Nada más parecido con la realidad que la fábula del alacrán y la rana, atribuida al fabulista griego, Esopo, con la actitud del gobierno colombiano contra Venezuela, y por ende, contra los millones de patriotas y compatriotas colombianos que cohabitamos en esta patria de Bolívar y en santa paz. En ella "el escorpión solicita a la rana le ayude a atravesar un río prometiéndole no hacerle daño alguno. La rana accede gustosamente echándole a sus espaldas, pero, cuando están a mitad de la travesía el escorpión pica a la rana. La asombrada rana pregunta: ¿cómo has podido hacer algo así? ¡Ahora moriremos ambos! El escorpión responde con el mayor desparpajo: disculpa, es mi naturaleza".
La moraleja de esta fábula es no confiar ciegamente en personas con aparentes buenas intenciones, o, actitud compasiva, positiva, diplomática…porque al final sacan del parapeto de su corazón los peores instintos sin considerar las consecuencias de tales acciones dañando a quien le tiende la mano. "Por sus frutos los conoceréis", dijo el Manso Rebelde de Galilea.
Muchos quedaron perplejos, a otros, para nada les extrañó la actitud del presidente Santos y su canciller Holguín. Bueno, para todos es bien sabido que los susodichos eran Ministro de la Defensa y Canciller, respectivamente, del siniestro, Álvaro Uribe Vélez, cuando la aviación colombiana tutelada por USA violó el espacio aéreo y terrestre y bombardeó el territorio ecuatoriano. Más del mismo miasma sepulcral.
No extrañó el cambio repentino del Santos después del atentado paramilitar a soldados venezolanos que provocó el cierre de la frontera andina y la reunión de las Cancilleres en Colombia, en donde la Holguín reconoció la gravedad del problema en la frontera, al aparecer al otro día en Cúcuta con un discurso agresivo y lleno de mentiras y odio hacia el gobierno y al pueblo venezolano al tiempo que exigía una reunión de Cancilleres en la OEA, petición que fue denegada. Ya su mentor, Uribe Vélez, había hecho lo suyo atizando la animadversión megáfono en mano en el mismo lugar. Entre estos sujetillos han desatado junto al canciller en la OEA, Andrés González, una feroz campaña orquestada por medios colombianos y demás medios enemigos confesos del proceso venezolano, presentando videos y fotografías falsas. ¡Alacrán, cran, cran!
Otras actitudes no extrañaron: la del procurador general de Colombia, Alejandro Ordoñez, quien consignó ante la Corte Penal Internacional una petición para que se investigue y sean detenidos el presidente Maduro; la canciller Rodríguez; el presidente de la AN, Cabello; el gobernador Vielma Mora y dos generales de la GNB, por considerar que lanzaron y ejecutaron una política de persecución y ataque sistemático en contra de los colombianos. Y, nuevamente la actitud cínica de la Holguín: "Mientras ustedes sigan subsidiando los productos es muy difícil que podamos hacer algo en la lucha contra el contrabando. Que subsidien a los pobres, pero no a los productos". Y, que "su país se niega a eliminar las casas de cambio que controlan la economía fronteriza". Ahh! Y, "No estamos buscando ni sanciones ni condenas a Venezuela" ¡Alacrán cran cran!
Bueno, en este mundo al revés, como diría Galeano, ahora el malo es Venezuela por tomar medidas legítimas, soberanas en defensa de la nación y respetando los derechos fundamentales ¿No le bastan a Colombia los casi seis millones de desplazados expatriados por la guerra civil y el paramilitarismo que viven aquí? ¿No son ellos los que deberían ser llevados a todas las cortes del mundo por violar los derechos a la vida, a la tierra, a la paz, a estudiar, a la salud? ¿De que casi 6.000 familias cucuteñas se dedicaran al tráfico de combustible y productos contrabandeados desde Venezuela? ¿De que el paramilitarismo y la delincuencia se hayan apoderado de la frontera? ¿De que colombianos pasen por deportados de Venezuela para recibir los beneficios en los albergues?...
Al parecer, el paisa está aprovechando este problema para tratar de levantar la baja popularidad con la que cuenta actualmente. Según, Gallup Pol, de agosto, el 65% de los colombianos considera que las cosas están empeorando y el 64% desaprueba su gestión. Ahora, como buen representante de su ralea, está dispuesto a reunirse con Maduro siempre y cuando "cumpla tres condiciones: "abrir un corredor humanitario para que más de 2.000 niños, censados, que viven aquí, puedan asistir al colegio allá en Colombia"; "permitir que los más de 11.000 colombianos que han abandonado recientemente Venezuela puedan recuperar sus pertenencias y sacarlas en 15 camiones"; y "que se tengan en cuenta los protocolos mínimos de respeto a los DDHH de los colombianos". ¡Alacrán, cran, cran!
¿Será que el Santos está pensando llamar al éxodo a "su tierra prometida" a los casi 6 millones de expatriados con pertrechos y todo que viven en esta "tierra de gracia", celoso por lo que ofreciera Vielma Mora, como si fueran pocos, "no desampararlos, nacionalizarlos*, darles lo que el gobierno de Colombia nunca les ha dado ni les dará"; y por los despatriados que de rodillas** pidieron perdón"?
*"La Nacionalidad se tiene o se adquiere, no se regala"
**"De rodillas ante Dios, jamás ante los hombres"