El ministro para la Vivienda y el Habitat, Luis Figueroa, señaló que debido a que las grandes empresas productoras de cemento en Venezuela dedican la mayor parte de su producción para exportarla a los Estados Unidos, el país debe importar ese material de Cuba. Expresó que ya se han distribuido 10.000 toneladas de cemento cubano y el gobierno prevé importar 500.000 toneladas más, para cumplir con las metas de construcción de 2006. (Diario El Tiempo, 27 de mayo de 2006).
Ahora bien, aunque el precio regulado del cemento, según la Gaceta Oficial, es de 8 mil 300 bolívares por saco, debido a su escasez se consigue en el mercado en 13 mil 500 bolívares. No obstante, el precio del cemento importado de Cuba es de 7 mil 500 bolívares por saco, o unos 3,5 dólares. Un simple cálculo indicaría que la importación de las 500.000 toneladas de cemento cubano le costaría al país una reducción de sus divisas en 41 millones de dólares.
Al parecer, la gran mayoría de las cementeras venezolanas sino todas están en manos privadas o extranjeras (CEMEX). Obviamente, si esas empresas estuvieran nacionalizadas, el país se ahorraría ese gasto de divisas.
Una situación similar ocurre con otras materias de importancia estratégica para el país como es el caso de las industrias siderúrgicas, la más importante de las cuales, SIDOR, está en manos extranjeras. Como resultado, con frecuencia ocurre escasez y aumento de precios de los materiales producidos por estas industrias.
Si vamos al campo de las telecomunicaciones, son escandalosas las tarifas que cargan las empresas de telecomunicaciones como CANTV, MOVILNET, MOVIESTAR y otras, siendo el papel actual del estado como ente regulador meramente decorativo.
Igual pasa en las empresas del sector eléctrico como la Electricidad de Caracas y otras. Las tarifas por consumo de energía eléctrica podrían rebajarse sustancialmente si las plantas termo generadoras de electricidad usaran como combustible la Orimulsión en lugar del gas. Si el país se sembrara de plantas termo generadoras a base de Orimulsión, se reduciría significativamente el consumo de energía eléctrica de origen hidráulico y se podría exportar el excedente de producción de las plantas hidroeléctricas.
El costo del transporte aéreo en el país es escandaloso también y no se justifica, dados los bajos salarios del personal que labora en las líneas aéreas nacionales y el bajo costo del combustible aeronáutico. Tan elevadas tarifas atentan contra el desarrollo de otros importantes sectores, como el turístico.
Para luchar entonces contra los monopolios y oligopolios que se han establecido en el país y al mismo tiempo reducir la inflación y mejorar la calidad de vida de los venezolanos, el nuevo partido Bolivariano "Unión de Defensores Patriotas" incluye entre el plan de acción para un nuevo gobierno revolucionario la nacionalización y estatización de todas las empresas de carácter estratégico como las cementeras, las siderúrgicas, las empresas eléctricas y las aerolíneas privadas nacionales.
También es necesario meter en cintura a los bancos privados nacionales quienes castigan a los usuarios con tarifas elevadas y arbitrarias por los servicios que prestan y cuya calidad en general deja mucho que desear.
Sólo un gobierno verdaderamente revolucionario como el que propugna la Unión de Defensores Patriotas sería capaz de aplicar estas medidas inaplazables.
Eudes Vera
eudesvera@cantv.net