Geopolítica de la soberanía entregada

La razón "geopolítica" se esgrime para explicar posiciones del gobierno en el nivel internacional. A propósito de la última gira del Presidente por Asia, declara el Ministro Menéndez, veamos algunos párrafos de la escueta noticia aparecida en el Correo del Orinoco:

"Menéndez aseguró que, más que una gira, al referirse al viaje efectuado por el Presidente de la República y sus ministras y ministros se debería hablar de una jornada de trabajo internacional, con el propósito de establecer una nueva geopolítica.

…En las discusiones con China se trabajaron temas como el desarrollo de las cadenas de valor entre ambos países, al igual que las zonas económicas especiales.

… En cuanto a la explotación del oro acordada con China, el Vicepresidente de Planificación y Conocimiento explicó que se va a trabajar profundamente con los criterios ambientales, los criterios ecosocialistas y de protección de los pueblos originarios".

Una jornada de trabajo internacional con el fin de fortalecer una nueva geopolítica, resaltamos. Debemos entender la geopolítica como la inserción de Venezuela en las relaciones internacionales, el papel que en esas relaciones debe cumplir y la manera como ellas influyen en nosotros.

En las relaciones internacionales, en la geopolítica, es prudente hacerse varias preguntas: ¿con quién?, ¿para qué?, ¿cómo influye en nuestra sociedad?, ¿se cumple el papel estratégico geopolítico reservado al país? Veamos.

La alianza es con China, del eje Rusia-China, países emergentes en el capitalismo, China asoma como primera potencia mundial del capitalismo. Este eje está en franco enfrentamiento con Occidente, con los gringos y europeos. Así el país queda envuelto en la disputa intercapitalista, se constituye en apoyo energético, en cabeza de puente en la región de uno de los polos de esta confrontación.

La alianza se realizó, en un primer tiempo, para apalancar el desarrollo del país. Ahora, es evidente, China se transforma en un salvavidas, en dinero fresco para capear el temporal que, en gran medida, se origina en las políticas erradas del gobierno, en depositar confianza en la burguesía para elevar las fuerzas productivas, en utilizar las armas melladas del capitalismo para intentar construir Socialismo, en el sentimiento clientelar, en cambiar adhesiones por dádivas materiales, en el abandono de la formación de conciencia del deber social. Los chinos ganan mercado para colocar su sobreproducción de mercancías y de capital, materias primas, oro, energía, territorio para expandir su capitalismo.

El país está, sin dudas, siendo hipotecado; el petróleo, el oro se entregan como garantía, y las Zonas Económicas Especiales son territorios para la necesaria expansión del capitalismo chino.

Ya hemos dicho en otros textos que el problema nuestro no es de dinero, esos 5 mil millones de dólares y los otros que vengan, y los próximos que consigamos, no solucionarán la crisis que el mismo gobierno creó, porque el problema radica en la conciencia. Pero además de esto, el gobierno está entregando la Soberanía de la Patria.

Está claro que esta alianza con los chinos nos convierte en más capitalistas, eleva la conciencia egoísta, estimula los valores del lucro, del consumo; las Zonas Económicas Especiales son, en la práctica, zonas con alto grado de autonomía, de libre ejercicio del capitalismo salvaje, de explotación de los obreros sin amparo de la Ley del Trabajo, zonas de máxima contaminación que tienen como paradigma a Shandong, una de las regiones más contaminadas del planeta, lo que cuestiona las promesas chinas de ecosocialismo, y con elevadas cifras de suicidio de obreros. Es oportuno leer esta noticia:

Decenas de obreros de Foxconn, la compañía que ensambla en China el iPhone, se han quitado la vida desde 2009, pero uno de ellos ha conmovido de forma especial al país al dejar escrita antes de morir una colección de poemas que resumen magistralmente el lamento de toda su alienada generación.

Xu Lizhi, de 24 años, se quitó la vida el 30 de septiembre al arrojarse por la ventana de su dormitorio en Shenzhen, una de las ciudades chinas donde el gigante taiwanés Foxconn ensambla para otras multinacionales.

Sin embargo, este suicidio adquirió inesperadas ramificaciones literarias, ya que el veinteañero era poeta en sus ratos libres y dejó versos en los que la dura vida en la fábrica era su tema más recurrente.

"Taller, línea de ensamblaje, máquina, tarjeta de fichar, horas extra, salario/ Me han entrenado para ser dócil/ No sé gritar o rebelarme,/ cómo quejarme o denunciar,/ sólo cómo sufrir silenciosamente el agotamiento", escribía Xu en ellos.

¿Se cumple el papel estratégico geopolítico reservado al país?

Es propicio recordar un pensamiento de José Martí:

"Quien dice unión económica, dice unión política. El pueblo que compra manda, el pueblo que vende sirve… El influjo excesivo de un país con el comercio de otro se convierte en influjo político".

La alianza con el capitalismo chino no es inocente, habrá necesariamente influjo político capitalista, nuestros gobernantes están atrapados en la lógica del capital, son personificaciones de éste, de los intereses de las transnacionales chinas. Así estamos hipotecando nuestro objetivo geopolítico estratégico: la construcción de un polo Socialista que haga realidad la multipolaridad de que nos habló el Comandante. Y quien hipoteca su estrategia, entrega su soberanía, pierde su libertad.

¡Es necesario librarse de la geopolítica de la soberanía entregada y construir la Geopolítica de la Victoria!

¡Viva Chávez!



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Toby Valderrama y Antonio Aponte

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