¿Estamos dialogando? ¿La Revolución Bolivariana y Chavista está dialogando? ¿Fedecámaras es propensa a un diálogo real, constructivo, objetivo y nacionalista? ¿Qué opina el Poder Popular sobre mantener un diálogo nacional hacia la consolidación del Plan de la Patria y, en consecuencia, la Revolución Bolivariano y Chavista?
Podríamos continuar proponiendo preguntas pro-positivas a favor del progreso nacional venezolano tanto en los desarrollos internos como en ese continuo diálogo con la América de los Libertadores en el marco de lo fundamental cual es definir, objetivamente, el actual escenario nacional e internacional sobre el cual se sustentan ambos proyectos en objetivos en referencia: Plan de la Patria y la unidad continental de las nacionales de la América de los Libertadores.
En ese orden es que se circunscribe la propuesta en título motivada por el muy interesante programa de televisión transmitido por Televen, todos los domingos, teniendo como moderador a José Vicente Rangel Vale (JVR) bajo el título: "José Vicente hoy".
Dos aclaraciones son necesarias que requieren ser expuestas en estas líneas. En primer lugar, JVR aún cuando consideramos su titularidad como moderador del programa referido es un político de una extraordinaria y sólida experiencia cual motivaban que la opinión oficiosa de los tiempos de don Rómulo Betancourt cuando ejercía como Presidente de la República de Venezuela lo consideraran "poco menos que un izquierdista muy peligroso" que impulsaba la conjunción de un grupo de políticos nacionalistas que consideraban que la "democracia chucuta" que iba desarrollando el Presidente Betancourt representaba en su esencia y praxis la negación de los objetivos propuestos por la "Junta Patriótica".
Eran tiempos muy interesantes para la política venezolana que se confrontaba con su adhesión y oposición, según los factores políticos en ejercicio, a las políticas que impulsaba Washington desde el "Golpe de Estado contra don Rómulo Gallegos" de las tesis en las cuales se sustentaba, en aquellos tiempos históricos, la "Guerra Fría" en el marco concreto de su aplicación como "ideología anti-comunista" en las políticas explícitas contenidas en la "Doctrina Monroe"; mientras "en la acera de enfrente" se debatían políticas nacionalistas y revolucionarias en su búsqueda de alcanzar una Patria libre, fuerte, nacionalista y social. Se expresaban dos políticas, dos sub-conjuntos políticos, económicos, sociales e ideológicos en el seno de una sociedad asimétrica en el marco histórico de su sociología petrolero-campesina. Aquel era, fundamentalmente, el escenario del político José Vicente Rangel Vale en los principios en desarrollo de la "Democracia Representativa".
En ese mismo marco referente debemos precisar que no estamos desarrollando el camino caminado por JVR desde entonces hasta nuestras presentes fechas porque ello, en si solo, requiere un texto exclusivo donde expongamos "el pensamiento político de José Vicente". En si mismo, cuando nos referimos tanto a la "Guerra Fría" como a la "Doctrina Monroe" debemos precisar que nos estamos refiriendo, concretamente, a aquellos tiempos de la Presidencia de don Rómulo Betancourt de profundas diferencias a las actuales reingenierías de ambas políticas imperialistas de Washington cuales, por su actual agresividad y diferencias ideológicas con aquellos tiempos arriba referidos, obligan a marcar nuevas tesis pragmáticas temporales.
En el marco de ese escenario resulta muy interesante la entrevista realizada por JVR al novel Presidente de Fedecámaras, de origen en la República del Zulia, Francisco Martínez. Imaginamos, damas y caballeros, muy probablemente, el programa de la entrevista habrá "levantado ronchas", críticas ácidas y solidaridades lógicas no solo porque los tiempos en revolución están alterados sino porque también hay sectores que en reflexión pensaban que habría que escuchar a las derechas en momentos de elecciones.
Es decir, los actuales escenarios podríamos permitirnos confrontarlos con aquellos momentos en referencia en líneas anteriores cuando el joven diputado José Vicente Rangel Vale compartía curul con Fabricio Ojeda, Guillermo García Ponce, y en legislatura con don Jóvito Villalba, don Gustavo Machado, Raúl Leoni, don Ramos Giménez, don Rafael Caldera Rodríguez, entre otros representantes elegidos en el marco de la "Democracia Representativa".
Curiosamente, Venezuela es un país extraño como en alguna anterior lo mencionábamos. Lo exponemos porque la sociedad venezolana ha producido interesantes ideas en propuestas tanto desde las lides de las derechas, es decir, del capitalismo criollo como desde las izquierdas en sus diferentes propuestas políticas, por cierto, todas ellas muy interesantes en ese amplio e importante periodo que abarcó toda la época cuando se ejerció la "Democracia Representativa" en Venezuela, es decir, en nuestros pareceres, desde 1959 hasta 1998.
Nos vamos a permitir, específicamente, referirnos a una propuesta expuesta que los empresarios venezolanos criollos elevaron al Gobierno de don Rómulo Betancourt en curiosos momentos por los cuales transitaba la República de crisis política, económica, social e ideológica. Debemos precisar que al exponer aquellas propuestas económicas y políticas ello no significa que suscribamos esas tesis socio-económicas sino que las exponemos para sus conoceres y reflexiones como revolucionarios chavistas por lo avanzado temporal de sus contenidos en considerando, en comparación, a tiempos posteriores del capitalismo mundial en globalización.
El Presidente Nicolás Maduro Moros en la misma línea de pensamiento que nuestro Comandante en Jefe, Hugo Rafael Chávez Frías, reitera las necesidades que nos traslademos a la Historia Patria para conocer y buscar referencias que permitan la reflexión sobre los actuales escenarios geo-nacionales y geopolíticos en el marco de la realidad que representa en su praxis la "nueva política Obama" (JVR dixit).
El caminar hacia la Historia de nuestra Patria, ella, la Historia Patria, nos permitirá conocer y aprender de aquellos errores cometidos, en este caso, por las izquierdas, y, seguramente, también, por las derechas, en el marco de su soberbia ideológica, la podamos inducir, nuestra Historia Patria, a esas mismas reflexiones en obligante objetividad y revolución.
Es decir, sí analizamos el Gobierno de don Rómulo Betancourt podríamos asombrarnos lo dinámica que era aquella política en caos permanente cuando Acción Democrática estaba en el abismo de sus permanentes rupturas en interesantes divisiones; cuando el Partido Comunista Venezolano se debatía sobre las criticadas políticas de la Tercera Internacional, cuando don Jóvito Villalba nadaba entre el nacionalismo criollo y las praxis del Poder Público, cuando las intromisiones de Washington eran tan descaradas que no necesitaban de demostración alguna y cuando estudiantes y campesinos, en perfectas vías diferentes, caminaron hacia "lo urbano y lo rural" en expresión bélica. Eran tiempos de transiciones impuestas hacia la consolidación de la "Democracia Representativa" y de un "curioso capitalismo dependiente" pero con algunas expresiones nacionalistas que se mostraban en los sectores empresariales tradicionales y una ProVenezuela criticada. Esos eran los escenarios donde caminaba el joven diputado José Vicente Rangel Vale y Fabricio Ojeda.
Como lo mencionábamos más arriba, los empresarios capitalistas criollos y tradicionales se reunieron en la ciudad de Mérida y propusieron una "hoja de ruta" del capitalismo criollo. Su título: "Carta Económica de Mérida" (AVI, 1962) con las siguientes ocho (8) políticas elevadas a la consideración de don Rómulo Betancourt como Presidente de la República de Venezuela:
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Concebir la Democracia como un Estado de Derecho, con respeto a la Ley y a las Instituciones; y como régimen de autoridad, en que se mantenga el orden público y se garantice la seguridad de las personas y de sus propiedades, propiciando legislación penal apropiada para la debida protección de la sociedad con celeridad y eficacia;
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Fortalecer la educación privada, librarla de toda dominación sectorial, especialmente de los grupos marxistas;
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Equilibrar el presupuesto;
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Las reglamentaciones y restricciones de la economía solo deben ser aplicadas por vía de excepción y con carácter temporal en momentos de emergencia;
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Lograr que sea definida con claridad una política económica de desarrollo nacional, basada en el principio de máxima utilización nacional de los recursos del país;
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Una política petrolera y minera que permita la existencia y desarrollo futuro de las empresas privadas;
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Una reforma agraria integral que enfoque con criterio realista el problema de nuestras zonas rurales, que es fundamentalmente la baja productividad de nuestra población dedicada alas faenas agrícolas y pecuarias;
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Lograr el reconocimiento de todos los partidos políticos de que los sectores independientes deben tener adecuada representación que refleje la opinión no política en los cuerpos legislativos (Congreso Nacional, Asambleas Legislativas y Consejos Municipales).
Perdón, nos encontramos en los históricos tiempos del mes de agosto del año electoral del 2015 bajo la Presidencia de Nicolás Maduro Moros. ¿Qué proponen los empresarios, realmente, en los actuales escenarios patrios?