Hemos recibido una crítica constructiva sobre nuestro escrito inmediato anterior: "La Revolución Bolivariana y las elecciones chavistas"; críticas provenientes de nuestro amigo personal y profesor VG quien al haber realizado la crítica interna del texto en referencia, nos señala orientaciones sobre cómo mejorar el contenido de futuros textos en el marco de la Historia de las Ideas lo cual agradecemos inmensamente. Pero, al tiempo, ello nos obliga a exponer, en este comentario, ideas correlacionadas con las críticas y, muy probable, análisis de nuestros errores al "dejar en el aire" ciertas aseveraciones cuales, al no ser desglosadas con los criterios requeridos como historiador, podrían llevar al lector a errores conceptuales que podrían desarrollar una matriz de opinión equivocada cual no fue ni será nunca nuestra intención; por ello, en este texto, trataremos de exponer, desglosar y explicar nuestras ideas expuestas y propuestas en considerando que es no solo necesario sino obligante ideológicamente para evitar "reformismos".
Nuestro discurso, ¿está dirigido al "chavismo puro y duro"? siendo mi profe un revolucionario de "tabaco en la vejiga", es decir, un revolucionario de aquellos gloriosos años 60 además, reiteramos, un muy serio profesional de la Historia y respetado profesor, ésta interesante crítica nos llevó a la reflexión y a preguntarnos: ¿somos radicales en nuestras propuestas políticas? Deberíamos, primeramente, precisar qué es el "chavismo puro y duro" para contrastar nuestras propuestas con ese subconjunto político de parte de una izquierda, obligatoriamente, militante. Ello, "chavismo puro y duro", implica la existencia de "una ideología precisa, comprensible y con discurso" pero, para ello, tendríamos que definir el concepto "chavismo" para, sobre el cual, poder conocer las facetas interpretativas del concepto aceptado como tal.
Pero, en nuestros entenderes, el "chavismo" como concepto se ha alimentado del "pensamiento de los escritos de Simón Bolívar" sobre los cuales, Hugo Rafael Chávez Frías, realizó una dialéctica interpretativa que iba de la mano con las objetivas realidades socio-históricas, económicas, militares e ideológicas de sus tiempos temporales no solo durante su temporalidad como Presidente constitucional, primeramente, de la República de Venezuela para continuar como Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, como, fundamentalmente, sus contundentes discusiones en la afueras de su pueblo, Sabaneta, con Douglas Bravo. Es decir, Chávez Frías "no quemó autobuses, ni perteneció a las UTC, ni "subió a la montaña" sino para confrontarse, en el Oriente, con los "alzados en armas" en sus tiempos militares, según sus propias palabras. ¿Añoró Chávez Frías no haber sido guerrillero? Siempre lo repetía, quizás, sin comprender, profundamente, el real significado y las diferencias entre "ser guerrillero urbano y/o rural y ser cuadro militante" de un partido político como, por ejemplo, el PRV, en considerando sus tiempos personales.
Ahora bien, lo inmediato anterior aún no nos ha desglosado en profundidad el significado del concepto "chavismo" sino que hemos propuestos las referencias precisas para su desglose personal. Pero ello nos lleva, necesariamente, a preguntarnos: ¿seriamente, comprendemos ese concepto "chavismo", lo hemos estudiado, reflexionado o simplemente lo hemos convertido en una herramienta de nuestra propia ignorancia y flojera mental?
Aclaremos otra variable en el marco de la crítica constructiva de nuestro amigo VG. Estamos sacando del tintero la propuesta de comprender un concepto: "chavismo". Ello podría llevarnos a ideologizar ese concepto, en ocasiones frecuentes, convertido en "slogan/cliché" a la medida de aquellas interpretaciones personales de Joseph "El Padrecito" Stalin, interpretaciones que deberían conocerse y comprenderse para, en objetivo análisis crítico, tratar de asumir las consecuencias de fácil demostración histórica que produjeron la praxis de esas interpretaciones cuales, en nuestro modesto entender, llevaron a un "cliché" dramático sobre el cual todo era justificable: "socialismo real" cual, a su vez, llevó al aparatich a proponer en praxis dos tesis políticas: Glasnost y Perestroika seriamente "mencionadas" a Mihail Gorbachov por Deng Xiaoping durante la visita que el primero realizara a Beijing por aquellos días de las realidades que se venían desarrollando en la plaza de Tian Anmen por estudiantes, obreros, intelectuales, campesino con apoyo de los denominados como "ángeles voladores".
Ello nos lleva, obligatoriamente y por seriedad profesional, a nuestras advertencias a algún alto funcionario de la Embajada de Cuba en aquellos comienzos del Gobierno del Comandante Chávez Frías de que "…revolución con hambre, es revolución fracasada…", sustentando nuestra argumentación sobre aquel diálogo entre DengXiaoping y Mihail Gorbachov sobre la base comparativa del "modelo Gorbachov" vis a vis el "modelo Deng Xiaoping". Las consecuencias no son de necesidad de referencia por ser de conocimiento público mundial.
Ahora, debemos, también, regresa a la crítica interna de nuestro texto por don Víctor sobre "el maoísmo" post-1949. En nuestra lectura mencionábamos a dos (2) Mao Zedong: el "Mao histórico" y el "Mao gobierno", precisando la muy interesante e importante curiosidad de la influencia en el pensamiento de Mao Zedong de aquel "pensamiento anarquista" tan en boga en China en aquellas décadas de los años de 1910 y 1920, evitando, en nuestro escrito, precisamente, mencionar la fuerte e importante influencia del modelo de Estado estadounidense en los pensares de Mao Zedong cual, consideraría, podría ser aplicado en la problemática China de los "señores de la guerra"; es decir, justamente, posterior a la declaración de la Primera República denominada como República de China. Ello está reflejado en tres (3) escritos de juventud donde proponía un modelo de gobierno para su provincia natal, Hunan.
En ese orden del discurso, el "Mao histórico" sería aquel Mao Zedong que comprendió como se debía desarrollar el proceso revolucionario hacia la conquista del Poder a partir de sus reflexiones consecuenciales a su derrota en el "Levantamiento de Otoño" en aquel mediados del año de 1927. El "Mao gobierno" es, probablemente, el Mao Zedong más dramático por diferentes razones: su desconocimiento sobre qué significaba "gobernar", su apego a modelos de gobierno tradicionales que se desarrollarían durante las diferentes dinastías chinas, sus contradicciones con sus propios pensares personales que se sustentaban entre una educación tradicional impregnada por el anarquismo pasando por sus conocimientos del leninismo gracias tanto a Chen Duxiu como a Li Dazhao y las evidentes realidades importantes de la sociología china porque sino ¿cómo se explica la "Revolución Cultural"?.Para su conocimiento y fines consecuentes, oficialmente, el Partido Comunista Chino le ha otorgado una objetiva valoración a Mao Zedong de 7 sobre 10 puntos.
Pero regresemos al concepto "chavismo". Para nadie es un secreto a voces que el concepto en referencia se ha convertido en "una muletilla" a tal punto que ya observamos interpretaciones, opiniones personales, desapariciones del mismo en los discursos oficiosos, interpretaciones sin sustento conceptual ni histórico y, en gravedad, sin el necesario conocimiento del "pensamiento de Simón Bolívar" sobre el cual Hugo Rafael Chávez Frías sustentó su discurso y sus interpretaciones globales. Ello, de fácil demostración, lo percibimos cuasi cotidianamente.
Ello no significa, de obligada aclaración, que el proceso político y militar de los años 60 no estuviera sustentado en el "pensamiento bolivariano" cual, por conocimiento personal de los actores, argumentaban, según se conoce, sus diatribas ideológicas, por ejemplo, en las interpretaciones del "pensamiento de Simón Bolívar", claro, apoyándose en el conocimiento de la Historia de la Patria.
Es decir, basar los paradigmas de la Revolución Bolivariana y Chavista en un leninismo-estalinista y en un anarquismo trasnochado llevará inevitablemente a una matriz de opinión ajena al propio proceso propuesto por nuestro Comandante en Jefe, Hugo Rafael Chávez Frías y, en consecuencia, a la profundización de la crisis revolucionaria transformándose en "caldo de cultivo" de la contra-revolución.
Esperamos que nuestro amigo y profesor don Víctor sea inclemente en la crítica interna a este texto en propuesta ideológica.