Venezuela en la geopolítica de la Cuenca del Caribe

La Geografía, como ciencia auxiliar, es un factor importante en la geo-estrategia y ésta es fundamental en el diseño de políticas nacionales como en las relaciones internacionales de un país referido con lo cual caminamos hacia la geopolítica cual debería estar inmersa en la Política de Estado cual representa los intereses global-nacionales de un estado en referencia, como apuntamos más arriba.

Un interesante caso de estudio sería la Historia de los EEUU de América a posteriori de su independencia cual no es ajena, a su vez, a su propia historia como colonia del Imperio británico. Esa historia se la podría analizar en comparación, por ejemplo, con la Política en texto en los resultados del Congreso Anfictiónico celebrado en Panamá. Salta una curiosidad quizás poco tratada, como sería preguntarnos porqué don Simón Bolívar, El Libertador, decidiera la realización de ese importante congreso en Panamá.

Visto que La Cosiata nos llevó a realidades impuestas, esa realidad nos obliga a definir geográficamente el espacio histórico que pertenece a Venezuela. Esa realidad objetivo-geográfica nos enseña que Venezuela tiene una muy importante y extensa costa sobre el Mar Caribe cual, a su vez, también se extiende sobre el Océano Atlántico. Realidades incontestables. Pero esa realidad geográfica no es conclusión post-Independencia sino que detrás de ella, de esa realidad geográfica, está la Historia del espacio que hoy denominamos como Venezuela que se concreta a aquellas poblaciones originarias que habitaban el espacio referido. Nos referimos a los Caribes de donde tomaría el nombre la Cuenca del Caribe.

Como lo referíamos más arriba, Venezuela tiene una extensa costa sobre el denominado como Mar Caribe como también sobre el Océano Atlántico. Ello significa que Venezuela tiene y debe asumir la responsabilidad geopolítica que significa esa realidad geográfica y es por ello que debe diseñar una Política de Estado que considere esa realidad inobjetable. En el diseño de esa necesaria Política de Estado se deben tener presentes "detalles".

En primer lugar, Venezuela no es un país imperialista como lo demuestra la Historia de Venezuela y su pueblo, sociedad, sí así ustedes lo prefieren. Es de obligación que el concepto "imperialista" que estamos considerando se refiere, evidentemente, a ese concepto sustentado en las consecuencias obligantes del desarrollo del sistema capitalista en abstracción expuesta en claridad temporal por Vladimir Ilich Lenin al tiempo que es de deber precisar que ese mismo concepto "imperialismo" ha venido evolucionando al unísono de la evolución en perfectibilidad de su origen, es decir, del sistema capitalista. Es decir, el concepto "imperialismo" es variable y apegado, indiscutiblemente, al propio sistema capitalista.

En segundo lugar, históricamente, es demostrable una sólida relación de Venezuela con los espacios geográficos terrestres caribeños pero no únicamente durante los tiempos de la Colonia como lo demuestra Ramón Aizpurua Aguirre en sus análisis históricos sino previo al denominado como "Descubrimiento", existía una permanente relación de las poblaciones caribe con esas realidades sociales que vivían en las múltiples islas que están presentes en la Cuenca del Caribe. Esa relación histórica se ve inmersa en las relaciones de pioneros de la Independencia como en aquellos políticos de la "Generación del 28" que tuvieron sus importantes relaciones con los nacionales de esas islas bien en su Independencia bien como colonias británicas. Pero a ese proceso histórico de relación se le introduciría una política ajena a la "buena convivencia" cuando los EEUU de América aprobara la "Doctrina Monroe" con lo cual alteró históricamente el equilibrio demostrativo de relaciones inter-sociedades caribeñas.

En tercer lugar, la relación de Venezuela con las realidades en el Caribe tiene, a su vez, una realidad a considerar cual es el Caribe Centroamericano con sus particularidades geo-sociales que la objetividad obliga a objetivar sin miramientos ni excusas seudo-revolucionarias. Ese Caribe Centroamericano ha desarrollado lo que nos, nos hemos permitido calificar como "mirar a México" cual, en las actuales circunstancias, se ha transformado en "mirar al Imperio estadounidense" por las obvias razones socio-económicas que esos países tienen en escena. Por ejemplo, aquella relación de Venezuela-México-Colombia sobre petróleo significaba una evidente y perjudicial asimetría a la Política de Estado de Venezuela que jamás comprendimos más allá de lo estrictamente ideológico. Pero debemos precisar algunas otras realidades presentes en Centroamérica en función de lo que consideramos como la geopolítica de la Revolución Bolivariana. Nos estamos refiriendo a Panamá, Nicaragua y la presencia efectiva de la República de China en Taiwan que merece "tienda aparte", por ahora.

En cuarto lugar, al conceptualizar la realidad que representa ese diálogo entre la extensa costa caribeña y atlántica de Venezuela sobre el Mar Caribe y el Océano Atlántico, debemos objetivar los reales intereses de nuestros vecinos. Nos referimos, en primer lugar, a los EEUU de América, país, también, con una extensa costa sobre el Mar Caribe y, a la vez, tener que considerar los significados en praxis de la "Doctrina Monroe" cual, curiosamente, se la ha calificado para el Caribe como de "patio trasero", claro, extensible a toda la geografía al sur del río Bravo y al sur de la península de la Florida. Es de curiosidad el poco interés que ha mostrado México por la realidad del Caribe exceptuando por Cuba que nos permite especular que dicha relación venga desde los tiempos de la Colonia. Otro país pero con una frontera natural es Brasil. El caso del interés de Colombia por el Caribe es de alto interés para el status quo tradicional-social colombiano independientemente de su concreta presencia sobre una zona occidental del Caribe que limita la propia expansión en política de estado de Colombia.

En esos escenarios propuestos, evidentemente, limitados en exposición, están presentes una serie de variables geoestratégicas que afectan, directamente, cualquier diseño que la República de Venezuela y la República Bolivariana de Venezuela hayan podido diseñar y realizar sobre la realidad de la Cuenca del Caribe.

Es evidente y demostrable el interés de los EEUU de América sobre Venezuela pero no solamente sobre las diferentes variables que se conocen y se han mencionado: petróleo, gas, agua, minerales, etc. Está presente la variable geoestratégica según los propios intereses geopolíticos estadounidenses. ¿Cómo han sido esas relaciones geoestratégicas en los diferentes tiempos históricos en las relaciones bilaterales entre ambos países y diferentes gobiernos? No vamos a entrar, por ahora, a señalar algunas realidades cuando nuestro interés es precisar que si hay un interés desde los EEUU de América hacia Venezuela como, también, existe un interés desde Venezuela con el Imperio estadounidense. Ello es evidente y contundente. Es también demostrable que ese particular interés histórico y conocido en ambos lados del Mar Caribe contienen en presencia ajenos intereses de terceros países que Washington ha sabido precisar con exactitud como, por ejemplo, la presencia militar que el Pentágono tiene y mantiene no solo en el Mar Caribe sino también en países vecinos.

En el marco de las ideas propuestas es de obligación precisar las diferencias en cuanto a las políticas de Venezuela con sus vecinos caribeños durante la Cuarta República y las actuales en pleno desarrollo de la República Bolivariana de Venezuela. Es decir, son de sólida profundidad y son diferentes los paradigmas contenidos actualmente en esas relaciones de hermandad y respeto en comparación con la anemia con la cual los diferentes gobiernos de la denominada como Cuarta República trataba esas relaciones en considerando la permanente negativa del empresariado privado venezolano en tener y mantener una presencia de Estado en los diferentes países caribeños y centroamericanos exceptuando, en lo político, en temas político-ideológicos.

Pero esa presencia, en las actuales circunstancias, además de los permanentes esfuerzos realizados por el Vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza, y la Ministro de Relaciones Exteriores, Delsy Rodríguez, están en una profunda reingeniería ordenada por el Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros. Esa reingeniería deberá contener un sólido desarrollo no solo en la incidencia humanitaria sino deberá consolidar las relaciones económicas, culturales e históricas en considerando las realidades geográficas significativas que diferencian al Caribe Oriental del Caribe Occidental. Objetivar la solidez de la presencia de la Commonwealth en el Caribe Oriental y Jamaica es de necesidad geoestratégica como es de necesidad geopolítica incursionar con mayor agresividad en las relaciones con la República de Cuba, con Puerto Rico, República Dominicana, Haití. No es geoestratégico conformarnos con los actuales escenarios. Como lo expresaba nuestro Comandante sobre la presencia de Venezuela como factor de importancia regional.



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Miguel Ángel Del Pozo


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