Contradicciones y errores de la revolución bolivariana y chavista

La política de las "3R" es necesaria, prudente y objetivamente conveniente sí y solo sí queremos mantener el proceso actual del desarrollo de la Revolución Bolivariana y Chavista. Para ello debemos separar las contradicciones y errores que se cometieron durante el proceso gubernamental del Comandante-Presidente, Hugo Rafael Chávez Frías, de las mismas variables que se heredaron y se han profundizado durante el corto y actual periodo presidencial de Nicolás Maduro Moros. Son ambientes profundamente diferentes e, incluso, reiteramos lo que hemos propuesto en nuestro anterior, el actual escenario sería más grave que aquel del "Golpe de Abril" y la del "Paro Petrolero" y sus correspondientes consecuencias.

Lo inmediato anterior significa que una vez definido ese ambiente de crisis que se desarrollaría durante el periodo Chávez Frías, el periodo del "intermezzo" que se presentó desde la transición de Chávez Frías al Eterno y una consolidación de Maduro Moros como Presidente constitucional y las realidades que se han expresado durante todo el año 2015, podríamos comenzar a precisar con brutal objetividad el real-escenario-actual en el cual se encuentra la crisis estructural de la Revolución Bolivariana; con ello podríamos, entonces, definir las contradicciones y errores que se han cometido en este tiempo-temporal 2015-elecciones parlamentarias-crisis de Estado cuando el Legislativo controlado por la derecha ha decidido confrontar en agresividad a la propia Revolución Bolivariana y Chavista enfrentando directamente la temporalidad en Miraflores del Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros.

La crítica constructiva a los tiempos de gobierno del Comandante Chávez Frías tendrá sus momentos específicos en el tiempo histórico corto por inevitable porque, probablemente, ella, la crítica, nos permitirá sí se heredaron bases-de-crisis-estructural que se hubieran podido desarrollar durante el muy corto tiempo presidencial de Maduro Moros al tiempo de poder reflexionar en objetividad sí se pudieron presentar momentos de corrección y/o esa crisis heredada, simplemente, tenía que desarrollarse en sus propios ritmos y así evitar la "chilenización temprana" de esa crisis como, también, percibir y conocer los propios errores y contradicciones que se han profundizado durante este mencionado corto proceso presidencial de Maduro Moros como principio fundamental a la búsqueda de serias y graves soluciones al actual escenario en profunda crisis estructural que está en curso.

Cualquier revolución es un proceso dramático pero perfectible. Este statement es de necesidad aceptarlo en tanto y cuanto nos permite analizar cada momento del proceso revolucionario para, a la vez, permitirnos las correcciones obligantes y revolucionarias.

Para su mejor comprensión nos podemos referir a las continuas crisis del capitalismo profundamente estudiado por la intelectualidad académica global, estudios que permiten poder alcanzar las razones objetivas de esas crisis capitalistas en el proceso de la Historia en naturalidad evolutiva por la presencia real, obligante y necesaria del "ser creado" como "ser social"; es decir, son inevitables esas continuas crisis del capitalismo porque sino estaríamos negando, de facto, la propia realidad de la Creación; mutatis mutandi, así mismo se expresan las crisis en revolución en cualquier proceso revolucionario socialista según la naturaleza de cada revolución nacional.

En buscando en la Historia de las diferentes revoluciones podemos conocer los procesos de análisis y corrección que los liderazgos revolucionarios asumieron en la necesidad de introducir las correcciones correspondientes para la continuación del proceso revolucionario nacional en sus particularidades. Podemos conocerlo, a título de ejemplo, en la Rusia Soviética, en las diferentes etapas de desarrollo revolucionario en China como en la actualidad tenemos dos realidades perfectamente demostrables de cambios en perfectibilidad en Vietnam y Cuba.

En ese orden de ideas y como introito podemos proponer una realidad demostrativa. Pareciera que las "mentes claras" de la Revolución Bolivariana y Chavista analizan la "estructura económica" del proceso revolucionario en diferentes maneras conceptuales. Ello es de fundamental definición porque nos permiten, de entrada, percibir las contradicciones que se presentan en las relaciones sociales de producción y las fuerzas productivas con respecto a los tiempos revolucionarios que están en curso y aquellos tiempos que se desean desarrollar en el marco de los necesarios "cambios profundos" que se deben alcanzar en el Estado actual en proceso revolucionario para poder lograr su superación como "Estado rentista" heredado y aún no superado.

En ese orden de ideas, cuando nos presentamos ante la actual realidad debemos precisar, definir y contrarrestar a los "agentes externos" que inciden sobre el proceso revolucionario en "pleno desarrollo" cual ha sido denominado como "Guerra Económica" y sus incidencias no solo sobre el aparato productivo sino en sus objetivos fundamentales y estratégicos de "desgaste permanente" de las políticas sociales que impulsa la Revolución Bolivariana y Chavista como "talón de Aquiles" del propio proceso revolucionario en curso; es decir, el ataque sistemático de las "Misiones Sociales".

En el marco de la "economía de Estado" presente en desarrollo, las decisiones gerenciales en las industrias básicas y en el campo agrícola se demuestran como "erradas" en un concepto generoso. Es evidente que los factores humanos que han incidido en las "malas gerencias" han impactado no solo al y en el propio aparato productivo sino que han tenido una grave incidencia en las variables fundamentales para el crecimiento socio-económico, político e ideológico en el proceso obligante de la revolución nacional y autóctona.

En nuestro modesto criterio, en el proceso de contrarrestar y disminuir hacia su perfectibilidad las contradicciones y errores que se han cometido en el proceso revolucionario nacional que van más allá del propio desarrollo económico por la realidad en objetividad del propio proceso revolucionario, consideramos que el Estado revolucionario debería consolidar su control sobre los factores fundamentales de la economía como es el amplio abanico que va desde las materias primas hasta las industrias básicas permitiendo desarrollar tanto empresas mixtas "aguas abajo" como estrictamente "privadas", según el propio proceso de esa propuesta en "aguas abajo".

El control tanto de las "materias primas" y de las industrias básicas es imperativo no solo por razones impresas en el proceso revolucionario sino por "razones de Estado" en función de la "seguridad y defensa" de Venezuela, en considerando que los objetivos fundamentales del capitalismo mundial sobre Venezuela son, exclusivamente, esas realidades significativas de las "materias primas" y de las "industrias básicas", por obvias razones que no son de necesidad exponer ni desarrollar por amplio conocimiento social.

Es evidente que la realidad geográfica venezolana es de fundamental importancia para la geopolítica estadounidense en el marco de aquellas decisiones de estado de Washington cuando impulsaron el "patio trasero". En ese mismo orden, el capital internacional en conocimiento de nuestra Historia Patria necesita de los factores de derechas internos para poder alcanzar "una simbiosis" necesaria que le permita el control de los órganos fundamentales del Estado, que se conjuguen en "asociación de intereses empresariales y bancarios" y poder alcanzar el necesario control de la FANB cuando el proceso actual global en curso nos lleva a considerar la posibilidad incontestable de una confrontación entre poderes actuales en desarrollo político-militar e ideológico.

El escenario propuesto permitiría objetivar las realidades de las empresas básicas, de los bienes de capital actual y necesarios de las empresas privadas en función de un desarrollo "aguas abajo", de conocer de la industrialización de la agricultura tanto para la modernización interna de la distribución y calidades correspondientes como para poder alcanzar las necesidades obligantes fitosanitarias para su exportación a mercados turísticos caribeños y de la costa este estadounidense.

Todo lo anterior suena perfecto sí y solo sí los órganos del Estado correspondientes asumen la necesidad de imponer "la Ley" no solo contra la corrupción y sus factores sociales sino atacar la exportación de capitales en variables ilegales. Ninguna revolución ha podido consolidarse cuando el factor "corrupción" controla los diarios quehaceres de la República conjuntamente con una anquilosada burocracia que por propios intereses personales no permiten el normal desarrollo de las funciones del Estado.

Tomemos un ejemplo en el Ministerio de Agricultura y Tierras. Recordemos aquella pregunta del Comandante Chávez Frías a una funcionaria de dicho ministerio sobre sí había ido al campo a conocer in situ las realidades correspondientes del agro venezolano; su respuesta además de lacónica fue un "no".

En estos momentos cuando el Presidente Maduro Moros ha ordenado que dicho ministerio tenga su base fundamental en la provincia, el Estado se verá en la obligación de trasladar a ese funcionariado a diferentes oficinas de dicho ministerio a todas y cada una de las provincias de producción agrícola. Ello es inevitable sí se desea mantener el proceso revolucionario. Es decir, nos debemos colocar en la necesaria etapa de la "revolución cultural revolucionaria".



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Miguel Ángel Del Pozo


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