Con las pupilas dilatadas como las tiene la administración Bush por la política exterior independiente y magnética venezolana, preocupada por nuestro avance, más, por nuestro calado en los pueblos que han ido concatenándose, ciñendo el cerco a los caprichos imperiales, creo que la visualización no deja de interesar a sacristanes, monaguillos y curas de la doctrina Monroe, creadora de la encíclica “Orbis Noster”, documento con el que se decreta que hasta el pupú del Vaticano le pertenece, creo que por lo infieles que somos, no nos queda otra que la quinta paila. El Gran Ñame de la basílica White House (para no caer en polémicas con el título del Vaticano), ya lo ha ratificado: Habla por mandato de Dios. Así que execútase lo que se le ocurra, para mantener y sostener la fe imperial.
Existieron en el pasado, pueblos que a su manera, invadían y se adueñaban de los vencidos con unas reglas, nada favorables para su perpetuidad y por eso el tiempo no les dio la razón. Desaparecieron de la faz terrestre por gafos. Los moros por ejemplo, ¡ochocientos años en España! Invadieron, jamás se metieron con la fe cristiana de los brutos gentiles, jamás le quitaron una letra al idioma que traían: más bien lo enriquecieron; les enseñaron a comer con las patas bajo la mesa, hacer retretes para sus necesidades, pintar cerámicas como nadie hasta ese momento, la enseñanza malévola de la geometría, cálculos para siembras, para las construcciones, para las canalizaciones de agua, para saber cuándo lloverá. Hasta que los gentiles se los quitaron de encima. Jamás una obra como El Quijote habría salido de España, de no haber tenido ese ascendiente moro la península ibérica. Pero no. Los tarados moros no supieron hacer imperio, ¿quién los manda? Aprendan hacer imperio: Los españoles con 300 años en Venezuela extirparon del suelo guayucos y lo que estaba dentro de ellos. Estos carajos indios no tienen alma –los españoles lo sabían- por lo tanto no existen. Ven, así de sencillo. Claro, algo falló, creo que fueron los esclavos que trajeron que venían de pueblos que practicaban la música, pastores, la amistad, y de paso, solidarios, aguerridos y muy fuertes, que en Venezuela mezclados con caribes, y lo peor que nos mandaron, vascos, canarios, catalanes, andaluces, muchos de ellos inconformes de cómo vivían en su patria (eran blanco-sucio), produjeron una parranda de alzados que volteó la tortilla en este lado del mundo, y ahora tenemos un mazacote p-el-i-g-r-o-s-í-s-i-m-o para la continuidad del Gran Ñame.
Sin embargo, de este lado del río a los hijos del mazacote se nos enseñó otra cartilla: que los terroristas hacen cosas terroríficas, los asesinos matan, y los imperiosos quieren imperar. Parece que ha perdido inocuidad la vacuna mediática con la que estábamos hipnotizados. Como mazacotudo que soy, traigo mis humildes conclusiones, que partieron de las premisas antedichas: Si un presidente es capaz de volar las torres gemelas, como en efecto se lo van a restregar, de volar una parte del Pentágono con un misil y luego excusarse con un videíto de un avión, cuando el mundo conoce el video verdadero (bruto el tipo), de acusar al islam, porque no es solo petróleo, es racismo puro su menosprecio, parir mentiras para baigonizarlos, de crear un techo en la ionosfera (HAARP) para someter hasta las moscas al antojo de su logia, de ser culpable de la pronta desaparición del África si no nos ponemos las pilas (sida), de bombardear lo que le salga del forro, proteger matones dentro y (¿fuera?) de su territorio. Para ver, dos más dos son cuatro, a + b = c. Y nos dio otro resultado: Señores, tiene razón el águila: Somos unos achantados. Si no destruimos el terrorismo, el terrorismo acabará con nosotros. Y la culebra se mata por la cabeza: BUSH, la cabeza del terrorismo. En estos momentos tiene el efecto mapanare (en el llano, cuando cunde esta serpiente en las fincas, se le prende fuego a la sabana y caen facilito, porque es la única serpiente que le tira a la candela terminan quemadas mientras otras hace rato que se largaron); le tira a la candela que él mismo y su clan “Cráneo de Gerónimo” han propiciado.
La candela tocó al espinito y válgame Dios, el espinito está echando el cuento como es a todo el planeta. Tiene que apurarse el espinito Venezuela, porque este terrorista lo acecha, lo acecha. Buena esa de los tratados Albitas, inventados por Evo, lo del gasoil bajo cuerda los pueblos que habitan la boca del lobo. Son los propios caballitos de Troya.
Hay que revertir la orden y ser reales: Solos no podemos acabar con el peor de los terrorismos: El del genocida y traidor gobierno de Bush. Pero se nos está juntando, juntando la gente, la gente, como hormigas, hormigas la gente.