"Empresarios", y FMI

El Imperialismo está desesperado, en la senilidad de su historia privada; a costa de someter a las grandes mayorías del proletariado mundial por medio de la explotación intensificada del trabajo asalariado, la invasión de países soberanos, la guerra de exterminio, y el terrorismo, pretende reposicionar en todo el Orbe sus viejos dogmas de invencibilidad e inmejorabilidad de su modo de producción capitalista.

En medio de una impronta, extremadamente trasnochada, el Imperialismo yankee-israelí ha urdido un macabro plan para empobrecer a Venezuela, generando una distorsión entre la real estructura de costos y el exorbitante precio final de la venta de todas las mercaderías y de todos los servicios, creando una inflación insoportable.

Sin embargo el Imperialismo yankee-israelí no ha logrado que las grandes mayorías del pueblo trabajador se alce en contra del gobierno bolivariano que encabeza el presidente Maduro. Se nota un desgaste de la acción conspirativa en su empeño de dinamitar la base de apoyo de la Revolución Bolivariana.

De nada han servido, al Imperialismo yankee-israelí, sus perniciosas consignas, puestas en boca de su pernicioso ejército de bachaqueros: "Sigan votando por Maduro" "Pero tenemos Patria". Poco a poco se han venido auto silenciando la gritería de su propaganda para dividir y desclasar a la clase obrera y trabajadora venezolana, en las condiciones de inclemencia de cada cola para alimentos, servicios o cualquier otra necesidad de vida.

La corrupción imperialista enseñada y estimulada, y que ha causado un daño muy grande en una buena parte de los funcionarios que manejan la regulación, en productos alimentarios, medicinales, transporte, turismo, bancarios, infraestructura, ha comenzado a ser repudiada por el pueblo trabajador que se niega a pagar 1.000 bolívares por un saco de cemento, cuyo precio real no llega a 100. Este ejemplo se aplica a toda las necesidades de la sociedad venezolana, protegida por las políticas públicas de inclusión, y que han sido severamente tocadas por las prácticas corruptas de la enseñanza capitalista.

el Imperialismo yankee-israelí no ha logrado acabar con los amores que el pueblo trabajador mantiene con la Revolución Bolivariana, la independencia, el antiimperialismo, y el socialismo; aspiraciones acrisoladas en el pensamiento y las luchas de Bolívar, Zamora, Pío Tamayo, Gustavo Machado, el legado de Chávez, y de tantos mártires que han muerto en nuestro suelo por esa histórica causa; ahora recurre a sus viejas prácticas de intromisión directa y abierta en nuestra economía, mediante su FMI.

A través de Mendoza, el mejor ejemplo del empresario ladrón, y de Haussman, otro parásito de la economía venezolana, el Imperialismo yankee-israelí prepara una intervención del FMI, una vez que hayan logrado dar un golpe de Estado. En el video presentado por el presidente de AN, diputado Diosdado Cabello, diseñan un plan de ajustes, dicen ellos, en realidad esa receta ya está elaborada por los tecnócratas del Fondo Monetario Internacional, parapeto multinacional, dirigido por el Departamento de Estado para aplicar supuestas operaciones de salvataje a las crisis económicas de un País, generadas por su propio modo de producción capitalista.

Haussman, clama en el video por una ayuda internacional sustancial; esto significa en el lenguaje de la CIA y el Mossad, una coalición imperialista para intervenir directamente en Venezuela.

Nuestro pueblo trabajador va a triunfar el 6D, derrotando al Imperialismo, la corrupción infiltrada, y profundizando la Revolución Bolivariana.



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Eduardo Mármol


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