El cierre parcial de la frontera colombo-venezolana y el debate por actualizar el "stand by" del Esequibo, se pretende ver desde la óptica de la guerra fría. Como si Venezuela estuviera encerrada tras la "cortina de hierro".
No hay nada más prejuicioso para mantener la apertura de Venezuela hacia América Latina, que ver la búsqueda de cumplimiento de las cargas obligatorias que las personas y empresas tienen que pagar al Estado (impuestos), y el llamado a la neutralidad de la explotación de los recursos naturales del Esequibo, como inicio de una guerra. Puesto que, quienes mantienen ese punto de vista o se convierten en cómplice de dudosas afirmaciones que persiguen alejar a los pueblos y a los intelectuales de las influencias revolucionarias, o conscientemente están actualizando los conceptos de la guerra fría, con los que se puede inventar que Venezuela amenaza a los países vecinos como Guyana y Colombia con una invasión inminente.
Quienes mantienen esos puntos de vista, se juegan el papel de secuaces de quienes quieren ver a Venezuela aislada y bloqueada por el mundo capitalista de su alrededor.
Una visión más realista del fenómeno en cuestión, la están proporcionando los hechos. Veamos:
Pues, por una parte el diálogo entre Maduro y Santos ha arrojado el marco general para que Venezuela pueda impulsar las medidas que podrían hacer más viable, en la frontera de ambos países, la base del establecimiento del impuesto y se controlen con más eficacia los problemas del contrabando y la inmigración ilegal. Con este marco inicial de diálogo, se comienza a poner en claro la necesidad de disuadir el fomento y el desaliento a la compra ilegal de productos, principalmente Venezolanos (gasolina, diesel y productos de la cesta básica). Y a la vez, se pretende que cobre fuerza la figura tributaria o la reglamentación de los impuestos o fiscalidad en la frontera, (Este, no es problema de Santos)
Por otra parte, el cierre parcial de la frontera colombo-venezolana, tiene alguna relación tanto, con la demanda que el movimiento social apoyado por Marea Socialista-MS hace con la plataforma de la auditoría pública ciudadana que se pronuncia contra la corrupción y el desfalco a la nación por 260,000 millones de dólares; de tal manera que, con el cierre y los movimientos de seguridad paralelos, el gobierno, no solamente ha mostrado que es posible atacar algunas causas de la corrupción, de la fuga de capitales y activos circulantes del Estado, sino que también, ha podido justificar la necesidad de actualizar los negocios de tecnología militar con chinos y rusos. Y principalmente ha promovido un atrevido nacionalismo, que se puede convertir en votos efectivos a favor del Psuv. Desde esta perspectiva, el cierre de la frontera es favorable para el gobierno venezolano.
Sin embargo, aún con esta clase de derecho público-tributario que ha dado el gobierno en los estados de Zulia y Táchira, el objetivo principal de "potestad tributaria del Estado" de financiar sus gastos, no ha sido resuelto. Y peor aún, las redes sociales de la corrupción con sus máximos y principales histriones, siguen intactos.
Es por estas razones que las demandas ciudadanas contra la corrupción y por el socialismo continúan vigentes, pero, en la coyuntura actual, han sido temporalmente diferidas. ¿Hasta cuándo?