bs. 150.000 (3.750 días de trabajo ó 10 años). Ahora, por un apartamento en Lomas del Ávila, son necesarios 133 años de paga promedio cuando antes, por una casa, sólo bastaba una década. Si eso no es especulación salvaje y bárbara, entonces no sabemos qué será. ¿Qué precio debería tener hoy la casa que en 2010 costaba Bs. 150.000, si nos basáramos en la fórmula de los 3.750 días por Bs. 247? En la actualidad, esa casa debería tasarse en Bs. 926.250. Ah, pero el apartamento de Lomas del Ávila está en 12 millones de bolívares. ¡Una pelusa! Por fortuna, acá existe la Gran Misión Vivienda Venezuela; en México, ni por asomo hay algo así.
A un mexicano le tomaría 3.380 días de salario (nueve años) para obtener un Ford Focus 2015. El carro cuesta 236.500 pesos. Un venezolano debería invertir 12.500 días de trabajo (34 años) para un Ford Focus usado de 2009, de tres millones de bolívares. ¿Cómo se explica que un venezolano debe trajinar 25 años más que un mexicano para obtener un automóvil de la misma marca y modelo pero usado? ¡Eso no tiene ni pies ni cabeza! ¿Celulares? En México, un Samsung Galaxy E5 Súper Amoled (16 GB): 3.699 pesos (53 días de trabajo). En Venezuela, un Samsung Galaxy S5 Súper Amoled (2 GB): Bs. 262.411 (1.063 días ó 2,9 años). ¡Dile no a las drogas!
EL SALARIO MÍNIMO DIARIO EN VENEZUELA NO ES IGUAL A CINCO PESOS MEXICANOS
De acuerdo con el engendro cibernético de Cúcuta, Dólar "Narco" Today, un billete esmeralda inorgánico se cotiza en Bs. 700. El tipo de cambio oficial y real se halla en Bs. 12 por cada "George Washington". El peso mexicano, por su parte, está en 16 unidades por dólar. El salario mínimo mensual venezolano (Bs. 7.421), al estilo Dólar "Narco" Today, sería de 10 dólares o 33 centavos por día. Lo pretérito son 160 pesos mexicanos (cinco pesos por jornada). Si dividimos Bs. 7.421 entre Bs. 12 por billete verde, el resultado es de 618 "lechugas" ó 20,6 dólares cotidianos: 9.888 pesos mexicanos ó 320 pesos diarios.
Asumamos que lo estipulado por Dólar "Narco" Today es verídico y que Bs. 7.421 (Bs. 247 diarios) son 160 pesos mexicanos por mes (cinco pesos diarios). ¿Qué puede hacer un mexicano con cinco pesos? Viajaría una vez en metro y no le alcanzaría para el metrobús (seis pesos). Abonaría el 2% de una factura de luz mensual o el 17% del coste de un kilo de pollo. ¿Luce verosímil? ¡No! En Venezuela, con Bs. 247, hacemos 70 travesías en subterráneo (boleto "multiabono" a Bs. 36 c/u) ó 41 viajes en metrobús (Bs. 6). Podemos cancelar un recibo mensual de electricidad de Bs. 230. También se pueden comprar cinco kilos y medio de pollo en Mercal (Bs. 45,50 el kilo) o un kilo y medio de carne (Bs. 154). Un mexicano jamás podría acometer lo anterior con cinco pesos. Al contrario, si convertimos nuestra retribución diaria a Bs. 12 por dólar, lo cual arrojaría la cuantía de 320 pesos, la historia es diferente. Con 320 pesos se puede viajar 64 veces en el metro del DF y 53 en metrobús. El boleto cuesta cinco y seis pesos respectivamente. Con 320 pesos se pagaría un recibo de luz de 30 días, ya que el promedio bimensual está entre 500 y 600 pesos. 320 pesos son nueve kilos de pollo (35 pesos el kilo) o dos kilos y medio de carne (120 pesos por kilo). Como hemos develado, 320 pesos tienen –a grandes rasgos- el mismo poder adquisitivo que Bs. 247 en rubros como el transporte, los servicios y los alimentos. C’est-á-dire, el índice de Bs. 12 por billete verde es el verdadero.
El contraste de importes entre México y Venezuela es igual de útil en el establecimiento de la banda de sobreprecios que hay en las panaderías de nuestras coordenadas. Por ejemplo, 320 pesos dan para 53 piezas de pan dulce en el DF. Cada una en cinco pesos. Acá, con Bs. 247 se adquieren 24 (Bs. 10 c/u). Si quisiéramos obtener casi la misma cantidad de piezas que el mexicano, con 320 pesos, cada pan debería costar Bs. 4,7 y serían 52 unidades. Ello demuestra que hay una franja de lucro de 100% (brecha entre Bs. 4,7 y Bs. 10) en el ramo. En la esfera de la comida rápida hacemos ídem ejercicio: con 320 pesos mexicanos se compran tres hamburguesas y tres refrescos en la cadena de los arcos dorados. Con Bs. 247, equivalencia de los 320 pesos, nos hacemos de una hamburguesa y un refresco acá (combo de Bs. 240). ¿Cuánto debería costar la dupla de marras en Venezuela? Con cada dúo en Bs. 80 obtendríamos tres bebidas y tres hamburguesas, como el mexicano. El sobreprecio, en este contexto, sería de 200% (diferencia entre Bs. 80 y Bs. 240). El transporte superficial es un acontecimiento digno de estudio: en el DF mexicano, con la gasolina más costosa que en Caracas (**), la tarifa más cara –sin insertar el metrobús- es de 5,5 pesos (Bs. 4,08) para trayectos mayores de 12 kilómetros. Acá, el pasaje mínimo urbano es de Bs. 10 (13,28 pesos). En locomoción colectiva superficial, el venezolano paga 130% más que el mexicano, teniendo el primero el carburante más barato del orbe. ¡Insólito!
Con el anclaje cambiario definido en Bs. 12 por dólar, retomamos el "affaire" de los bienes raíces y nos llevamos una sorpresa. El apartamento en La Condesa está en cuatro millones de pesos ó 250.000 verdes. Si trasladamos esos 250 mil a moneda nacional, son tres millones de bolívares y distan en demasía de los 12 millones (un millón de billetes esmeralda) del apartamento en Lomas del Ávila. Para brindar una idea: el símil de La Condesa, en Caracas, sería Valle Arriba. ¿Hasta dónde se ha disparado la enajenación de la burbuja inmobiliaria nacional? Pues, las matemáticas no mienten: con lo que cuesta un apartamento en Lomas del Ávila, es decir, un millón de dólares, se compran cuatro en la colonia La Condesa de Ciudad de México. No se pongan histéricos, escuálidos, saquen sus calculadoras y lo corroborarán.
Incluso, si nos olvidamos del SICAD 1 y nos limitamos a decretar precios con base en días de salario mínimo, equiparándonos con las jornadas que debe laborar un mexicano para hacerse de idénticos artículos, tendríamos los siguientes resultados: el par de tenis Nike debería oscilar entre Bs. 3.705 y Bs. 5.187. Un pantalón Levi’s: Bs. 3.705. Una franela Nike: entre Bs. 1.235 y Bs. 1.482. Una tableta Lenovo de nueve pulgadas: Bs. 17.784. Un refresco de lata: Bs. 27,17 (11% del salario mínimo cotidiano). Un apartamento en Lomas del Ávila: entre Bs. 2 millones 823 mil y Bs. 4 millones 236 mil. Un Ford Focus 2015: Bs. 834.860. Un celular Samsung Galaxy: Bs. 13.091. Desde luego, si nuestro PIB per cápita es más elevado que el de México, deberíamos manejar dígitos de importes todavía más bajos. El sueldo mínimo venezolano es 350% mayor que el mexicano.
LAS MEDIDAS DRÁSTICAS CONTRA LOS USUREROS DE TODA LA VIDA
En ocasiones previas hemos propuesto medidas radicales para acabar con la conspiración económica de los capitalistas vernáculos. A continuación, reiteramos algunas y ofrecemos otras nuevas.
1) Estatización del comercio exterior: arrebatar el monopolio en esta esfera a los parásitos de siempre, quienes importan a Bs. 6,30 ó Bs. 12 y venden al son de Dólar "Narco" Today. El camarada, Manuel Sutherland, ha diseñado una proposición integral al respecto.
2) Cierre de la frontera con Colombia: clausurar de manera indefinida el tránsito por todos los accesos terrestres con ese país. Sólo mantener el intercambio comercial a través de puertos y aeropuertos.
3) Lanzamiento de una agresiva campaña a favor del bolívar: desplegar piezas publicitarias por radio, televisión y prensa escrita, en las que se informe a la población fronteriza sobre el veraz valor del bolívar en relación con el peso colombiano.
4) Establecimiento de casas de cambio en la frontera: aprovechar el cierre del paso fronterizo con el fin de colocar enclaves del BCV en Táchira y Zulia, en los que se transe el bolívar de acuerdo con la estimación regular del Banco de la República de Colombia, que fluctúa entre los 200 y 214 pesos.
5) Castigo severo al contrabando de extracción: detener y sancionar de forma modélica a los "bachaqueros", ya que esta actividad ilícita acarrea graves daños a Venezuela. Aplicar rigurosas penas de cárcel y multas de considerables Unidades Tributarias a los mercenarios de la guerra económica y sus financistas. Deportación inmediata de aquellos neogranadinos que estén vinculados con este abominable flagelo.
6) Utilización del bolívar en transacciones con nuestros socios estratégicos: emplear nuestro signo monetario en operaciones comerciales con otros países, nos hará menos dependientes del dólar inorgánico y pavimentará el sendero a una inevitable internacionalización del bolívar.
La inflación postiza inducida por Dólar "Narco" Today y la clase empresarial-comerciante parasitaria de nuestra nación, sólo puede derrotarse con una masa popular revolucionaria monolítica, activa e informada. Emprender la ofensiva a través del boicot y la denuncia es la única salida. Si en México no hay guerra económica es porque allá gobierna la burguesía. ¡Acá estamos los hijos de Chávez!
P.D. Hemos enumerado varias "trademark" en este ensayo sólo con fines informativos: la ropa de "marca" siempre es la más cara en todos lados. Igual acontece con los "smartphone" y los carros. En México, la mayoría compra en "tianguis" o puestos informales (buhoneros) porque el dinero no es suficiente para hacerlo en las tiendas del comercio establecido. En 2010, el salario mínimo diario era de 59,82 pesos. Hoy es de 70 pesos. En cinco años sólo ha habido un incremento de 10,18 pesos (63 centavos de dólar) y la inflación real por año, en México, ha sido de 20% aproximadamente. Los medios del "establishment" halagan a títeres de la plutocracia como Enrique Peña Nieto, mientras estos matan de hambre a sus pueblos. ¡No pasarán!
(*) PIB per cápita de México se rezaga: http://www.cnnexpansion.com/economia/2013/08/23/pib-percapita-inferior-al-de-2008
(**) El litro de gasolina en México está en 13,57 pesos (Bs. 10,08).