Es triste cuando se vanaliza tanto en la politica, cuando para un pocote de gente ven sólo lo negativo que en la política se da como reposeroa, corruptos e ineficientes, se mete a buenos y malos en un mismo saco.
Sé que problema de carácter en el ser humano es algo que sí no se corrige con la privativa de libertad, quedan en la conciencia de cada quién.
Sé sabe que hay corruptos en las dependencias públicas, no porque sean de un partido o del otro, el corrupto lo es porque está en su falta de ética, conciencia y moral.
Corruptos los hay desde los que sobornan o se dejan sobornar, o desde el que es ineficiente en su labor y no busca corregir, desde el que práctica el tráfico de influencia en sus cargos.
Es un problema que puede ser estimulado desde su partido político por los malos ejemplos o desde sus cargos desprovistos de controles.
Igual sucede cuando se falla políticamente y no se logra los objetivos planteados. En eso la revolución es muy exigente porque es un serio proyecto, con lineamientos claros, propósitos a lograr, fundamentado en prácticas políticas que pueden meditar de excelentes, buenas, regulares o malas.
Los gobiernos de Chávez y Maduro son políticas concretas materializadas en hechos y logros que pueden medirse, evaluarse y observarse.
Allí está a la vista de todos las obras, los logros, los hechos, quién puede negarlas.
En este revés electoral que tomó por sorpresa al gobierno revolucionario lo está llevando a una profunda revisión, tanto así que Maduro pidió que todos los Ministros y Ministras pusieran el cargo a la orden.
Hay que revisar a fondo dónde se ha perdido el contacto real con las personas, dónde se ha callado, dónde no se ha logrado internalizar la obra con el socialismo y en la conciencia ciudadana.
Dónde está las fallas en la gente en su concepto de lo político, de una gestión gubernamental y su real participación y compromiso.
Cuántas veces el Estado no ha hecho revisiones, reestructuras concretas, serias y sinceras escuchando a la población interesada, muchas en 17 años, buscando rutas que lleguen a la gente y pudiera rtroalimentarse.
Pero del lado opositor existe una total ausencia de estos procesos de autocrítica y revisión. No los hay, ni siquiera se van a sentar y reflexionar el caudal de votos obtenidos. No tienen esa capacidad porque en 17 años no existe un impacto gerencial y de política real.
Si se llegan a caer en que el pueblo mayoritario electoral votó a conciencia por ellos es falso.
Esta victoria es circunstancial, es decir, el voto no fue hacia ellos en sí, sino contra una circunstancia.
La misma actitud arrogante y prepotente de parte de los triunfadores dicta mucho de estar muy lejos de madures política.