Nunca nos cansaremos de repetir que han habido revoluciones de derechas y que continúan habiendo revoluciones de izquierda sin que ello no signifique que las derechas describan sus procesos políticos, legales e ilegales, como procesos revolucionarios pero ello, a su vez, significaría que la izquierda tuviera que aceptar que esas denominadas "revoluciones" por parte de las derechas significaran procesos de cambios profundo en perfectibilidad histórica y no un retroceso hacia paradigmas superados, es decir, un retroceso hacia los esquemas de Estado que se sustentan en el sistema capitalista en estos tiempos de cambios de era; es decir, que son demostrables las profundas diferencias en cuanto a lo significativo del proceso del desarrollo en evolución permanente e histórico de la Humanidad como "seres creados" en sus constituciones sociales gracias a las temporalidades históricas en evolución perfectible cuales son el significado objetivo de las revoluciones de izquierda.
Tampoco vamos a negar que se han expresado, históricamente, procesos revolucionarios en armas como podríamos señalar aquel proceso mixto-social, campesinos, obreros, intelectuales, estudiantes y empresarios, en China, en la revolución en Vietnam más de carácter anti-colonial en su primera etapa y, estrictamente, revolucionario-conceptual en su segunda etapa, el atípico proceso revolucionario en Cuba sustentadose en condiciones también atípicas en el marco socio-político-guerrillero pero no de "guerra civil" como se diera, objetivamente, por sus temporalidades tanto en China como en Vietnam ya que conceptualmente "guerra civil" se contiene en una definición incontestable.
Es de necesaria obligación mencionar la Revolución Bolchevique que tuvo también un proceso atípico en diferentes e interesantes etapas de desarrollo donde la expresión de un conjunto social conformado por soldados y campesinos transformados en soldados conjuntamente con expresiones socio-políticas que se irían gestando durante el siglo XIX en sus expresiones ideológicas que, necesariamente, se conformaron como un todo revolucionario durante las contradicciones entre mencheviques y bolcheviques. Ello nos obliga a señalar como profunda y verdaderamente atípica la realidad que significa el proceso revolucionario que está en pleno desarrollo en las actuales circunstancias en Venezuela con la denominación de Revolución Bolivariana con la objetiva adición importante del "pensamiento de Chávez Frías".
De lógica y de necesidad en objetividad histórica es de obligación precisar que el proceso revolucionario en Venezuela tiene dos características interesantes. En primer lugar, al conceptualizar a dicho proceso revolucionario como "Bolivariano" significa que se sustenta, sin exclusiones conceptuales e históricas, en el "pensamiento y proceso socio-bélico-político e ideológico-estructural de la realidad significativa de pleno desarrollo por Simón Bolívar". En segunda instancia, el propio proceso revolucionario en su desarrollo actual contiene no solo el rescate del "pensamiento de Simón Bolívar" como las expresiones revolucionario-temporales en sus diferentes etapas expresadas durante todo el siglo XX y la característica histórica de "…ser la primera revolución del siglo XXI…" (Chávez Frías dixit) como estar sustentándose en el proceso continuo eleccionario en permanente participación democrática de las diferentes expresiones político-partidista y sociales organizadas en el marco de toda la sociedad venezolana. Pero el propio proceso revolucionario "bolivariano, chavista, nacionalista y venezolano" ha tenido y sigue teniendo influencias respetuosas sobre su entorno geográfico e, inclusive, allende las costas americanas. Por ejemplo, cuando las críticas desde las derechas se elevaron a decibeles increíbles de rechazo a la persona de Hugo Rafael Chávez Frías corría un comentario en la sociedad cubana que se expresaba en una interesante frase sociológica: "…sí ustedes no quieren a Chávez mándenlo para acá que nosotros si lo queremos…". Es evidente que Hugo Rafael Chávez Frías ha tenido y tiene una objetiva influencia en los procesos revolucionarios nacionales y socialistas de muy alto nivel histórico.
Entonces, ¿qué significan, realmente, no solo las influencias del "pensamiento Bolívar-Chávez" tanto en Venezuela como allende sus fronteras históricas sobre la objetiva realidad de la evolución temporal-histórica en perfectibilidad del proceso revolucionario sustentado, dicho proceso revolucionario, en las participaciones sociales directas en los "cambios profundos" cuales, a su vez, se sustentan en las permanentes elecciones directas, secretas, legales, incontestables y extremadamente vigiladas y muy criticadas por las derechas capitalistas nacionales y mundiales pero objetivamente y demostrablemente reales en revolución permanente?
Curiosamente, nuestro proceso revolucionario tiene escenarios interesantes cuales nos llaman a la inquietud lógica por histórica. La Revolución Bolchevique tuvo como líder fundamental a Vladímir Ilich Uliánov quien por razones de salud y deceso fuera sustituido por Iósif Vissariónovich Stalin en el marco histórico-temporal que se expresaban en Rusia aquellos tiempos en revolución. En China el proceso del liderazgo en su evolución revolucionaria fue, en nuestros entenderes y conoceres, dramático desde el mismo comenzar histórico del Partido Comunista Chino (PCCh), aún, en verdad histórica, cuando Mao Zedong fuera declarado "líder fundamental", oficialmente, ante el pueblo de Beijing aquel 1º de octubre (1949) del nuevo gobierno chino, sobre esa realidad en "hecho histórico", nos consideramos que el "Mao histórico" siempre se superpuso al "Mao gobierno" con lo cual China estaba en un permanente proceso de agitación revolucionaria cual se expresara en asimétricos caminos gubernamentales en aquellos procesos de cambios profundos de un Estado tradicional hacia un Estado post-moderno. En ese contexto en referencia, los sinólogos, sobre la base de las investigaciones históricas, en los más recientes estudios publicados sobre Mao Zedong, consideran que el "pensamiento anarquista-chino" que marcó al "Gran Timonel" en sus años mozos en su provincia de Hunan, nunca lo dejaría objetivar las realidades sociales, económicas, políticas, militares, ideológicas y geopolíticas nacionales y globales hasta, quizás, la imperiosa aceptación histórica de recibir en Zhong Nanhai al Presidente estadounidense, Richard Nixon, acompañado por el rechazado en América Latina, Henry Kissinger. Aquella reunión tuvo sus consecuencias a lo interno de la política del PCCh, del Ejército Popular de Liberación (EPL), de la Comisión Militar Central, órgano fundamental dirigente de las políticas de Estado que rige los pareceres fundamentales geoestratégico-políticos e ideológicos de la República Popular China sustentándose, actualmente, en las directrices del diseño político-estratégico de Deng Xiaoping y el "pensamiento Mao Zedong" y aprobado tanto por el PCCh y ELP como por los órganos legislativos, Asamblea Nacional, y comprendido y aceptado por el Poder Popular chino.
El proceso revolucionario en Cuba es diferente tanto por factores internos como por las realidades históricas que han marcado negativamente al propio proceso revolucionario cubano como son el "Bloqueo", invasiones y saboteos, aislamiento promovido y mantenido por los EEUU de América y con la imposición de políticas a los gobiernos latinoamericanos como sería su exclusión de la OEA, las lógicas limitaciones socio-económicas y las afectaciones políticas externas como se expresara en consecuencia con la "Crisis de los misiles".
En el caso de Vietnam observamos con detenimiento y profundo respeto la objetivación de su entorno geoestratégico pasado y presente. En alguna ocasión, en Beijing, tuvimos la oportunidad de conversar con un miembro del EPL que había combatido durante la "Guerra sino-vietnamita". Nuestras conclusiones se profundizan con las actuales realidades sobre las interpretaciones conceptuales de los socialismos a nivel internacional. Es decir, lo conceptual significativo de los contenidos expresados por los diferentes ideólogos de procesos revolucionarios socialistas nos obligan a darle un descanso a las reflexiones en estos tiempos de "crisis y caos" promovidos por los países capitalistas.
Lo inmediato anterior sirva de referencia comparativa con el proceso revolucionario en curso en Venezuela donde se exponen sus profundas y muy serias diferencias comparativas entre nuestro proceso revolucionario con aquellos arriba expuestos. En primer lugar, debemos señalar la importancia del "pensamiento de Simón Bolívar". En segundo lugar, es de vital importancia el concepto "militar-no-expansionista" del proceso libertario que desarrolló Simón Bolívar en América Latina alcanzando acuerdo con José de San Martín. En tercer lugar, el proceso histórico de "los caudillos" que se expresarían no solo en Venezuela sino también en otros lares latinoamericanos. En cuarto lugar, el proceso democrático que se iría desarrollando en Venezuela desde el año 1928. En quinto lugar, el proceso político contra las dictaduras en el marco de la "Guerra Fría" a partir del "golpe de estado" contra don Rómulo Gallegos. En sexto lugar, la traición de don Rómulo Betancourt y el proceso lógico-temporal y en consecuencia político-ideológico y militar que se expresara a partir de aquel temporal frente en el Occidente de Venezuela. En séptimo lugar, el proceso y significación objetiva de las contradicciones entre la "Democracia Representativa" y las consecuencias socio-económicas conjuntamente con el proceso de cambios ideológicos sobre la base del capitalismo global que se desarrollaría durante toda la 4ta. República. Y, por último, la consecuencia lógico-histórica de la expresión popular en el marco de la participación el Poder Popular en elecciones democráticas cuando fuera elegido Hugo Rafael Chávez Frías. Es decir, en ese contexto referente, el proceso revolucionario venezolano ha sido un proceso evolutivo inigualable a otros procesos políticos. Es decir, tiene una importante base histórica de fácil demostración en el marco de la Filosofía de la Historia.
¿Qué tratamos de trasmitir? En primer lugar que la "Revolución Bolivariana y Chavista" contiene sus propias características revolucionarias sustentadas no solo en la propia Historia Patria sino en sus conceptos revolucionarios autóctonos cuales no excluyen, evidentemente, su carácter internacionalista. En segundo lugar es una revolución atípica, diferente, a las revoluciones que se han expresado históricamente cuando consideramos que la "toma del Poder" se realizó en el marco, curiosamente, de la "Democracia Representativa". Ello no obsta y ni siquiera nos atreveríamos a negar el proceso revolucionario en armas que se expresó, fundamentalmente, en la década de los años 60 del siglo próximo pasado cual, a su vez, también tendría sus propias características nacionales sin descontar las influencias provenientes allende nuestras fronteras desde las políticas de la Tercera Internacional a las lógicas influencias de la "Revolución Cubana". En tercer lugar, el proceso revolucionario de "cambios profundos" tanto en el marco de la Constitución y las leyes como en el paulatino proceso de esos cambios en la estructura del Estado con las conocidas características históricas del Estado venezolano siempre se ha realizado, se ha venido realizando y se seguirá realizando en permanente consulta con toda la sociedad venezolana a través de la participación personal, directa, secreta y voluntaria cual caracteriza el "modelo revolucionario nacional y socialista venezolano". Es decir, es un modelo en permanente consulta y perfectibilidad. En cuarto lugar, el proceso revolucionario como todo proceso revolucionario tiene y contiene diferentes etapas de cambios obligatorios en la consecución de poder alcanzar un Estado moderno, nacionalista, socialista en revolución permanente y perfectible. Ello significa que en estos álgidos y difíciles momentos, en esta etapa actual, el proceso revolucionario entra en un esquema de renovación profunda y revolucionaria del Poder Legislativo, Poder del Estado cual constitucionalmente es responsable de continuar discutiendo y aprobando leyes que vayan en consonancia con el proceso de "cambios profundos" que, por lógica histórica, nacionalista y revolucionaria, requiere el Estado socialista. Es decir, el próximo Cuerpo Legislativo contendrá en permanente discusión la dialéctica de las contradicciones entre el Estado rentista y capitalista dependiente y el Estado socialista en permanente perfectibilidad revolucionaria; es decir, siendo la "sociedad venezolana" lo real-fundamental del Estado venezolano, las leyes que se aprueben y/o se rechacen influirán directamente no solo en el "proceso revolucionario bolivariano-chavista" sino directamente en la cotidianidad de "lo nacional-social-económico y militar".