"Todo lo que existe y vive merece existir y vivir, pues la mayoría de los seres han existido mucho antes que el ser humano. Todos tienen derecho al futuro y a las condiciones ecológicas que lo hagan posible"
Leonardo Boff
"El capitalismo y la ecología son incompatibles. El capitalismo realmente existente funciona a partir de dos condiciones fundamentales: de un lado, la expansión económica y geográfica como soporte de los procesos de acumulación de capital y de otro lado, la explotación de los seres humanos y la destrucción de la naturaleza"
Renán Vega Cantor
Los derechos de las generaciones futuras a gozar de un medio ambiente con calidad ,al menos en relación con sus indicadores naturales es una obligación moral de las generación presente (actual) .
Tanto si partimos de una fundamentación religiosa del amor al prójimo, como si reflexionamos sólo a partir del imperativo categórico kantiano, que nos obliga a respetar al hombre como un fin en si mismo, diremos que el amor al lejano implica un tipo de filantropía que introduce en nuestra consideración moral un nuevo dato que tener en cuenta: en nuestras acciones y en nuestras decisiones cotidianas nos jugamos no solo nuestro destino actual, individual o colectivo, sino las condiciones de posibilidad para aquel o aquellos seres humanos que aun están por venir, la humanidad futura.
El progreso técnico y científico de la humanidad ha llegado a tal grado de perfeccionamiento y de potencia prometeica, que no cabe ignorar nuestra responsabilidad hacia el futuro. Nuestra capacidad de modificación de la naturaleza, la interior y la exterior, ha alcanzado tal envergadura que cualquier acción que emprendamos, por el efecto de la suma de las acciones anteriormente realizadas por la humanidad, tendrá unas consecuencias imprevisibles en un futuro no inmediato, ante el que, sin embargo, deberemos de responder.
Ya no es válido aducir la ignorancia en descargo de nuestra irresponsabilidad, puesto que se trataría de una ignorancia dolosa y culpable.
Desde el momento en que hemos tomado consciencia de que nuestras acciones pueden alterar el fondo y el equilibrio de la naturaleza ya no podemos mantenernos insensibles ante la irrupción de responsabilidades que ello supone.
Las preguntas por la justicia intergeneracional y los derechos de las generaciones futuras pueden plantearse así: ¿Qué es lo que debemos, justamente, a los seres que aun no existen? ¿Cuanto nos pueden reclamar como justamente suyo? ¿Cómo nos hemos de comportar para con ellos? O al revés, ¿Qué es lo que no se merecen?
(Continuará...)