"Si me engañas una vez, tuya es la culpa;
si me engañas dos, la culpa es mía"
Anaxógoras
¡La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida! Esta expresión de la famosa canción "Pedro Navaja" del cantautor panameño Rubén Blades, la podemos utilizar en estos días del mes de abril, cuando recordamos el golpe de estado del 2002, que separó del cargo, por apenas algunas horas, al entonces Presidente, él fallecido Comandante Hugo Chávez. Parece mentira, pero casi todos los autores de aquel nefasto momento se encuentran, haciendo mayoría en la asamblea nacional, y muchos de ellos, todavía cargan sembrado en la mente la misma idea: sacar por la fuerza al Presidente Nicolás Maduro. Tratan de repetir el mismo libreto del pasado; son los mismos autores de una masacre para no olvidar, pero pretenden evadir, con el disparate llamado ley de AMNISTÍA Y RECONCILIACIÓN, como quién dice ¡borrón y cuenta nueva! algo parecido a los irresponsables cazadores pasados de trago, que poco les importa, arrasar con todo.
Estos ambiciosos no ocultan nada; se vienen apoyando en la grave situación económica, creada en parte por su férrea oposición al gobierno, y por la otra, las innegables plagas del capitalismo: la usura, corrupción, y la delincuencia; por esa razón, he mantenido la firme posición de no llamar este proceso de cambio, como la etapa del socialismo, porque estamos "armando" a los enemigos de esta noble causa, con las herramientas necesarias para atacar; son muchas las personas, que repiten ¡Si esto es el socialismo, no lo quiero! Esta etapa no aparece de la noche a la mañana, se necesita mucha conciencia; los gobiernos de AD y COPEY, copiaron y enseñaron la "enfermedad" norteamericano: el consumismo.
El más acucioso en esta peligrosa tarea de acabar con el gobierno, es el histriónico de Ramos allup; lanzó una seria amenaza, poniéndole un plazo de seis meses; pasa el tiempo y no consigue el apoyo necesario, ni de la FANB, ni del pueblo; una cosa son las elecciones y otra es actuar fuera de la constitución; por eso no descansa en tratar de quebrar la moral de las fuerzas armadas venezolanas; pocos lo escuchan por su negro historial en contra de la democracia; es la misma comparsa, buscando apoyo para embarcarse en una tarea, condenada al fracaso, así traten de disfrazarla, para engañar nuevamente al pueblo venezolano.
Es tan grande su desesperación, que en una entrevista le endosó sus malévolas intenciones a un grupo de militares, cuando dijo: "Hay un grupo de Generales, conspirando contra Nicolás Maduro" Nadie puede asegurar o desmentir esa afirmación, pero queda muy claro, no habla en primera persona; siempre anda buscando los burladeros, como los toreros, acechados por el toro.
Han pasado catorce años, de una estocada a la democracia venezolana; pero a pesar del tiempo transcurrido, los mismos autores, siguen arremetiendo contra la constitución, con argumentos rebuscados, alejados de la solución a los problemas del pueblo. Para nadie es un secreto el origen de las colas; la dependencia de nuestra económica con el dólar es fatal. El capitalismo no invierte en vano, de lo contrario no es capital, de ahí el origen de una expresión muy popular ¡Nadie pone un negocio para perder! Hasta las cosas más insignificantes dependen de la moneda norteamericana; por eso ¡todo! ¡absolutamente todo! se lo achacan al gobierno, así, estén mintiendo. El ejemplo más claro y vergonzoso, es la declaración del presidente de la Federación Médica Venezolana, Douglas León Natera (firmante del golpe) quien parece desconocer el significado de la palabra holocausto; cuando la emplea para referirse al problema de la salud, por la falta de medicamentos, en parte creado por los laboratorios, casi todos tienen patente norteamericana.
Nadie, mejor que el Comandante Chávez, conocía el terreno que estamos pisando; cada momento lo repetía, alertando sobre el peligro al depender del codiciado símbolo monetario norteamericano; todo se podía venir al suelo, y es precisamente lo que estamos viendo; muchas cosas se viene enmarañando, sin solución a corto plazo, para regocijo de los vende patria y enemigos del pueblo.