"Pero lo que les digo a ustedes,
A todos lo digo: Manténganse alerta".
Marcos 13:37
En menos de dos meses, la oposición sacó nuevamente el libreto, creyéndose amo y señor de la verdad, queriendo tomar el cielo por asalto. En todas las declaraciones se evidencia la desesperación por acabar con el gobierno. No pasa un día, que no salga un dirigente pidiendo la renuncia del presidente Maduro. La ansiedad por volver al palacio de Miraflores, es muy grande; la vienen arrastrando desde el 2002, cuando llegaron en cambote, después del golpe, para después salir espantados, entre ellos el actual presidente de la asamblea nacional Henry Ramos Allup.
Desde el 6 de diciembre, han intensificado los ataques contra un proceso al servicio de los más necesitados, a pesar de la cantidad de errores. El librito azul de la Constitución nacional, no les gusta, pero en los últimos días, lo vienen revisando, más que un carro viejo, para ver donde se agarran. Los vocablos enmienda, revocatorio, referendo, renuncia, y ahora el abandono de cargo, una de las tantas ocurrencias del señor Henry, aparecen todos los días en los medios de comunicación. De estas opciones, la última parece una decisión de un partido de béisbol, cuando el árbitro canta forfait, al no presentarse uno de los dos equipos; esto solamente cabe en la malévola cabeza de Ramos Allup.
Todos estos ensayos de la oposición, son para ir preparando mentalmente al pueblo, parece que al final, van a volver con la vieja fórmula experimentada hace dos años: las conocidas guarimbas, lo que ellos llaman (calentar la calle) queriendo pasar a una etapa superior: la insurrección. Nuevamente subestiman al pueblo, el mismo que sufre las embestidas del gran capital, pero en el 2002, salió a respaldar al entonces Presidente Chávez, rescatándolo de las garras golpistas. La MUD y sus dirigentes más notables, se la vienen jugando, como el llanero en el poema: Rosalinda, de Ernesto Luis Rodríguez; el más incisivo es el ácido de Allup, quien a cada momento, lanza auténticas llamaradas, tratando de incendiar el panorama político, para pescar en rio revuelto, algo propio de los oportunistas; sigue soñando en la inesperada votación del 6D, tan falsa, como sus ocurrencias.
Estos señores, siguen viviendo la euforia del triunfo, fruto del engaño al pueblo trabajador, el cual en su desesperación antes la escasez de alimentos, fue presa fácil de los mismos guarimberos del 2014, pero ahora la situación se torna más grave. No solamente es el problema económico, que es bastante decir; a esto se le suma la descomposición social, atizada por la oposición venezolana, cuando pretenden instaurar la impunidad en nuestro país, con la ley de AMNISTÍA Y RECONCILIACIÓN; semejante disparate se encuentra en el parlamento con la aprobación de los diputados de la derecha, pero rechazada por el pueblo, testigo de la amarga experiencia de las guarimbas.
Todo está muy claro; engañan al que se deja engañar; la misión de la oposición es acabar con el proyecto iniciado por el comandante Chávez; lo repiten sin esconder nada. Ninguna iniciativa del gobierno les parece bien; han querido desvalorizar las últimas medidas del gobierno, como lo hizo un conocido periodista guanareño, en su columna de los lunes, rechazando el aumento de la gasolina con el argumento, que es lo único barato y por lo tanto no está de acuerdo con la medida. Una opinión, producto de la ofuscación política; una terquedad más, a menos que pretenda reemplazar a la protagonista de un cuento muy popular, el cual he escuchado muchas veces: "A un señor, se le ahogó la esposa en un rio, cuando la empezaron a buscar rio abajo; el esposo afligido les dijo a los colaboradores ¡Búsquenla rio arriba! .Estos sorprendidos le preguntaron ¿Por qué? Respondiendo ¡Esa, era muy porfiada! No sé, pero se me parece a este columnista, con muchos años en estas lides, pero, como siempre, opuesto a cualquier decisión del gobierno, así favorezca al país.