El organismo multilateral más corrupto y despreciable del orbe, el Fondo Monetario Internacional (FMI), ha lanzado sus proyecciones para la inflación en nuestro país; en 2016, Christine Lagarde y sus secuaces auguran una elevación de importes de 720% en nuestras coordenadas (*). ¿A qué apuesta el FMI? Sin duda, a la destrucción de nuestra economía y por ello brinda instrucciones, de la manera más procaz, al engendro cibernético de Cúcuta: Dólar "Narco" Today.

El FMI hace el tajo guarro a Washington por una apetecible dupla: nuestros 300 mil millones de barriles de crudo en reservas y los 130 millones de onzas troy en yacimientos auríferos de estas tierras. Los lingotes ubicados en el BCV, que sobrepasan las 360 toneladas, son otro bocado codiciado por los imperialistas. Estados Unidos necesita, en medio de la Segunda Gran Depresión Capitalista, de petróleo y oro gratuitos, por tal razón, hay una descarnada campaña internacional contra Venezuela: desde promocionar a Caracas como la urbe más violenta del mundo, hasta el bloqueo manifiesto de las aerolíneas foráneas hacia el país. ¡Nada es casual! A los yanquis no les interesa ni la democracia ni la libertad, sólo vienen por los recursos naturales. El "pronóstico" de inflación para Venezuela, del FMI, es una profecía auto cumplida que consumará Dólar "Narco" Today a través de un método inverosímil que viola cualquiera lógica en la cotización de una moneda. Verbigracia, la semana pasada el billete verde perdió terreno frente a otras divisas y fue el hundimiento más notable desde 2009: -3,54% en relación con el yen japonés; -0,58% de cara al dólar canadiense; -3,05% contra el franco suizo; -2,83% con respecto al euro; y -1,74% de faz a la libra esterlina. Pero Dólar "Narco" Today, con la frontera cerrada y obviando los elementos objetivos antes enumerados, colocó la "lechuga" en cuatro dígitos y sus millones de seguidores, que chapotean en el "analfabetismo financiero" más abyecto, se lo creen como catecismo. ¡El chiste se cuenta solo!

La farsa digital de Cúcuta no rebasaría los confines de una chanza latosa si no fuese porque empresarios y comerciantes especuladores la utilizan como "marcador", por lo cual se ha desatado una anarquía sin precedentes en las estructuras de precios en nuestra nación. Al contrario de las sandeces esgrimidas por economistas de derecha e izquierda acerca del crecimiento "exponencial" de la masa monetaria como causa de la inflación, en realidad, en Venezuela acontece lo opuesto: los guarismos de productos y servicios van por delante del aumento de la oferta de dinero fiduciario. El mito de la masa monetaria como detonante de la inflación es un "mantra" que han propalado economistas de allá y acá; a las pruebas nos remitimos en función de demoler la falacia: desde 2008, el circulante en EEUU se ha incrementado desde 800 mil millones de dólares a 3,2 billones (**). Ello representa un salto mayor al 300%. A pesar de esto, la variación genuina de precios en EEUU oscila entre 15 y 20%. Esto demuestra que la devaluación de una moneda es un fenómeno de confianza. Cuando ésta decae en el medio de cambio, la erosión del poder adquisitivo entra en escena; en el contexto del dólar estadounidense, hay un factor fundamental en el hecho de que éste no haya derivado en una espiral de hiperinflación: su condición de moneda de reserva global. Desde luego, como millones todavía profesan su fe en los "Benjamines", aunque cada vez sean menos tales incautos, el papel esmeralda no ha corrido la fatídica suerte del dólar de Zimbabwe en 2008… ¡por ahora!

Como hemos advertido en anteriores ensayos, la inflación en Venezuela obedece a un componente especulativo que se origina en tasas de "ganancia" de 500, 1.000 y hasta 10.000%. Este fenómeno se ha hecho más estridente desde 1983 y es en la actualidad que lo palpamos con más crudeza, puesto que se ha convertido en avanzadilla de la innegable guerra económica. Aunado a esto, el ataque –sin cuartel- a la credibilidad de nuestro signo monetario ha disparado la manipulación de los precios: las personas adquieren bienes y servicios, al importe que sea, por temor a que en el transcurrir del tiempo se vuelvan más caros. El FMI y los grandes bancos de EEUU están en ofensiva contra Venezuela. La "predicción" de inflación de 720% es otra fase de la escalada criminal con el fin de derribar a la Revolución Bolivariana.

EL ORO REGISTRADO DE LA COMEX SIGUE AGOTÁNDOSE PORQUE SE ACABA LA CONFIANZA EN EL DÓLAR

La Commodity Exchange de Nueva York (COMEX), la bolsa de comercio de metales más notoria del planeta, es un termómetro fiable de la situación del dólar estadounidense a escala mundial. Los inventarios de ésta se dividen en "oro registrado" y "oro elegible". La primera categoría corresponde a lingotes que sirven para liquidar los vencimientos de contratos de clientes y hacer la respectiva entrega física; la segunda se circunscribe a las barras gualdas que han sido depositadas por particulares y cumplen con los requerimientos de peso y pureza de la COMEX. Éstas no pueden emplearse para adjudicaciones.

Desde hace meses, las cotas de "oro registrado" de la COMEX han venido en vertiginoso descenso y ello se comprueba en las cantidades plasmadas en los registros: en 2013 había más de dos millones de onzas de "oro registrado" y en enero de 2016 apenas yacían 73.979. Sólo en una jornada, el 26 de enero de este año, la cuantía de onzas "registradas" se desplomó 73%, al pasar de 275 mil a poco menos de 74 mil. Gracias a lo pretérito, la proporción se ha situado en 542 onzas de oro papel (contratos) por cada onza física disponible (***). ¿Qué aconseja esta coyuntura? Simple. Ante la inminencia del estallido de una burbuja en Wall Street y el consecuente derrumbe del tótem dinerario yanqui, no pocos clientes de la COMEX han puesto sus bardas en remojo: han reclamado entrega física y se han llevado el oro a bóvedas privadas, o han cambiado la denominación de sus lingotes de "registrado" a "elegible". Cabe acotar que en la COMEX esto se puede concretar en ambos sentidos: un cliente puede mover sus metales de la designación "elegible" a "registrado" y viceversa.

Las 73.979 onzas de la COMEX corresponden a unas insuficientes dos toneladas y esto la empuja hacia un inexorable "default", ya que si alguien exige la entrega en físico de, digamos, 100 mil onzas, ésta (la COMEX) no podría satisfacer dicha demanda. Si bien es cierto que la bolsa puede saldar los convenios con dinero en efectivo, un escenario de este calibre desataría el pánico en los mercados capitalistas y provocaría una huida masiva desde el billete verde hacia el exiguo oro que estuviese disponible fuera de la COMEX. En contraposición, en el BCV hay más de 360 toneladas del rey de los metales, casi 40 veces lo que posee la COMEX. La interrogante de las 64 mil lochas sería: si en Altagracia hay 30 veces más oro que en la Commodity Exchange de Nueva York, ¿por qué los medios de comunicación corporativos y los economistas apologistas sólo platican de un ineludible "default" de Venezuela? Que nos lo expliquen muy despacito.

P.D. La "alucinación acuosa" del FMI y la MUD es propiciar un estallido social en Venezuela, lo que motivaría la intervención militar directa de EEUU. Olvida la derecha que el pueblo encolerizado no iría por el Gobierno Bolivariano y sus instituciones, sino por los especuladores de siempre que juegan con los alimentos básicos. Otra cosa: la MUD controla la Asamblea Nacional desde el 5 de enero y, sin embargo, aún no ha presentado una propuesta integral y de emergencia para acabar con las colas. ¿Queda alguna duda de que la oh-posición tenga sus extremidades sumergidas en la pérfida dinámica de la guerra económica?

(*) IMF Sees Venezuela Inflation Rocketing to 720 Percent in 2016: http://www.bloomberg.com/news/articles/2016-01-22/imf-sees-venezuela-inflation-rocketing-to-720-percent-in-2016

(**) Cómo el Gobierno de EEUU oculta la hiperinflación: http://www.aporrea.org/internacionales/a216568.html

(***) Something Snapped At The COMEX: http://www.zerohedge.com/news/2016-01-26/comex-snaps-gold-dilution-hits-record-542-oz-gold-claims-every-ounce-physical