El Presidente Maduro, recientemente, alertaba sobre planes imperialistas de acechar nuestra patria e intentar revertir, lo que ya se perfila como una decisión –imperturbable- de ratificar una mayoría revolucionaria, al frente de la Asamblea Nacional, para el período 2015-2021. En los meses que restan para llegar al 06 de diciembre, señalaba, se van a incrementar las acciones de violencia, saboteo de servicios fundamentales para la población y las políticas de saboteo a la economía nacional: desabastecimiento, especulación, inflación inducida y guerra monetaria. Nada nuevo bajo el sol nos promete el imperialismo, en su obsesión de volver a colocar sus garras sobre la patria de Bolívar y Chávez y, con ello, apropiarse de nuestros inmensos recursos energéticos. Esa estrategia imperialista, tampoco es nada nueva. Si usted amigo/amiga lectora, gira su mirada hacia los hechos que se suceden en esa inmensa zona de nuestro planeta denominada "medio oriente", de seguro tendrá un referente importante para explicarse muchas de las situaciones que vienen ocurriendo en nuestro país. De hecho, el plan desestabilizador creado y ejecutado por actores no propios de la nacionalidad gringa, es casi que el mismo. Si usted se tomara la molestia de investigar sobre el llamado Estado Islámico y sus atrocidades, el apoyo militar que le prestan los EEUU, Israel y las monarquías de Arabia Saudita, Emiratos Árabes y Qatar; muy bien pudiera asimilar que, en el caso venezolano, ese apoyo se lo prestan a bandas criminales soportadas por el paramilitarismo uribista y delincuencia surgida en nuestro propio país, y sobre ellas, intenta el imperialismo de los EEUU con sus aliados en España (PP y PSOE), Colombia y ahora se les integra el gobierno derechista de Guyana, y la transnacional Exxon Mobil, desestabilizar Venezuela.
Esta nueva situación, de estrecha alianza entre el imperialismo, la derecha transnacional en funciones de gobierno en algunos países y bandas criminales, para derrocar gobiernos no proclives a los intereses de los EEUU, tiene data reciente. Es, con la intervención militar y posterior derrocamiento del gobierno legítimo de la ex república de Yugoeslavia, que se hizo evidente esa nueva forma de actuación criminal del imperialismo de los EEUU en el planeta. Si el pretexto de la guerra imperialista en 1999 era "salvar los kosovares", con lo cual pretendían darle un carácter humanitario a dicha guerra, de una hipotética amenaza de "genocidio", lo cierto fue, una vez que EEUU bombardeó y destruyo Yugoslavia y paralizó a Serbia, que las bandas criminales se transformaron en el Ejército de Liberación de Kosovo, el ELK, por obra y disposición del "dios imperialista" pasando a convertirse en un título que mucho gusta darle el Pentágono a sus agentes en combate: "luchadores por la libertad", y mientras el ejército imperialista se retiraba de la zona de guerra, dejaba en manos de sus "luchadores por la libertad", las bandas del ELK, disponer del territorio conquistado. Ese papel de héroe del imperio, le tocó jugarlo entonces al hoy primer ministro kosovar, Hashim Thaci, quien, previo a la guerra, se destacaba en los archivos de la policía serbia, por los avisos de solicitud por diversos crímenes, tráfico de drogas y trata de mujeres e incluso trata de órganos humanos. El propio Congreso de EEUU, tenía calificado a sus "nuevos héroes por la libertad", a mediados de los 90, como "terroristas y traficantes de drogas"; asimismo, la Interpol, estaba al tanto de sus vínculos con Osama bin Laden. En mucho, esa guerra imperialista llevada a cabo por los EEUU y su maquinaria militar de la OTAN, dejó ver cambios fundamentales en la nueva orientación y forma de ejecución de las guerras imperialistas en un tiempo histórico, caracterizado por asomo del declive de la hegemonía imperialista de los EEUU. Los objetivos de la guerra kosovar, fueron definidos –impecablemente- en The Times de Londres, en su edición del 24 de marzo de 1999: "Albania –que juega un papel fundamental en el trasvase de dinero a los kosovares- está en el epicentro del tráfico de drogas de Europa", es la llamada por algunos, Media Luna dorada de Afganistán y Pakistán, ruta en que agencias independientes valoran el tráfico de heroína destinada principalmente a Europa en unos 400 mil millones de dólares al año. No solo el petróleo mueve el corazón y la ambición del imperialismo de los EEUU, en el llamado "nuevo siglo estadounidense".
Desestabilizar y caotizar países y regiones enteras de nuestro globo terráqueo, ha sido una política imperialista que le ha dado enfoque teórico el ex consejero de seguridad nacional del ex presidente Carter y hoy por hoy, uno de los asesores principales del presidente Obama para política exterior, Zbigniew Bzezinski quien, en entrevista para el diario El País precisaba: "El mundo hoy está tan despierto, tan activo políticamente, que ninguna potencia puede ser hegemónica" […] "La responsabilidad de América en este caos debe ser compartida con cualquiera que participe en él. El caos no es producto de un solo país. El orden, tampoco". En 1997, señalaba Bzezinski: "Un final repentino de la supremacía estadounidense provocaría una inestabilidad internacional generalizada. De hecho, desencadenaría la anarquía global". Su "Teoría del Caos Constructivo" busca "ordenar" lo que, según su conclusión determinante, sería un mundo en completo desorden, habida cuenta, el fin de la hegemonía estadounidense. Para minimizar y poder controlar de alguna manera, el desorden planetario previsto, Bzezinski propone la balcanización de grandes territorios y zonas del planeta, en cumplimiento de la máxima atribuida al emperador Julio César: "divide et impera", propiciando en diversas regiones del planeta el "caos controlado", dirigido, intencionado, que genere situaciones de desorden, inestabilidad e imprevisibilidad, que le permitan al imperialismo de los EEUU, presentarse en el país o región desestabilizada, como lo manifestara el ex presidente George W. Bush en su discurso del estado de la Unión del 13 de enero de 2006: "EEUU es el único país que puede garantizar un mundo en paz frente al caos", presentarse como el gendarme necesario que traerá el orden y la democracia al país o la región en completo caos. Algo similar opina Obama, cuando afirma que: "Estados Unidos es la única nación indispensable. Eso ha sido cierto durante el siglo pasado y seguramente lo seguirá siendo el próximo siglo" (Efe, West Point, 28-05-2014).
La República Bolivariana de Venezuela, no ha estado exenta de los planes imperialistas para recolonizarla y someterla a los dictámenes de la política exterior estadounidense. Informes de la inteligencia gringa que datan de comienzos de este año, pronosticaban que nuestro país se sumergiría en nuevas acciones de violencia: "En el 2015, nosotros anticipamos que las organizaciones estudiantiles y la oposición política van a organizar protestas en los meses previos a las elecciones legislativas" señalaba el director de la Agencia de Inteligencia del Departamentos de Defensa, Vincent Stewart, según nota de prensa recogida por el Nuevo Herald del 03-02-2015. Añadiendo Stewart: "Estamos preocupados por las elecciones que tienen previsto realizarse en Venezuela y lo que eso podría significar en términos de violencia y de violaciones a los derechos humanos". En la misma línea de pensamiento, la firma de inteligencia empresarial IHS Country Risk-Foresight señala en uno de sus informes: "Si la economía sigue deteriorándose al acelerado ritmo de los últimos días (señalaban eso, a inicios de 2015, nota nuestra), entonces, el descontento –registrado en los últimos días bajo la forma de conatos agitación social y saqueos- podría aumentar para afectar la estabilidad del gobierno, cambiando totalmente el juego en Venezuela", concluyendo en su informe que: "…el colapso del régimen bolivariano se produciría solo si la ya agobiante escasez que padecen los venezolanos empuja a la población hacia un estallido social de grandes proporciones, y las probabilidades de que Maduro sobreviva…". El "caos constructivo" en Venezuela, mucho kilometraje recorrido lleva por delante, como bien lo señala Evan Ellis, del Instituto de Estudios Estratégicos (SSI) del Ejército de EEUU, quien pronostica en un reciente informe titulado "La venidera implosión de Venezuela y las implicaciones estratégicas para los Estados Unidos", que: "Un final caótico y violento a la situación en Venezuela se torna más probable con el transcurso de cada día, lo que tendrá serias repercusiones en los vecinos de Venezuela en la región", señalando como causas de dicho desenlace: "…el estancamiento político y la creciente escasez, sugieren que la situación podría degenerar en un colapso económico y en el caos político, -posiblemente con hambruna, enfermedades y violencia- en medio del choque entre personas desesperadas por sobrevivir y un gobierno narco-dependiente desesperado por mantener el control".
EEUU actúa, a través de sus agentes políticos, económicos y de todo orden, en procura de que las profecías que le anuncian sus tanques pensantes, se auto cumplan. La mano secreta del imperio, hará que ello sea factible: derribando los precios del petróleo; propiciando la devaluación de la moneda local, incentivando la escasez a través de sus agentes económicos, quienes bajarán la producción esconderán sus productos o lo contrabandearán a países vecinos; incrementando la inseguridad, activando sus bandas criminales; creando la percepción de que vivimos en un estado de máxima corrupción gubernamental, en lo cual, sus medios de comunicación jugarán un papel fundamental; en fin, crear un estado total de caos y violencia; a la población se le generará la falsa expectativa que, solo propiciando un cambio de régimen será posible salir de esa situación insostenible, he allí la razón de ser del "caos constructivo".
El Gobierno Revolucionario del Presidente Maduro, está consciente de tal estrategia imperialista que procura su derrocamiento. Las operaciones de liberación del pueblo, OLP, apuntan en la dirección correcta, pero, solo atacan una de las directrices de un plan global muy bien orquestado. La economía, juega un papel fundamental que el Gobierno Revolucionario no se ha atrevido atacar con firmeza, ese ha sido el punto débil para desmontar la estrategia contrarrevolucionaria del "caos constructivo", y esa pudiera ser, una de las causas, quizás la fundamental, por donde pudiera colarse la victoria imperialista. En diversos artículos previos, hemos alertado sobre ello, pero el Gobierno del Presidente Maduro continua ciego, sordo y mudo ante tal situación que, para luego pudiera ser tarde. La falta de respuestas contundentes al caos inducido a la economía venezolana, es la debilidad fundamental del Gobierno del Presidente Maduro, su resistencia a asumir medidas y políticas no capitalistas, le alejan del pueblo y le reducen sus posibilidades de sobrevivir al "caos constructivo"…