"Todo en la vida nace, resplandece y desaparece"
Otti Osa Aristizábal…
Parece existir razones para la decisión soberana del pueblo venezolano el pasado 6D del 2015, a sabiendas, de lo macabro del gobierno bolivariano utilizando al TSJ, para desconocer la AN electa democráticamente nos guste o no nos guste. Donde hubo funerales a través de los medios públicos de comunicación televisivos, donde hubo criticas con veneno.
Desde ese día existen excesos mediáticos, y abusos de poder, oscurantismo en fin. Nada que hacer. Pero sí ha habido diferencias con el reciente, y lamentable pasado de lo que el estalinismo bolivariano en excesivo recordatorio del que no ‘volverían’ lo condicionaba todo, por expreso deseo de sus responsables. Los ciclos políticos cambian cada cierto tiempo, sin los actores del pasado, pero en Venezuela el 5 de enero se repitió un nuevo ciclo político en la presidencia de la AN con un representante (líder del pasado) de la más rancia gerontocracia de AD; cuestión esta que tiene desmoralizada a la alta dirigencia de la revolución bolivariana. Hay abusos de poder que corrompen el presente, y el futuro. Quedando sepultado en buena lid post 6D, el ‘no volverán’ debido a una pésima gestión gubernamental.
La carroñera manipulación política ha convertido tragedias, y fallecimientos en un festival de duelo politiquero, donde el exhibicionismo, el ataque artero contra el adversario político, y una enorme hipocresía por utilizar a los muertos (Hugo Chávez) para ganar una hipócrita batalla política.
Donde decenas de venezolanos mueren semanalmente en un país sitiado por las tropas del hampa criminal, en un ejercicio de impunidad, donde el poder judicial, y el ministerio publico montan un gran circo del dolor de la impunidad, en detrimento de los familiares de los caídos, donde se abren grietas políticas, y donde se busca torcerle el pescuezo al contrario en el menor descuido.
En los funerales de los asesinados por el hampa criminal, los familiares y amigos, los convierten en templetes sepulcrales con el desfile de motos, y música en los sepelios.
Los medios de comunicación, y los politicastros ignoran la tragedia del pueblo venezolano debido a la crónica: inflación, escasez de alimentos, y medicinas donde el pueblo se nos esta muriendo en las colas, y en los hospitales.
Nunca había visto que la muerte de un ex-Presidente, fuera convertida en un ataque de pánico macabro, y mediático electoral.
¿E l Porqué de esta tragedia que azota la economía venezolana? Pues el alto gobierno bolivariano en vez de resolver este descalabro económico, lo que buscan es resaltar la tragedia electoral del 6D del 2015, apelando a la carroña politiquera, que está causando asco, y repudio en la opinión publica venezolana. Los propios jurunga muertos, ya que no le duelen los (Domingo Alberto Rangel; Rómulo Betancourt dixit) los sufrimientos de los millones de venezolanos que sufren un martirio por la escasez en la aberrantes y diarias colas, aunadas a los cientos de vidas venezolanas que se pierden los fines de semana, que quizá pueden haberse evitado, con una enérgica acción policial, y pudiendo muchos de los caídos estar de vuelta a sus casas, trabajos, y escuelas.
Hay que empezar a marcar diferencias con la carroña de la necrofilia, en la gestión informativa, la investigación, y en el trato al pueblo venezolano que sufre una tragedia socioeconómica.
Mientras muchos venezolanos anhelan se resuelva el acelerado empobrecimiento del pueblo venezolano, otros siguen con la conmemoraciones, o celebrando bajo una sombra macabra, en un luctuoso monte turco que esta indignando a la sociedad venezolana, de que siga con la explotación de lo pobres, y la pobreza con esto de la escasez y las colas.
Cual es la diferencia entre tener muertos propios, y ajenos en el país. Esto es muy claro para los que detectan los ritos macabros aplicados a la política.
Otros insisten (como el psiquiatra de la revolución) en que esto da dividendos políticos, todo aquello en lo que se le pueda sacar provecho. La democracia, y la libertad no están en los recuerdos de los héroes, libertadores y presidentes, sino en la mente positiva del pueblo venezolano que lucha por tener una buena calidad de vida.
Muchos venezolanos anhelaban un silencio de la TV pública, sobre esta guerra macabra del recuerdo de la muerte del presidente Chávez en respeto a su memoria, para no cuestionar la hipocresía de los polticuchos, y apartar de la escena publica a los gestores de estos shows.
Otros, tratan de llenar con este recuerdo, el imaginario popular decepcionado con las fallas de electricidad, la inseguridad, la inflación, la dañada infraestructura vial, la abominable escasez, y las aberrantes colas etc.
Querer seguir tapando la ineficacia con el continuo duelo del presidente fallecido es una soberana estupidez, mientras otros tiran ahora parábolas en el Parlamento Nacional. Porque lo importante no es lo que significó en vida Hugo Chávez. Lo importante es mandarle claramente al pueblo, un mensaje hipócrita, y amenazante como el reciente sepelio del ‘PRAN’ de Nueva Esparta para seguir chantajeando con el voto.
Lo importante en esta ahora aciaga de la economía venezolana es deslindar qué política se quiere hacer, y a qué costo a sabiendo que pesa la creciente mala calidad de vida de la población venezolana.
Los tiempos en los que el pueblo venezolano aceptaba a estos novios de la muerte, las colas y la escasez, que tantos malos recuerdos han dejado en muchos pueblos y ciudades post 6D, ya pasaron. Hoy el pueblo venezolano es más despierto, y no se adormece con las cotorras ‘antiimperialistas’ de la politiquería revolucionaria charcutera.
La hora de las muelas -cotorras televisadas propagandísticas, están fuera de contexto en pleno siglo XXI, se requiere un poco más de seriedad, de verdad, y decoro de parte de la actual dirigencia política bolivariana.
También se necesita menos demagogia, y ser políticamente más correctos. Lo carroñero es la acción hipócrita de los medios públicos que desconocen la tragedia económica venezolana, y de los errores de14 años en el poder de antes, y de los 3 de ahora. Es lamentable el tener que escribir una crónica de este lamentable espectáculo en los comienzos de este año 2016. Tenemos el privilegio de tener contratados a unos virtuosos ‘revolucionarios macabros’ en marketing político, aunque sin sutilezas. Hay que seguir evitando la corrupción de la política, y de la opinión por Dios.