Así como los intrépidos, en este día de firmeza y de respirar profundo por las calenturas de los recuerdos, quisiera asomarme por un momento a ese vibrante pasado nuestro, donde la lucha de resistencia de nuestros pueblos originarios fue por más de un siglo. La verdad es que lucharon, quizás con mucha consciencia, más de la que pudiéramos imaginar, en defensa de la soberanía y la dignidad de su gente. Esa historia fue silenciada y durante quinientos años, la verdad fue secuestrada y llevada a las odiosas escenas del silencio, donde el viento no escarba las letras perdidas. Durante cinco siglos la verdad lloraba en silencio, sepultada, esperando siempre que alguien abriera los surcos para que germinara la verdadera historia y así desmontar la farsa que contaba que nuestros antepasados cambiaban perlas, diamantes y oro, por espejitos. Vaya mentira de desprecio y bajeza de los opresores españoles.
Recordemos que el proceso de colonización de nuestros pueblos originarios por parte de los españoles, comienza hacia el año 1600, precisamente, porque la etapa anterior que fue la conquista, duró prácticamente desde el 12 de Octubre de 1498 hasta el año 1600. Estos cien años, fueron de saqueo, de muerte y terror, pero también de lucha y de dignidad de nuestros ancestros indígenas, que lucharon hasta último aliento para defender a sus pueblos de los ejércitos de rapiña que había enviado la corona española, para someter, conquistar y colonizar a esa pobre gente que no "tienen alma". Así se referían de nuestra gente los depravados invasores, cuando con el filo de la espada atravesaban el corazón de hombres mujeres, niños y ancianos, tal como lo habían hecho en México y Perú, con las sociedades inca y aztecas.
Nunca se habló de genocidio, sino de descubrimiento, del encuentro de dos mundos, de evangelización. Una complicidad extrema entre los poderes dominantes de esa España asesina y la iglesia católica que acabó con la vida de millones de indígenas, con la consecuente desaparición de civilizaciones enteras y el saqueo de las riquezas existentes. En razón de ese exterminio, hace unos meses atrás el Papa Francisco pedía perdón por todos esos actos criminales y de ofensa a la vida humana: "Pido humildemente perdón, no sólo por las ofensas de la Iglesia, sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América".
Precisamente, para reivindicar la lucha de los pueblos indígenas que se enfrentaron a los sanguinarios conquistadores y colonizadores españoles, el gobierno revolucionario liderado por Hugo Chávez, el Comandante Eterno, declaró el 12 de Octubre como "Día de la Resistencia Indígena". Fue en el año 2002, cuando en un alto grado de consciencia humana, política y revolucionaria, Chávez produce es ruptura con el "día de la raza", para darle el verdadero sentido a esta fecha.
Con esa misma intención se promulga la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas (LOPCI), promulgada en el año 2005, como una herramienta jurídica para brindarles mayor protección a los pueblos indígenas. Todas estas iniciativas terminan de blindar lo que establecido en la Carta Magna de 1999. Hoy, a 517 años cuando se inicia la lucha de resistencia, el pueblo venezolano está mas firme en la consolidación de su destino soñado por Guaicaipuro, Bolívar y Chávez. Ese legado es impostergable y de allí que el 6-D vamos seguros, rumbo a la victoria revolucionaria.
