Por ahí salió una noticia sobre una entrevista al poeta Rafael Cadenas, el ex-comunista del socialismo real, donde se refería, según esa noticia, que don Simón Bolívar no era bolivariano. Aquella supuesta aseveración nos dejó perplejos más viniendo de un "ex" y además del "poeta Cadenas", el sabio de la poesía actual venezolana. Lo expresamos porque esa supuesta afirmación "cadénica" es una contradicción en si misma cuando analizamos, con cierta rigurosidad, su contenido, claro, en el calor de las batallas ideológicas más que políticas actuales en Venezuela donde todos estamos radicalizados sin distingo de clases, de "razas" ni de "unidad nacional". Para nada nos extraña que Cadenas quiera dejar por sentado que no es "bolivariano Simón Bolívar" bajo el argumento de "un porque" en referencia: "…"detestaba la desunión, la lucha de clases y la lucha racial"…".
(Caracas, Miércoles, 14 de octubre de 2015, El Universal. http://www.eluniversal.com/arte-y-entretenimiento/cultura/151014/bolivar-no-es-bolivariano-asegura-rafael-cadenas).
Nos suponemos que la seriedad del poeta Cadenas lo han obligado a reflexionar sobre tamaña aseveración para alcanzar la conclusión en contradicción arriba en referencia lectórica.
Es recurrente la utilización de argumentos filosóficos y políticos para sustentar nuestras argumentaciones y en ello nadie se escapa, todos somos pecadores. Pero es de obligación la calmada reflexión en el análisis tratando de evitar la subjetividad sustentada en las pasiones porque, generalmente, nos llevan a las equivocaciones y a las medias verdades.
Rafael Cadenas propone tres conceptos políticos, antropológicos e ideológicos para demostrar lo que considera fundamental en las actuales circunstancias por las cuales transita la realidad política en Venezuela sin precisar sí se está refiriendo a los tiempos de Hugo Rafael Chávez Frías y/o a los tiempos de Nicolás Maduro Moros porque hay profundas y significativas diferencias en las abstracciones consideradas. Son dos tiempos profundamente diferentes en lo conceptual-político como la cotidianidad nos lo está demostrando.
En primer lugar, Cadenas considera que en el discurso de don Simón Bolívar se expresa la objetiva realidad sociológica en conclusión político-ideológica cuando expone que "…detestaba la desunión…" (Idem). "El hombre y su circunstancia" como base fundamental para un serio análisis porque debemos marcar la realidad referida a la "desunión política" de la "desunión social" cual, en última instancia, no solo es un "hecho histórico" sino que nos lleva al concepto marxista de la contradicción de clases, es decir, a la "lucha de clases" inevitable como la propia Historia de la Humanidad nos lo refiere. Para ser más precisos. La "lucha de clases" es una contradicción en si misma con el mandamiento de "amar al prójimo como a uno mismo" por lo que cabe la inquietud de preguntarnos: ¿Por qué se expresa, entonces, la "lucha de clases" en una sociedad tan católica como la venezolana?
En tanto y cuanto a la "desunión política" es obligante considerar todos los escenarios militares propios del proceso de la Independencia no solo en la geografía histórica de la futura denominada como Venezuela sino en los territorios de las otras naciones libertadas por "El Libertador". Por si acaso tenemos "corta memoria" es conveniente mencionar al señor Santander y su "santanderismo".
En segundo lugar, nos comunica el poeta Cadenas que don Simón Bolívar estaba en oposición al calificativo "bolivariano" porque detestaba la "lucha de clases" o, al menos, ello es lo que se induce del texto entre-comillado de El Universal en referencia. Desconocemos sí don Simón Bolívar en alguno de sus epistolarios expresara tan tamaño concepto "marxista" por lo cual entra, inevitablemente, en una contradicción lo supuestamente expresado por el poeta Cadenas con la objetiva realidad "de la mantilla" y "el pie en la cocina", solo como referencias. Pero reiteramos, al calor de las actuales confrontaciones socio-ideológicas para nada extraña que nos estemos radicalizando, paso a paso, con lo cual se alcanza una concepción ideológica ante la cual el Comandante Chávez Frías se le oponía.
En la tercera mención, Cadenas nos señala sobre "…la lucha racial…", supuestamente, no presente en los tiempos de don Simón Bolívar pero, definitivamente, está presente en los tiempos de Nicolás Maduro Moros y, antes, de Hugo Rafael Chávez Frías. Solo con referirnos a la novela de don Arturo Uslar Pietri: "Lanzas coloradas", por cierto, novela no leída por los cubanos, podríamos tener una referencia sobre una objetiva realidad sociológica presente durante los cursos militares de la Independencia en Venezuela sin que ello sea negación a que se hubieran podido presentar esos mismos escenarios desde Colombia hasta la actual Bolivia pasando por la católica Colombia y la jesuítica Ecuador.
Podríamos recordar las realidades de los "negros alzaos" tanto en las zonas del actual Yaracuy como en la costeña Miranda y las realidades de los Llanos criollos. Sin que ello se desmejore con la realidad de la esclavitud y el decreto no cumplido de libertad ejecutado años posteriores pero, reiteramos, estamos inmersos actualmente en una absurda pero inevitable realidad político-antropológica que sí nos descuidamos nos llevará al preámbulo nacional a la III Guerra Mundial como bien lo dice Francisco, el jesuita.
Pareciera que, nacionalmente, nos estamos empeñando en caminar hacia el abismo desarrollando el "caos y contradicciones". La torpeza está a la orden del día porque se está desarrollando, inevitablemente, la profundización final del enfrentamiento entre un capitalismo histórico-chucuto-venezolano por los accionares de ese mantuanaje que se niega a ceder espacios a toda la sociedad venezolana sin distingos de clases y sin distingos de procedencias ante un desarrollo que hemos denominado y estamos calificando como "revolucionario-socialista" que propone la horizontalidad de la sociedad venezolana en medio de propias contradicciones no solo super-estructurales sino, fundamentalmente, estructurales porque "los tiempos nos apuran". Es decir, lo que hemos denominado como "la angustia del revolucionario".
Pareciera que "tirios y troyanos" no han realizado ni deseado realizar un alto en el camino para reflexionar entre las dos soluciones objetivas que se encuentran sobre la mesa llenándose la boca con los "diálogos inconclusos"; por ello y en consecuencia "bien nos ponemos de acuerdo, bien nos vamos a la guerra civil", sin ambages ni preámbulos. Esa es la realidad real actual.
No somos profetas de lo inconcluso, como tampoco de los misterios sociológicos en pleno desarrollo, solo observamos como, paulatinamente, las contradicciones sociales van in crescendo con un discurso oficial que trata de educar sobre la objetividad de las realidades cotidianas y con diseños de golpes de estado desde el capitalismo criollo y extranjero. Es decir, estamos enfrentados en los avatares de un inmerso cul de sac sin que el liderazgo en ambos lados del río Guaire se estén percatando que nadie gana, que el juego no es "suma cero", que Siria y Libia serán solo escenarios para películas de Hollywood, porque sí nos vamos a aquellos tiempos de don Simón Bolívar podemos conocer lo aguerrido del guerrero venezolano, que si analizamos los tiempos de la insurrección armada, del "27 de febrero" y del "Golpe del 11 de Abril", conoceremos de comportamientos brutales de las sociedades y escenarios que niegan la propia Creación del "ser social" como "ser creado".
En nuestros pareceres, actualmente, en Venezuela está presente una muy seria confrontación de un fascismo-católico-tradicional-criollo apoyado por una derecha internacional a la cual "no le tiembla el pulso" en el número de muertos en consecuencias y la destrucción del país (por ello la oferta del FMI) y una izquierda y un nacionalismo que conocen muy bien donde están metidas y que están dispuestas a no dejar que éste y actual proceso revolucionario bolivariano de "cambios profundos" se retrotraigan a tiempos coloniales alienantes y dependientes del Imperio estadounidense.
Claro es de obligación desde nuestra trinchera tratar de proponer algunas ideas como acercamiento al desmonte, temporal, de los actuales escenarios.
En primer lugar, es de obligación reconocer la gravedad de la actual realidad global-nacional-criolla. En segundo lugar, debemos aceptar que está en el campo de batalla un sólido, real y fuerte enfrenamiento entre la propuesta de las derechas solamente sustentando sus argumentaciones en las necesidades de dólares para así poder importar las materias primas necesarias para que sus fábricas privadas puedan "echar humo" (curiosamente, el capitalismo criollo no quiere ni desea destetarse del Estado petrolero y mucho menos utilizar sus dólares para los beneficios de sus propias fábricas y personales, estas curiosidades se expresan en Venezuela porque sí estuvieran en otro país, como alguna de estas fábricas privadas venezolanas lo están, ahí si utilizan sus capitales en inversiones allende las fronteras venezolanas para sus necesarios crecimientos y la correspondiente evitación del pago de impuestos en Venezuela). En tercer lugar, es obligante recomponer la economía en toda su estructura lógica, como un todo nacional. Por razones de seguridad de Estado lo fundamental debe estar bajo la absoluta responsabilidad del Estado. En cuarto lugar, las derechas deberán proponer "su plan nacional" como lo tiene la Revolución Bolivariana con el "Plan de la Patria". En quinto lugar, esas derechas deben objetivar sus relaciones con la FANB en el marco del respeto a la institucionalidad porque esa FANB no es aquella de la Cuarta República.