A la interpretación de la política pueden dársele las vueltas que sean, pero siempre será el ejercicio del gobierno para la convivencia y la autodeterminación, y el obligatorio acatamiento de esa autoridad para cualquier sociedad, más allá de sus profundas diferencias filosóficas, históricas y partidistas.

La autoridad del gobierno de cualquier sociedad es una condición esencial para la paz y convivencia de las clases que luchan por defender, y hacer prevalecer sus intereses económicos e históricos.

El Estado venezolano, configurado en la Constitución de 1.999, como democrático y social de derecho y de justicia, prevé la elección popular de un gobierno constitucional para que administre sus asuntos por un periodo 6 años, pudiendo ser reelegido indefinidamente, de acuerdo a sus aciertos, y la efectividad de sus oficios; aun así, su carácter es transitorio.

El artículo 5 de la constitución nacional establece el gobierno originario y constituyente de la soberanía popular, a la cual están sometidos todos los órganos del Estado; su carácter es permanente.

La burguesía, dueña de su Estado Burgués, ha desconocido y sigue desconociendo al Gobierno Constitucional encabezado por Nicolás Maduro; utilizando a compatriotas desclasados, que viven en situación de pobreza, pero que son de la clase obrera y trabajadora, sin identidad de clase, y que por medio del bachaqueo profesional, y el espontáneo, se están creyendo empresarios mientras saquean los regulados para enviarlos más allá de la frontera o para revendérselos a sus propios hermanos de clase.

Todos los empresarios, comerciantes, y mercachifles de toda laya desconocen al gobierno cuando hacen lo que les da la gana, especulando hasta las más denigrantes formas de robo y de usura; se burlan de cualquier medida que el Presidente intenta aplicar para garantizar los alimentos al Pueblo, y las demás necesidades de vida.

El desconocimiento al gobierno constitucional, por parte de la burguesía parasitaria, a través de la MUD y bajo la asesoría y dirección del Imperialismo yankee-israelí, continúa, cuando promueve la corrupción que dirige los robos en el aumento de todos los insumos que necesita el Pueblo trabajador venezolano: los cauchos 14 son pagados a 100 mil bolívares; las soluciones de leche materna son vendidas a más de 15 mil bolívares. La burguesía y su ejército de desclasados convertidos en lumpen se burlan del gobierno mientras lo culpan de los crímenes que ellos cometen a cada segundo en contra de la clase obrera.

La Soberanía Popular, el gobierno originario, constituyente, y permanente; autoridad suprema sobre todos los órganos del Estado; no ha convocado la Primera Asamblea de Ciudadanos de un millón, 2 millones de firmantes para exigir el obligatorio acatamiento de las leyes, y de las medidas dictadas por su gobierno constitucional; mientras tanto impera la ingobernabilidad promovida por la MUD y el Imperialismo, y sus ladrones, fascistas y mercachifles que han multiplicado sus fortunas con el robo descomunal que le han propinado al Pueblo trabajador, que estos momentos está en situación de pobreza, porque con el sueldo de 2 años no compra un aire, nevera, o cocina, ni siquiera un microonda; tiene que trabajar 50 años, si es que antes no se ha muerto quien pretenda comprar un carro.

A Maduro lo acusan en las calles de no haber hecho nada, lo cual es un infundio; son precisamente los charlatanes que así se expresan los que realmente no han hecho nada, porque ellos son miembros de la Soberanía Popular, que duerme un sueño de olvido en la Constitución, que aprobamos por mayoría. Esos que acusan a Maduro de incompetente, son los mismos que presencian todos los días los malos tratos en los supermercados, en la carnicería, en la venta de cauchos o baterías, mientras se dejan chantajear por los mercachifles con las ventas condicionadas o con los precios de robo.

El Gobierno constitucional esta desconocido por los ladrones del Pueblo; y la Soberanía Popular, gobierno permanente está desmovilizado y sumiso, lloriqueando en cada cola dominada por los bachaqueros oficiales y espontáneos.