Considerando, con la precaución del caso, que los datos de hinterlaces se aproximan a la realidad, y considerando también la alegría que producen en el gobierno, sólo se puede concluir que la esquizofrenia sigue avanzando: el gobierno se alegra de crear las condiciones para su caída.
La socialdemocracia desesperada es capaz de todo por permanecer un día más en el gobierno, hasta de reprimir a su base social. El ciclo de la socialdemocracia rentista termina, necesariamente, en represión; ataca con crueldad a los humildes. Con las vacas gordas reparte un poco más, crea conciencia egoísta, rompe la relación esfuerzo-logro, y con las vacas flacas reprime. Ya aquí, entre nosotros, llegaron las vacas flacas y la masa se mueve guiada por el egoísmo a reclamar sus prebendas. Veamos.
Guardando las distancias, que no son muchas, el 27 de febrero fue un reclamo de las prebendas que prometió carlos andrés en las elecciones. Aquel saqueo fue la manera de la masa de expresar su descontento y cobrar la recompensa prometida. Ahora bien, el bachaqueo de hoy tiene la misma base psicológica, la misma expectativa de consumo, es un saqueo pero lento. En aquella oportunidad la represión fue el único remedio que podía dar la socialdemocracia impedida de otra respuesta, los muertos llegaron a niveles de genocidio. Ahora la respuesta es la misma, aunque podía ser otra: ir por el camino del Socialismo, pero esta salida los aterra. Entonces, la respuesta es represión pero lenta, y se va posicionando en la psiquis colectiva, ya hay señales peligrosísimas de aceptación.
¿Cuál es el peligro para el gobierno? Cualquiera diría que la aceptación de 87% indica que el gobierno está guapo y apoyado, pero yendo un poco al fondo encontraremos que ese alto porcentaje está en realidad de acuerdo con una salida de fuerza, con un régimen de mano dura. Y ya sabemos, la historia y la geografía lo confirman, la represión no es medicina para la delincuencia, no resuelve los problemas que surgen de las entrañas de la sociedad.
El operativo que hoy casi todos aplauden, hasta los humanistas tradicionales, es la preparación psíquica de la población para que acepte una salida de fuerza, un militar, una mano dura. En el momento que siga la delincuencia la población aceptará al fascismo. En ese camino andamos, a pesar de los escribidores que lo apoyen, a pesar de las alegrías de las encuestas.
Es un error pensar que la represión resolverá la delincuencia; al contrario, ubicará el problema en la guerra de aparatos, la delincuencia se perfeccionará, pensemos en "el chapo".
Es un error pensar que la represión resolverá a los "bachaqueros", es un error inmenso pensar que ellos causan el problema; al contrario, son reflejo de las fallas del gobierno, de lo que no se quiere corregir. Indica alta incapacidad que el gobierno diga que la misma gente saque de las colas a los "bachaqueros", es crear las condiciones para la violencia, para que se implante la justicia por propia mano.
Decía un clásico, creemos que era Trotsky, lo nombramos a riesgo de herir pieles perfumadas: "un error en la teoría trae en el futuro consecuencias desastrosas, peores que cualquier error en la práctica". Tenemos que pensar que esta Revolución, atrapada en su misma creación de una masa clientelar, está pagando su entrega en manos de la socialdemocracia, la falsificación del Plan de la Patria, el maridaje con la burguesía, el no haber investigado el asesinato de su líder, el querer formar conciencia a partir de la riqueza y no riqueza a partir de la conciencia, como alertó Fidel.