No es mentira para ningún venezolan@, que la situación con Colombia
nos tiene inmersos en un mar de nostalgias, por una parte nos duele
que prácticas terroristas toquen de cerca a nuestros herman@s de aquí,
y de allá y por otra nos causa profunda indignación que el imperio
siga tensando y manipulado con sus hilos a nuestra hermana república.
La imagen de la macabra muerte de Robert Serra, todavía nos hace
sentir miedo, y quizás esa fue la intención de los grupos criminales
colombianos, financiados por los norteamericanos, que atentaron contra
su vida, matar a uno y hacer temblar a millones de personas que
seguimos trabajando día a día por nuestra patria grande.
No es la primera vez que los gringos conspiran para jodernos, sino
recordemos cuando en 1826, Simón Bolívar convoca al Congreso en la
Provincia Colombiana de Panamá, para trazar estrategias conjuntas
contras las pretensiones europeas de seguir explotándonos, y resulta
que los tipos no asisten, y no conformándose con eso manipulan
situaciones, unidos con los ingleses para que ni los hermanos
argentinos y de Brasil asistan.
Desde ese entonces, Bolívar, que siempre fue un gran estratega como
Chávez, se dio cuenta que con ellos ni a la esquina, porque
simplemente querían una América unida pero para los americanos, y en
esa denominación no entrabamos nosotr@s, Americanos los
norteamericanos, no nosotr@s.
Para la segunda mitad del siglo XIX, bajo la tutela norteamericana,
la oligarquía Bogotana dividida entre Liberales y conservadores,
afianzo cada vez más la división de clases, donde cada vez los ricos
eran más ricos, y los pobres más pobres.
Cuando Gaitan en Colombia se afinca desde el congreso contra la
oligarquía, ya empezaba a ser un objeto de molestia, así pues el 09 de
abril de 1948 es asesinado tras sus pretensiones presidenciales.
Seguramente la CIA tenia sus manos metidas por allí, pero ante el
alboroto popular por la muerta de Gaitan, los gringos le echan la
culpa a los comunistas y se instaura en Colombia la época del terror,
donde los campesinos son perseguidos y despojados de sus territorios.
Aparecen los "Pajaros", dejando dolor a su paso, causándole daños a
tantas personas, muerte, pero sobre todo miedo, como ese miedo, esa
pena que sentimos con la muerte de Robert Serra.
Dolor al ver como un ser humano puede causarle tanto daño a otro ser vivo.
